He ganado al mus. He preparado para el evento guacamole por primera vez en la vida. Es facilísimo y estaba riquísimo. Simplemente he triturado en un bol: dos aguacate, trocitos de tomate, cebolla picada (en realidad, en polvo, que siempre tengo en el especiero), un poco de lechuga picada (lo suyo es el cilantro, pero no he encontrado), un chorrito de tabasco y sal. Se espachurra un rato con un tenedor, y listo. En lugar de nachos o Doritos, he comprado una bolsa de Papa Delta para rebañarlo, que son más insípidos. Qué rico y qué fácil.
En internet la gente se da de tortas defendiendo la receta original del guacamole. Hay quien dice que hay que echar también un chorro de aceite de oliva; también quien defiende el añadido de una yema de huevo; un chorro de limón no viene mal, dicen, pero yo creo que es para conservarlo (si se va a guardar un tiempo para su posterior consumo; dejar el hueso del aguacate dentro del bol por lo visto hace la misma función); y por supuesto lo del tabasco ha sido por funcionalidad, lo suyo es trocear un chile pequeño. A ver si mejoro la receta. En próximas partidas de mus voy a elaborar guacamole con Risketos y queso azul y el chupa-chups de guacamole deconstruido.
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