martes, 22 de abril de 2008

637. Día del libro



Iba a dejar el post sólo con el cromo, que lo tenía guardado desde hace unos días esperando para ponerlo hoy (es una fotomanipulación de Mladen Penev, y tiene más en su página, con la misma rabia visual), porque estoy más perezoso de lo habitual. Pero voy a aprovechar para hacerme una lista de todo lo que tengo pendiente de leer, desordenado por la casa y sin sitio porque se supone que lo voy a leer, a ver si me aplico y voy tachando cosas de la lista:

- el tomarraco gordo de Bone en inglés lo tengo en standby apenas a un tercio de la lectura, desde hace meses. Sí, por mucho que se me llena la bocachancla recomendándola y regalándola, la verdad es que no he leído Bone entero. Por favor no me lo tengáis en cuenta;
- "Rant" de Palahniuk tiene un marcapáginas (publicidad de una óptica) en la página 218 desde que me lo regalaron, por Reyes;
- "Carta sobre los ciegos para uso de los que ven" de Diderot apenas lo empecé, y no es lo que esperaba, no le pillo el ritmo, igual lo abandono en una estantería;
- "Planeta champú" (Douglas Coupland), lo confieso, lo he empezado tres veces en los últimos años y nunca lo he terminado, aunque me mola;
- lo mismito me pasa con "Lunar Park" (Bret Easton Ellis), ahí está cogiendo polvo en horizontal sobre la estantería, como esperando a que me acuerde de él;
- "Afterpop", de Eloy Fernández Porta, es que me parecía un coñazo, un bluffazo, creo que le voy a practicar un corte dentro para esconder dinero y joyas;
- de la serie de Y, el último hombre voy por el veintitantos, y cuando la retome empezaré (por tercera vez) desde el nº 1, porque es un placer y se lee corriendo;
- me compré por 1 euro dos librititos en un puesto del rastro, de una colección cutre. Uno de "Poesía española (siglos XVIII y XIX)" y el otro de "Enigmas de la historia". El primero me lo leí casi de una sentada, una tumbada más bien, antes de dormir ayer, y lo retomaré cuando me de otro arrebato lírico nocturno, calculo que antes del sábado; y el otro me lo estoy leyendo hoy a ratos en el váter, saltándome algunos capítulos. Son muy malos, literatura barata (me refiero a la edición y la calidad del papel, que a poco efervesce), pero me entretienen. Por cierto que este último tiene de marcapáginas una amenaza de CajaMadrid por el impago de mi último derroche con la VISA. Que esperen sentados;
- me propuse leer los 272 números de "Joyas literarias juveniles" (que los llevo siempre en el pendrive que uso de llavero, toma paleo-posmodernidad), y sólo he terminado "Miguel Strogoff", "La isla del tesoro" e "Historia de dos ciudades";
- "Ivanhoe" ya casi ha sido fagocitado por la mesilla de noche;
- la magnífica recopilación de disinfo "Todo lo que sabes es mentira" lo acababa de empezar a devorar y me lo extirpó una amiga, que seguro que ni lo ha abierto...;
- el lote completo de El corazón del bosque va cayendo poco a poco, pero muy despacio. Lo tengo en el revistero que puse hace unos días, que me pilla de camino al váter;
- me han llamado esta misma tarde de la Biblioteca Central, la de mi barrio, para decirme que ha sido atendida mi desiderata acerca de "Los príncipes valientes". Pero tengo secuestrados tres libros que cogí y que no me gustan (uno sobre la Masonería, "Celuloide en llamas (el cine americano tras el 11-S)" y una novelucha sobre el Triángulo de las Bermudas que ojeé en la biblioteca y me traje no sé por qué, que es un tostón) y los tenía que haber devuelto hace casi 15 días, así que tendrá que esperar también;
- otras colecciones de tebeos en (en papel o .cbr) que empecé y tengo pendientes de terminar de leer: Cerebus, cosas sueltas de Junji Ito, Suehiro Maruo, Shintaro Kago e Hideshi Hino, la relectura de Groo que retomé hace dos meses, el último tomo de Usagi Yojimbo, 52 (está aún a medias), Countdown y las grandes sagas pre-(nueva)Crisis de DC, relectura de Los Invisibles, Fantômas Novaro. También me falta algún cabo suelto de escaso impacto de Civil War y La iniciativa y Annihilation Saga.
- miro hacia la estantería grande, y me deprimo con títulos de libros que empecé y abandoné a medias por pura holgazanería, de los que asoma papelín arrugado a modo de marcapáginas: "El ojo dindymenio", "Chiapas, la revolución indígena de Mexico", "¡Más madera! Una historia del rock" (éste es que es un coñazo y abulta como un yunque), "Dianética" de Hubbard (en qué hora...), "Les Luthiers de la L a la S" (a medias lleva más de un año), "Juego de tronos" (quise subirme al carro del best-seller underground de moda, pero me cuesta, me cuesta), "El gran desierto", "Españoles todos" (marcando página en éste puse un simpático flier de un burdel)...

Y en fin, que tengo tantas cosas a medias que se siente uno como un incapaz. ¿No os pasa? Y eso que tengo todo el tiempo libre del mundo, no sé cómo se lo montan los bibliófilos de verdad, y no aficionadillos de palo como servidor.

Me voy a la cama a ver ficcionespañola.

sábado, 19 de abril de 2008

lunes, 7 de abril de 2008

634. El contubernio alrededor del spam de los muertos



En los comentarios del anterior post, un visitante anónimo me avisaba de que misteriosamente mi viejo blog Frunobuland, que mandé tomar por saco hace sólo 3 días, ha empezado a dar nuevas señales de vida, casi instantáneamente, de forma incomprensible.

Lo de la suplantación de blogs cerrados pasa muchas veces. Me atrevería a decir que, en Blogger, pasa siempre. Yo lo he visto con estos ojitos que se han de comer los gusanos, en unas cuantas ocasiones. Supongo que de alguna manera hay empresas de Difamación Aleatoria de Contenidos Propagandísticos Indeseables que tienen una especie de robots que les avisan de la decesión de URLs de bitácoras que tenían cierto número de visitas (para ser sincero, el mío tenía pocas a estas alturas, pero estaba enlazado en un razonable número de sitios, y tuvo momentos de prósperidad), y van corriendo a hacerse con la cuenta y a darle una nueva vida. Al viejo blog de Xabi Benputa le pasó lo mismo, y yo mismo me di cuenta y le avisé. Y así he visto otros. Suelen ser mensajes en japonés, en sánscrito o incluso en latín, como si fuesen cuerpos de texto estándar y huecos que descansaban en algún sitio, como los que ponen de relleno en las páginas de periódicos que salen en los tebeos, o como las bobadas sin sentido que aparecen en las plantillas predeterminadas de Word y otros procesadores de texto. Pero que tratan de hacerlos pasar por los sueños y esperanzas del diario de algún adolescente interesante.

Es un fenómeno muy extraño. Una cosa fabulosa. En el universo del spam (porque lo único que parece lógico es que quieran aprovechar los enlaces que quedan del blog fallecido para colar otros enlaces publicitarios, disfrazados de blog amateur de buenri; generalmente, por cierto, diciéndonos que tenemos la picha enana y ofreciéndose a alargárnosla con química o con aparatos infernales) hay cosas que se escapan por completo a mi entendimiento.

Otro fenómeno que intuyo que tiene un origen similar es el de los blitzkriegs de comentarios que se producen en algunos viejos posts hundidos y olvidados por el tiempo, como si fuese polvo o moho que crece a su alrededor. Me refiero a cosas como esas ristras de mensajes que nadie sabe de dónde salen, caso de la vieja entrada pegaminera de Vico sobre Kuldip (AQUÍ, con 395 comentarios que cesaron de golpe con el mismo misterio con el que se producían), o el maremágnum de disparates que en este mismo blog discretamente sigue creciendo casi a diario, en un post de hace un montón de tiempo, el cromo sobre Rey Misterio (ÉSTE). Por algún motivo, estas cosas incomprensibles pasan. Pero además, en este caso, no parece que haya detrás un motivo económico. Si acaso, tan solo una cuestión de prestigio, de dorarle la píldora al destinatario del post.

Yo creo que en algún lugar, en algún servidor de la NASA o de Echelon hay algunos bots generadores de texto desconcertante que bombardean los blogs de los bobos particulares para entumecernos, volvernos locos o, quizá, extraer al mismo tiempo información personal. Son cosas rarísimas. Probablemente estos bots escupe-texto-aleatorio fueron desarrollados por algún japonés loco de Silicon Valley y en algún momento de su desarrollo tecnológico cobraron vida propia y poco a poco se están haciendo con el hiperespacio.

Para mí éste es el Rey de los Misterios de la blogosfera. ¿Quién está detrás de estas señales apocalípticas? ¿Los marcianos? ¿Los Illuminati? ¿La Sociedad por la Memoria de Publio Cordón? ¿Y por qué lo hacen? ¿Qué significado se oculta detrás de este tipo de cosas?

De verdad que me gustaría saberlo. Si alguna vez pudiese hablar con Escolar, con los de Microsiervos o con alguna otra lumbrera del bitacorismo sería lo primero que le preguntaría. Me siento un ignorante. Si alguien puede verter algo de luz sobre este asunto, o tiene un amigo muy listo y se lo puede preguntar, le estaría eternamente agradecido.



* El cromo de la cabecera del post estaba en uno de los posts de mi viejo blog, de hace ahora dos años y tres meses, que nadie más leerá; el de aquí encima es un pantallazo de las estadísticas de mi difunto primer blog, del día 30 de enero de 2006, y que recuerda mis quince minutos de fama warholianos, poco antes de echarme a perder y darme a la bebida.

633. Prohibido equivocarse

viernes, 4 de abril de 2008

Twit #00059

Hoy ha sido otro de esos escasos días en los que existo antes de que acabe el parte, y que aprisiono en la memoria como tesoros. Hoy además el sol está brillando de una forma galvanizante, asombrosa, haciéndose omnipresente. Me he comprado las primeras gafas tintadas de la temporada; que no es que coleccione, sino que soy rompedor de gafas profesional. Pasé por el mercadillo del Dos de Mayo (me muero por saber por qué lado revienta en su segundo centenario, estas próximas no-fiestas), y me hice con el "De qué va el rock macarra" de Diego Manrique, "De qué van las comunas" de Pepe Ribas y el primer (¿y único?) tomo de "Conversaciones con el rock", que incluye entre otras una larga entrevista para Rolling Stone con Frank Zappa fechada en 1968, recién editados su 3º y 4º disco, y viceversa. Después de despacharse hacia los directivos de MGM y sus respectivas familias, da su opinión acerca de la juventud de entonces, comparada con la de finales de los años 50s. Dice:

«Ciertamente las cosas son más fáciles para ellos, ¿no es verdad? En aquellos días tenías que pelearte a puñetazos con tu padre para que te dejara el coche. Hoy se lo pides y él te dice ¿cuál de ellos? En los viejos tiempos te peleabas con tu viejo y cada uno sacaba los trapos sucios del otro, y él iba y te decía tienes que estar en casa a las 12 —y tú estabas en casa a las 12—. Hoy, los padres no se atreven a decirte a qué hora tienes que estar. Temen que no vuelvas. Tomarás ácido, te unirás a un grupo de rock and roll. El marcharse de casa no es como antes.».

Leía este párrafo haciendo cola para entrar en la boca del metro de Chamberí, la famosa "estación fantasma". Para los que son de fuera, resulta que entre dos actuales estaciones de metro céntricas (Bilbao e Iglesia) existió en tiempos otra parada, que fue clausurada en 1966 durante unas reformas, debido a que el túnel a su paso por ésta es curvo y tiene cierta pendiente. Desde que alcanzo a recordar, cuando era niño al pasar por ese tramo entre una estación y otra, miraba por la ventanilla del vagón haciendo pantalla con las manos, para ver el andén de la "estación fantasma", ese lugar abandonado y oscuro donde se decía que vivían indigentes devoradores de cocodrilos. Y hace menos de quince días, el señor alcalde inauguró aquí un "proyecto de rehabilitación histórica", lo que se llama burocrática y un poco ridículamente "Centro de Interpretación del Metro de Madrid", que no es otra cosa que un paseíto guiado por un breve tramo de pasillos asépticos, conservados tal y como se montaron en 1919, y una salida al andén, donde mágicamente después de una limpieza imagino que tediosa han aparecido un puñado de esos bellos y excitantes anuncios de principio de siglo, pintados directamente sobre las baldosas de las paredes. Para mí, que sigo en la fase anal, y que además vivo practicamente encima de este agujero interdimensional, ha sido una visita trepidante y evocadora, un fantástico viaje en el tiempo. Imaginad que a mí, como un bobo, como un mono detrás del panel de plexiglás observado por los viajeros del Metro que volvían del curro en ese momento, con mis gafas de sol del siglo veintidós y mi móvil 3G, hasta se me han escapado unas fotos con el móvil. Qué emoción, ver el logo del Metro (diseñado por Antonio Palacios, el mismo arquitecto de las primeras estaciones y autor por ejemplo del edificio de Telefónica, nos contaba la azafata, que tenía un cuerpo de escándalo, al menos ahora que la primavera me aturde) atravesado por la palabra "CHAMBERI". Aquí están las fotos que mejor han salido, que para ser con el móvil no están mal:


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Qué bonito el logo, los carteles, los anuncios de época, el culo de la azafata, el sistema de iluminación, la Primavera, mi móvil nuevo...

A mí me mola el Metro. A pesar de que pensar en esa empresa me devuelve la imagen mental de Esperanza Aguirre, un ser que me hace llorar y patalear de rabia, y a pesar de que las estaciones nuevas recuerdan a pasillos de hospital faltos de camas, con una gente tirada y otra gente corriendo como si se anduviera desangrando. Como yo desde hace casi dos años sólo cojo el Metro con gusto y sin prisa, y realmente poco y jamás en hora punta, cada vez me gusta más. Y el paseo por el Metro del siglo de Oro es un punto más a favor. En Madrid además les ha dado por hacer espaciosmultimedia de absolutamente todo, y últimamente organizan horribles festivales de música, desfiles de moda y sobre todo puntos calientes de campaña electoral en las estaciones nuevas, luminosas y gargantuescas como el salón de plenos de la Estrella de la Muerte. Todo esto lo detesto bastante, pero hay que reconocer que las instalaciones impresionan, y le das una patada a una piedra y sale una estación nueva, que ya no saben ni qué nombres ponerles.

Lo que no me gustan nada son los trenes por dentro, que parecen salas de espera post-mortem, y si no hay alguna tía buena dentro más vale mirar hacia el suelo o ir leyendo "Los pilares de la Tierra", porque es muy deprimente. En ocasiones se pueden ven incluso zombies cortándose las uñas [©2006 Enderzillo], peleas entre ñetas y nazis, o punquetas con un radiocassette a tope y pinchándose los porros. Yo me acuerdo de esas ruidosas tartanas que hasta hace poco todavía atravesaban la línea 5. Eran mucho más románticas, con esa jaula bizarra para el revisor y los asientos de granito. De la higiene de los pasillos (qué histórico momento la reciente huelga de limpieza, durante la cual el slogan "Metro de Madrid vuela" fue transformado por el acervo popular en "Metro de Madrid huel'a mierda"), de la puntualidad, de los músicos ambulantes y de la gente-que-va-en-Metro en general, no voy a decir nada, que estaba muy contento yo hoy, leñe.

Otra cosa que sí está muy bien es la publicidad para televisión del Metro de Madrid que echan en el canal fascista local, que también recomiendo vivamente, sobre todo a los de fuera de la capital, que no habrán tenido ocasión de verlos. Los últimos, de la compañía McCann Erickson. Algunos son extraordinarios, puro arte:













Y basta ya de centralismo y de flema capitalina y de dar la tabarra, hombre por dios...

miércoles, 2 de abril de 2008

632. Som



Tengo ganas de hacer algo con el blog y llenarlo con algunas cosas que tengo en mente. No las voy a adelantar, porque siempre lo hago y luego cambio de planes. Pero un día de estos me pongo, si me deja el alcohol, y le doy la vuelta un poco a esto, porque si no me voy a cansar y lo voy a mandar a paseo otra vez.

El cromo es la portada de un disco de 1975 de un grupo de beat-psicodelia brasileño que se llamaban Persona, que me ha gustado mucho. La portada más que el disco. Es un portadón.