Vi
"Pepón es g(u)ay" en Youtube, una tarde. Y la vi entera, de principio a fin y sin saltarme nada. Tumbado y pensando en mis cosas, eso sí. Por esas mismas fechas, recuerdo que vi algunas películas low cost españolas y algunos #littlesecretfilms de hornada reciente. Contemplando aquello con cierta intriga algunas veces, y con verdadera indignación la mayor parte del tiempo. La crisis ha traído toneladas de despidos, dramas familiares, migraciones, suicidios y también la idea de que a cualquier cosa se le llama película hoy en día.
Si destaco en el post la de Pepón, es porque algún título tengo que poner, porque al menos no disfraza su divertimento vespertino de cine (sino de "documental entre paréntesis"; cosas del post-humor), ni tiene pinta de que vaya a sacar el DVD. Y porque la vi entera, no porque me gustara, que me hace más ilusión recibir a mis propias amigas en mi propio piso de soltero malasañero que mirar a otro por un agujerito. Pero este post va sobre el cine lowccost en general. Porque he visto algunas más. Tengo que decir que
"Todos tus secretos", de Manuel Bartual, es un ejercicio digno y entretenido (...pa' ser congelao).
"Neuroworld", la peliculilla de Borja Crespo, es la mejor del lote, claro que Crespo tiene callo y está basada en los tebeos de Miguel Ángel Martín, que me gustan a mí más que a un tonto unos recortes sociales (y además se nota la preproducción y la traición a los principios al littlesecretfilmismo). También me distrajo ligeramente
"Undo infinito" de Álex Zinéfilo, y
"Manic pixie dream girl" también la vi casi entera. El resto de ¿películas? de este tipo que he visto (como digo, si es que aguanté más de cinco minutos) me llevaron de la incomprensión a la indignación. No entiendo por qué Jordi Costa, el crítico de cine al que más admiro y con el que más comulgo (bueno, creo que es el único al que leo alguna vez), decidió hacer esas dos películas marcianas, parsimoniosas, simbólicas y feístas, si no es para poner a prueba la paciencia del espectador. O para vilipendiar al propio cine, que también puede ser.
"Desmadre en la noche de la quietud" es un insulto al espectador, confeso y orgulloso, como coartada para disimular la incapacidad de hacerlo mejor. Igual que la mayoría de las otras ¿películas? de este tipo que tuve arrestos de mirar por encima. Efectivamente, me da un poco de rabia todo esto. No son ni siquiera "cortos alargados", como se decía antes, sino un mero alimento para el ego, que en general gira en torno a jóvenes absolutamente faltos de ideas y de talento. El cine low cost, esta gracieta para tener casilla en imdb, para mentirse a uno en el currículo, para desactivar el arte sin querer. Qué cosa más hipster, qué digo hipster, más post-Windsor y más molesta. A mis brazos, Boyero.
En fin. Que me consta que existe el cinelowcost, y que una vez perdí el tiempo con esto. El cine low cost... esconder cuchillas de afeitar en los potitos del supermercado... Cosas que hace la gente.
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