martes, 18 de enero de 2005

"El ataque de los tomates asesinos"

The attack of the killer tomatoesTítulo original: "The attack of the killer tomatoes" (EEUU, 1977)

Director: John DeBello

Actores: David Miller (Mason Dixon) , George Wilson (Jim Richardson), Sharon Taylor (Lois Fairchild), Steve Peace (Wilburn Finletter), Ernie Meyers (Presidente de EEUU), John DeBello, Costa Dillon (extras)

Web: www.killertomatoes.com



Clásico del cine intencionadamente cutre, de digestión inmediata y deshecho rápido, hasta el punto de ser una película construida a partir del título, “El ataque de los tomates asesinos” es tan tonta como uno se pueda imaginar: sin saber cómo ni por qué, los tomates han mutado y se dedican a atacar sin miramientos a la población de las principales capitales de EEUU. Y para salvar al país de las Libertades de semejante amenaza, el Pentágono recluta a un grupo de catetos expertos en diferentes ámbitos (el disfraz, el submarinismo, la natación o el paracaidismo), como sacados de un descarte de la TIA, que irán descubriendo casi sin querer un entramado de poderes enfrentados y secretos gubernamentales.

Tiene el encanto de ser un producto hecho hace treinta años, con el presupuesto que llevaban sus artífices en el bolsillo. Pero a pesar de la originalidad del planteamiento, y de la imaginación que desprende en algunos momentos, el resultado final es bastante confuso, deshilado y en muchos momentos verdaderamente aburrido.



Sin embargo, sorprende y destaca por encima de todo algunos efectos cómicos, golpes visuales verdaderamente logrados, al más puro estilo Zucker/Abrahams/Zucker, El Mortadelo negro entre tomates mutantespero perpetrados unos cuantos años antes del estreno de la seminal “Aterriza como puedas”. Algunos de estos efectos, incluso se han visto posteriormente en otros modelos del género.



Por tanto, yo diría que la película atesora un valor sentimental y unos aciertos estéticos, visuales y de planteamiento, muy por encima del resultado final, cuyo ritmo hace que hasta cueste llegar al final de la historia.



Pero lo que me ha sorprendido muy positivamente ha sido al hurgar entre los “extras” que incorpora la reciente versión en DVD del 25º aniversario. Además de los habituales reportajes, entrevistas, escenas eliminadas, curiosidades, secretos del rodaje y hasta un par de “huevos de pascua”, lo que hace que la pieza se convierta en una joya es el apartado titulado “Basado en”, donde se incluyen dos cortometrajes que rodaron los cuatro iluminados de Four Squares, cuando apenas estaban dejando atrás el acné, y que son el origen de esta película, y es más, nos dan una explicación evidente de por qué “El ataque...” queda tan absolutamente inconexo y a veces pierde sentido: “Tomates asesinos” y “Babusuland” (estas obras maestras del corto amateur de todo a cien) son dos historias que no tienen nada que ver la una con la otra, y que fueron explotadas, cribadas y rodadas de nuevo en una sola historia, la del largo que ha pasado a la historia, pero que sin embargo son infinitamente mejores por separado.



“TOMATES ASESINOS”: es un corto de apenas 15 minutos rodado 3 años antes para una asignatura de la universidad, que resume la historia del ataque de los tomates mutantes, la trama del Pentágono y el contraataque del ejército, todo ello rodado en 8 mm., con una imaginación desbordante, con maquetas de corcho y tanques El paracaidista con la... ejem... guapade juguete, con los 4 mismos actores haciendo todos los papeles, y en definitivia, una historia buenísima, dos veces buena por lo breve, y que a pesar de lo paupérrimo de su factura deja a la película madre como un largo innecesario y a la altura del brócoli.



“BABUSULAND”: el título completo de este corto de media hora es “Gone with the Babusuland”, y en los primitivos, originales y cachondos créditos nos aclaran que es una versión reducida de una película amateur (que no aparece en el DVD) llamada “Do they accept travelers checks in Babusuland?”. Este corto está rodado en 1970. Con una precariedad de medios pasmosa, con unos efectos visuales similares a los logrados por Segundo de Chomón 80 años antes (de hecho, “Babusuland” es cine mudo, para que os hagáis una idea del poco presupuesto que manejaban), y sin embargo perfectamente facturados y perfectos. Durante el rodaje, los cuatro mismos Four Squares hacen de casi todos los personajes, se juegan la vida disparándose balas de cera para conseguir el mayor realismo, asaltando con cámaras ocultas un centro comercial disfrazados de soldados del ejército, se dejan atropeyar de verdad para que parezca que han sido atropeyados, y en definitiva, desprende una altísima sobredosis de pasión por el trabajo que tenían entre manos.

La historia es lo de menos, aunque no deja de ser una brillante y disparatada aventura policíaca y de suspense hitchcockiana muy lograda. Lo impresionante es el derroche de imaginación y pocos medios empleados, desde los créditos (letras de papel recortadas sobre una cartulina que se mueven mediante la técnica de stop-motion) hasta los gags, como ya he dicho, adelantados a su tiempo y similares y en ocasiones muy superiores a algunas de las chorradas de películas como “Top secret” o “Aterriza como puedas”. Y todo ello rodado por cuatro nerds recién salidos del college hace 34 años.



Como ya he dicho, “El ataque de los tomates asesinos” no es sino un batiburrillo de los mejores personajes, situaciones y chistes de ambos cortos, hilados de mala manera y con poco éxito para intentar que ambas historias tengan un nexo de unión. Y adornado con chicas guapas, mejores colores y sonido, números musicales un tanto absurdos y tonterías varias (como la constante publicidad de la tienda de muebles). Me quedo de lejos con los cortos, especialmente con el inenarrable y divertidísimo “Babusuland”.

Comimos tomates en lugar de palomitasY sólo nos reimos con los extras

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