martes, 21 de julio de 2015

"Supernova" (Juan Miñón, 1993) / "Minority report" (S. Spielberg, 2002) / "Lucy" (Luc Besson, 2014)

Como estoy empeñado en actualizar lo más posible el blog con cosas que he visto recientemente, propongo otra sesión continua que yo me hice en mi casa (pero a lo largo de dos días). Un "menú" como los del ScifiWorld (con admiración), ecléctico y liviano, con tres pelis de ciencia-ficción que aunque aparentemente no tienen nada en común, creo que sí les unen algunos elementos. Aunque solo sea el hecho de que las tres me parecieron bastante coñazo.

"Supernova", siempre será recordada, injustamente, como una de las películas más estrafalarias de toda la filmografía peninsular, y como un vehículo futurista y llamativo construido única y exclusivamente en torno a una mujer florero, la musa sexual Marta Sánchez. Y exactamente lo mismo sucede con las otras dos: dos películas de ciencia-ficción extraña, absurda e histriónica, que probablemente no serían tan bochornosas sin las caras bonitas que las decoran. "Lucy" parte de una estupidez magufa y ridícula, de una bobadeta de las que se cuentan los oficinistas a la hora del vending cuando se les acaba el tema del tiempo que hace, y que no tiene ningún tipo de rigor científico, ni nada que se le parezca: una chorrada en torno a la idea de una supermujer que desarrolla, mediante un accidente, la habilidad de utilizar el 100% de su cerebro, en lugar del 10% como hacemos los demás. Esto viene a ser, a mi entender, como hacer una película muy seria y circunspecta sobre un futuro brillante y lleno de gadgets y tiros en torno a lo de Ricky Martin, el perro y la tostada. Y el principal problema que tuve con "Minority report", fue la niña mona que pusieron ahí a enseñar los pechos, ese ridículo Tom Cruise haciendo aspavientos y poniendo caras raras, que instantáneamente pulveriza cualquier posibilidad de disfrute de una historia extraña pero valiente, que por otra parte no está tan mal, dentro de lo igualmente ridículo del planteamiento, con esos precognitivos flotando, los coches-supositorio, la gente llorando todo el rato... Me di cuenta enseguida, no recuerdo en qué momento fue exactamente, de que si la película hubiese tenido a cualquier otro actor un poco más interesante y menos paniaguado, me hubiera gustado. Porque está bastante bien construida, y en seguida el chascarrillo de la policía pre-crimen y los morlocks flotantes se diluye en una trama de suspense bastante maja.

Lejos de lo que se atribuye a "Supernova", se trata de una comedia muy consciente de la estupidez de su existencia, que obviamente busca homenajear más a Azcona que a "Star Wars". Me pareció entrever en ésta un pariente lejano de Plutón Verbenero, una peli de sano cachondeo, de naves con botijos, tricornios y bocatas de calamares, y creo que no está tan mal. Simplemente el guión es malo y peca de eso tan español de intentar hacerse el gracioso (sin éxito) por el miedo y los complejos a la hora de afrontar el cine de género. "Supernova" tiene escenas con Chus Lampreave y Gabino Diego, que imitan al Almodóvar joven con más gracia de la que tenía el propio Almodóvar. Y a Marta Sánchez se le ven un poco las tetas, que es lo que quería España. Tiene mi bendición. La estupidez de "Lucy" es de juzgado de guardia, y todo lo que sucede es bochornoso de principio a fin, y encima no hay tetas. Y si en la otra hubieran sustituido a Tom Cruise por Steve Buscemi, por Chus Lampreave o por un par de tetas, hubiera sido bastante más entretenida.

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