viernes, 1 de junio de 2012

Los huerfanitos (Santiago Lorenzo, 2012)

Ha pasado bastante tiempo desde que leí esta magna novela. Y ya salió el otro día en El País un merecido ósculo firmado por Marcos Ordóñez (no en vano, especialista en teatro del Babelia; y a quien por cierto yo confundía hasta hace poco con Jordi Ordóñez, y así no entendía nada) que la pone muy bien. Ya hizo el la merecida comparación con Azcona, con los Tenembaums de Wes Anderson, con la magia de un orfebre incomprendido como no hay otro en nuestro espectro artístico. Y no sé quién le enfrentaba también con Eduardo Mendoza; pues yo me quedo con éste, que aquél es muy relamido y éste un galán con las letras. A mí me gustó más "Los millones", tengo que decir, pero apenas por la nostalgia de la ambientación y localizaciones. Ésta es más brillante y compleja, las piezas del puzzle encajan que es de quitarse el sombrero, los momentos cómicos son dignos de Jardiel Poncela y la lectura sociológica, la metáfora, pone los pelos de punta. Corrosivo, cínico, cachondo, poético, portentoso, Santiago Lorenzo es un capricho que no me merezco siquiera. Que no le den el Planeta y nos lo jodan...

Panenka nº 08

Hace tiempo un amigo me recomendó que le echara un ojo a la revista Panenka. A mí, que lo que más me interesa del fútbol es la rima fácil de los delanteros, los peinados de los del Atleti y como mucho un resumen semanal de 20 minutos en “falso directo”, al estilo de laSexta. Y qué bien me conocéis, demonios, cómo me lo he pasado, por fin, leyendo este primer ejemplar que llega a las tiendas. Hasta ahora solo se podía conseguir a través de la web, y solo podía haberme hecho una idea a través de los contenidos libres. Este octavo ejemplar, el de mayo, me ha hecho fan absoluto. Panenka es una revista de fútbol retro, fútbol intelectual y épica sepia. Para aficionados que se visten por los pies, que aman el fútbol como deporte, y no como espectáculo circense para débiles mentales. Que no se acercan al Marca ni con un palo, pero se pajean con Fiebre Maldini. Aficionados de los que tienen comentarista argentino favorito, utilleros de los sesenta en el recuerdo y un montón de libros sobre fútbol en casa. Algo así. En Panenka se rinde tributo a Sócrates, a Garrincha, a Kempes, al portero manco de Uruguay, a los tacos de las botas de Goiko, a los penaltis de tacón, la Unión Deportiva Mortadelo, los goles de portería a portería y los futbolistas fumadores con bigotazo, como los de antes, coño, y no estos bakalas imberbes jugando al Angry Birds en el banquillo que tenemos ahora. La actualidad sale de refilón (como en el artículo sobre el Atlético Baleares, que aspira a subir a 2ª, o la hagiografía de Mario Balotelli), y triunfa el glorioso revisionismo: Mundial de Chile '62, un futbolista que en la posguerra jugó con Corea y luego con Japón, la subida a Primera del Atlético Tetuán, entrevista a Carboni y a un pichichi de los 50 o la durísima historia del equipo de Ciudad Juárez. Y así un montón de cosas bizarras y curiosas, todo muy bien escrito y envuelto en un diseño impecable, destacando la portada y el extenso dossier casi poético, dedicado al Athletic de Bilbao y su idiosincrasia única en el planeta. Ya estoy bastante loco como para tener un blog en el que hago acuse de lectura de tantas chorradas, pero conste que casi todos los días también me leo la segunda mitad de El País, desayunando, y que este mes por ejemplo (que estoy de vacaciones) también he comprado y leído El Jueves (uno que traía estupendo librito de La Parejita), Scifiworld (espectacular nº 50, a destacar el homenaje a todas las revistas de scifi que hubo jamás en el kiosko español), Mongolia (¡bien!), Fotogramas (¡oé!) y un Pirate de 1993, y no voy a hacerles un post.

Avengers vs. X-Men (III)

La acción continúa ahora en clave crossover, saltando de la cole de los Avengers a la de Uncanny, de ahí a New Avengers, Wolverine, o las colecciones exclusivas dedicadas al evento: AvX, donde tiene lugar la trama central; AvX Infinite, un curioso invento digital de tebeo en movimiento; y AvX Versus, una línea que presume de no tener trama ni suceder nada más que acción, tortazos, enfrentamiento puro y duro uno contra uno, complementando lo que apenas se vislumbra en la colección principal. La cosa se va centrando, y parece ser que toda la jarana se debe definitivamente a la llegada a la Tierra de la fuerza destructiva Fénix (anunciada por Nova), que parece que va a encarnarse en Hope. El helitransporte de los Vengadores llega a Utopía para llevarse a la niña a la fuerza, y entonces se lía. Los Vengadores están en mayoría numérica, y encima cuentan con mutantes como Lobezno o la Bestia, convencidos de que Cíclope es un fanático y que la decisión del Capitán América, Iron Man (y de hecho del PotUSA) de llevarse a la niña a la fuerza a buen recaudo, es la acertada. El megacrossover les ha salido cojo, cojísimo. Repetitivo hasta la náusea, en todos y cada uno de los tebeos de distintas colecciones que lo conforman sucede lo mismo: el Fénix, terrible, poderoso, ardiente, devorador de planetas, se acerca a la Tierra. Los héroes tiemblan, gimen y dicen cosas muy profundas. Y así todo el rato. Al final Thor le da con el mjolnir en la cabeza, y poco más. Avengers vs. X-Men Infinite 01 es un tebeo digital e interactivo realmente curioso, obra de Mark Waid y Stuart Immonen, en el que las viñetas se van cargando poco a poco de pequeñas variaciones y elementos, como un dibujo animado. En este primer experimento se narra simplemente la colisión de Nova contra la Tierra, huyendo despavorido de la fulgurante Fénix. Por lo demás, los primeros enfrentamientos que proponen son los de Coloso vs. Hulk, el clásico prehistórico Cosa vs. Namor, y asoman por ahí rencillas entre Pantera Negra y Tormenta, Magneto vs. Iron Man, Lobezno vs. sus pupilos, molaría Spider.Woman vs. Emma Frost en el barro, o en plan paralímpico, Daredevil vs. Xavier... El invento de la serie de combates puros y duros, prescindibles para el que no le interesen, sin que avance la trama, es otro tipo de experimento que resulta curioso. Abunda el monólogo interior, el diálogo fanfarrón y las notas a pie informando exhaustivamente (al estilo de las ridículas estadísticas de laSexta durante los partidos de fútbol) sobre poderes y arsenal. Dibujan todo esto principalmente Romita Jr., Deodato Jr. y el Immonen, con cameos de gente como Grummett, Bachalo, Adam Kubert, Walter Simonson o Greg Land; escriben (como suelen hacer últimamente) por turnos, un equipo formado por Aaron, Bendis, Brubaker, Hickman y Fraction.

Simiocracia (Aleix Saló, 2012)

Esto es como un “The nside job” en formato tebeo, o más bien, formato novelilla de Geronimo Stilton, con dibujos de cachondeo y distintos formatos y tamaños de letra. La teoría de Saló, autor del famoso “Españistán”, se remonta a la crisis del '29 en E.E.U.U. de A., para desglosar algunas de las miles de cosas repugnantes que están pasando con todo esto de la Crisis, la Prima de Riesgo, los nosecuantos tóxicos, la teoría del Miedo, los fascistas y sus familias herederas, la gleba, el clero, la burguesía autoritaria gobernante y todas esas cosas tan importantes de las que rajan las amas de casa estos días a todas horas; sobre cómo nos dan por culo y encima nos lo restriegan. Los dibujos hacen mucha risa, y Saló a veces dice palabrotas y da puñetazos en la mesa. Está todo muy mascadito y es muy simpático. En definitiva, alimento insidioso para el típico bolchevique indocumentado que se niega a admitir que los únicos chimpancés culpables de todo son zETApé y los representantes sindicales.