
Me terminé "Mindundi" un poco como quien se acaba un plato de guisantes fríos, por no dejar cabos sueltos pero sin demasiado interés. Está lleno de imágenes hermosas y frases brillantes, esas mismas perlas que despertaron mi entusiasmo en "Subnormal", pero la trama me pareció insustancial y no podía interesarme menos todo lo que acontece en torno al protagonista. Otro tipo hastiado, conformista y cínico que pasa por la vida como la bola de un fipper, pero esta vez un treintañero con un trabajo idiota que tiene a su madre como insoportable inquilino y que una noche se encuentra con un viejo compañero de trabajo y se van de fiesta, tantean a las adolescentes, se ponen de eme, cuernos, resacas y así, poco más. Demasiado cercano al espíritu "Historias del Kronen", todo demasiado melifluo y vago, avanzando lenta y atropelladamente aunque, insisto, a partir de un buen puñado de imágenes hermosas y verdades que te entran dentro como una pelota de béisbol por la uretra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario