Al margen de las mil y una colecciones oficiales de Spider-Man en Marvel Comics (Amazing, Spectacular, Friendly neighborhood, Marvel Adventures, Marvel Knights, Superior, Avenging, Team-Up, Sensational, 's tangled web, la de McFarlane, Web of, tiras de prensa, Peter Parker, etc etc, tantas que no me apetece ni poner cursivas), existe una coleccion poco conocida, y que alcanzó hasta los 57 ejemplares.
Spidey Super Stories era un tebeíto infantil-juvenil (viñetas grandotas, diseños claros, argumentos bobos, colorinchi a saco) que estaba inspirado tanto en la colección oficial y regular (
Amazing Spider-Man) como, ojo al dato, en la sección del mismo nombre dentro del espacio televisivo
The Electric Company. Esto fue un cajón de sastre de la televisión matinal sabatina norteamericana de los setenta, un intento de duplicar el éxito de
Barrio Sésamo en la tele pública.
The Electric Company contó con 6 temporadas (780 emisiones), y era un carrusel de sketches educativos y dibujos animados ñoños (a destacar la surrealista y maravillosa
The Adventures of Letterman, sin desperdicio). Entre ellos, destacaron los protagonizados por un tiparraco sosainas y mudito disfrazado de Spider-Man (hablaba en bocadillos de texto), que daba lecciones de moral y civismo a los nenes y a la pandilla del barrio (lo previsible, un remedo de Ruth, Julián y Chema el panadero interraciales), al tiempo que combatía a supervillanos inverosímiles y promocionaba estos tebeos que se vendían en los kioskos. Juro que no me estoy inventando nada de esto: de hecho, se calcula que se emitieron cerca de 400 episodios de esta pantomima de Spiderman para críos, y
en Youtube hay unos cuantos.
El caso es que la colección de tebeos que aprovecharon para vender al tiempo (entre 1974 y 1982, cuando el programa ya no existía), no tiene desperdicio, y me atrevo a afirmar que es imprescindible para el fan del
trepamuros. Aunque las historietas y los textos son evidentemente ñoñas y sencillísimas, los dibujos y
las portadas son una joya pop. Maestros del arte secuencial como Don Heck, Mike Esposito, Roy Thomas, Jim Salicrup, Jim Shooter, Ralph Macchio, ¡John Romita padre!, ¡Sal Buscema! o ¡¡Bill Mantlo!! estuvieron implicados, y eso son palabras mayores. Muchas portadas homenajean a carteles de películas, y ese tipo de guiños me chiflan y no se han dado mucho en el Universo Marvel (dejando aparte a Deadpool). En una portada vemos a Kingpin destruyendo con sus manos las
Torres Gemelas, con lo flipante que resulta eso en estos tiempos post 11-S. El desfile de personajes es impresionante, abundantísimo (Iron Man, Hulk, mutantes y vengadores o la exuberante y reina del pop Spiderwoman son habituales), tanto del UM "real" como esos increíbles y surreales pijameros rarísimos que salían en el programa de la tele, lo que hacen de esto un batiburrillo muy refrescante. Además, en los interiores de portada y contraportada, en blanco y negro, se narraban secretos y detalles curiosos sobre las habilidades, biografía y gadgets de Parker y sus amigos y enemigos, en forma de tebeítos explicativos maravillosos. Por si todo esto fuera poco, las contraportadas también incluyen pin-ups y contenido adicional coleccionable delicioso. En serio, Spidey Super Stories es la colección más bizarra y olvidada de Spiderman, ¡y es una obra maestra! Vale, las historias son flojas, pacatas y con un tufillo educativo que aprobaría el mismísimo Petete, pero son divertidísimas y muy locas. Spiderman lucha contra animales del zoo, contra vaqueros, marcianitos verdes con antenas, muñecos de ventrílocuo, grafiteros gamberros, brujas pirujas, rufianes, pillos, devoradores de planetas y apandadores del montón. De todo. A un ritmo frenético, con varias historias en cada tebeo (que además avanzan en episodios breves, a golpe de cliffhanger, todo muy mascadito para todos los públicos). Una maravilla.
No me he leído los 57 números, pero avanzo a buen ritmo, y me siento un experto políglota, porque el nivel de inglés es de hostelería (¡otro aliciente!, ¡todo mola!). He destacado en la imagen el primer número, porque en él Parker comparte protagonismo con la mismísima The Electric Company, es decir, los chicos del barrio (no-Sésamo) del programa, y les ayuda a salvar al mundo, en otro ejemplo de cruce entre personajes Marvel y estrellas de la televisión de esos que tanto me gustan, en la línea de
Los Vengadores vs David Letterman y
Spiderman vs el Saturday Night Live.
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