miércoles, 3 de abril de 2013

Los proyectos Manhattan (Jonathan Hickman y Nick Pitarra, 2012)

En el próximo Saló se publica en tomo "Los Proyectos Manhattan", una serie limitada de Image obra de Jonathan Hickman que me agencié por ahí y que he terminado de leer esta mañana temprano. Una de esas inconcebibles series de Image que no solo no llevan a una tetona semidesnuda en portada, sino que no sale una tía en sus doscientos y pico de páginas; y que no están concebidas para purulentos adolescentes de Iowa, sino que pegarían más dentro del sello Vertigo. Nos cuenta la intrahistoria secreta de lo que sucedió realmente con el Proyecto Manhattan, aquel que dio como resultado la invención de la bomba atómica, el Enola Gay, la destrucción de Hiroshima y el miedo a Godzila. Es un curioso ejercicio de especulación distópica, que nos lleva a una época oscura de la historia política norteamericana, que empieza con la Guerra Fría, el Telón de Acero, la Guerra de las Galaxias y todo aquello, pero narrado en forma de pastiche extremo, donde Robert Oppenheimer ha sido sustituído por su hermano malo caníbal y devorador de almas, Einstein es un borracho viajero espaciotemporal, Enrico Fermi es de otro mundo, Franklyn Delano Roosevelt es una inteligencia artificial electrónica, el presidente Truman un francmasón pirado que organiza orgías con ovejas, el ejército ruso son robots de rostro pulposo, los nazis se suicidaron en masa, los extraterrestres están entre nosotros como si la Tierra fuese el coño de la Bernarda... El batiburrillo se convierte en una parodia punk al poco de empezar lo que prometía un interesante análisis histórico al estilo de lo que hace Alan Moore, y todo queda en un sano cachondeo que entretiene sin más. Me gusta especialmente el dibujo del tal Pitarra, que recuerda bastante al primer Quitely y al 2000AD de los noventa, con grandes aciertos visuales y creativos: esta distopía conspiranoica se convierte casi en un nuevo infragénero, al llevar la maquinaria nazi y los avances científicos de la época Roosevelt-Truman al extremo, desarrollando algo parecido a lo que hace el steampunk con la época victoriana; podríamos estar ante una de las primeras muestras que nos da el cómic de... ¿enolapunk?

No hay comentarios:

Publicar un comentario