jueves, 18 de octubre de 2007
599. John Cazale
Esta tarde me estuve riendo a mandíbula batiente con el último episodio de los Simpsons (19x04, I don't wanna know why the caged bird sing), recién descargado su video y sus subtítulos. Yo hace ya un par de años que recuperé la confianza en la serie (una vez superado el trauma del fallecimiento de la voz genuina en español de Homer, el maestro Carlos Revilla, que yo sigo pensando que es la mayor tara que hemos encontrado los fans de toda la vida, y el único motivo que ha hecho que en España la serie haya perdido a casi toda una generación de espectadores), aficionándome después de un par de sesiones maratonianas a la versión subtitulada. Recuperé el espíritu, y no puedo ocultar que lo hice feliz, descubriendo a mi alrededor a centenares de personas equivocadas, desencantadas, que buscaban justificaciones absurdas para su abandono del militantismo simpsoniano después de años y años de fidelidad, amparándose en una sobadísima y límite colección de excusas, tales como una supuesta degeneración de argumentos, deslegitimación de personajes y diálogos, ridiculización de situaciones, infantilización progresiva e incluso el abrazo ciego a otro tipo de infraproductos de explotación for dummies a los cuales consideran más modernos y políticamente incorrectos, y que en mi opinión no son más que un desfile de gilipolleces fusiladas de la serie de Groening y compañía, mal disfrazadas de frescura, originalidad y transgresión. El nuevo orden de cosas parece haber relegado a los Simpsons a una parcela de público habitada bien por fanáticos nostálgicos irredentos, bien por niños sin sesera ni criterio. La mayoría de la gente de mi generación con la que hablo del tema, parece convencida de que "la serie ahora es una mierda", y que los citados subproductos copiones de inclasificable catadura y de ínfima producción son el acabóse, lo más de lo más. A mí me da igual que la gente se consuele adaptando este tipo de posturas, y de hecho creo que en cuanto recuperen el ritmo se arrepentirán del tiempo malgastado... Además, creo que es signo de los tiempos que corren. Por este tipo de errores generacionales luego pasa lo que pasa, y ya vendréis lloriqueando cuando sea tarde. Y de hecho, a mí me hace hasta ilusión descubrir que los Simpsons son, al menos en España y para el target de población al que yo pertenezco, una serie de culto otra vez. Me hace sentir muy bien.
El caso es que yo hacía tiempo que no me reía tanto como con el último episodio de esta temporada en curso, el que citaba al principio del todo, y al que pertenece la imagen de arriba. El episodio narra cómo Marge se ve atrapada en medio en un atraco a un banco, y es tomada de rehén junto con otros personajes, como Hans Topo, Krusty o Julius Hibbert. Toda esta escena es un homenaje a una de mis películas favoritas de todos los tiempos, "Tarde de perros", una de esas películas que el cuerpo me pide revisitar al menos una vez al año. Uno de los atracadores no es otro que el finado y mítico John Cazale simpsonizado (no sé quién será la voz detrás del personaje), y el otro atracador es un tipo llamado Dwight, "interpretado" por otro de mis actores fetiche, Steve Buscemi. Otro tipo bastante odiado por mucha gente de mi entorno, por cierto, y al que no he pillad nunca en un renuncio, actuando en una mala película o ejecutando un solo gesto fuera de tono. No revelaré mucho más sobre el argumento, pero tampoco importa. La cuestión en este episodio, y en general en todos los episodios de los Simpsons, no es lo que pasa, sino cómo pasa, las docenas de chistes y guiños ocultos y las tonterías que hacen los personajes principales. Y por supuesto, el ritmo y la factura, que sorprendentemente sigue mejorando. Este episodio está plagado de secuencias y frases brillantes. Os aconsejo verlo, por supuesto en versión original subtitulada, y ya me diréis si no es una joya de la animación, y me tendréis que reconocer que todo eran prejuicios.
El papel de Homer en este episodio es divertidísimo, empezando por un par de situaciones en las que nunca antes se le había visto, pero que no desentonan ni malogran en absoluto al personaje, sino que lo redimensionan. El jefe Wiggum está más bobo que nunca, y tiene un par de gags muy cachondos (como ese momento en el que se pone a revisar los extras de "El negociador" para ver cómo afronta la situación del atraco). En general el episodio es muy sencillito, recuperando aquellos primeros episodios, tradicionales y costumbristas, en los que toda la grandeza estaba en los personajes, sus voces y sus salidas de madre, y no en rebuscados y complicados argumentos odiseicos.
Yo lo que venía a decir basicamente es que me he reído mucho (no quería hacer de abogado de nada ni convencer a nadie, y además no estoy inspirado, ni mucho menos; que cada uno vea y opine lo que le salga del pie, y si le hace más gracia el cacaculopedopismo cacique, pues allá él y que lo disfrute), y eso es todo lo que le pido a los Simpsons. De hecho ultimamente me pasa realmente muy poco, me resulta imposible encontrar un producto con el que poder disfrutar, y mucho menos con ninguna serie de televisión. Y después de 400 episodios creo que los Simpsons no ha perdido nada de su encanto, y simplemente se ha tratado de amoldar a un nuevo público y evolucionar, dándoles también a los nuevos espectadores con qué identificarse, y aquello que quieren ver. A mí desde luego me lo sigue dando.
Repito, uno de los sitios donde se puede descargar es aquí.
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Será por la labor misionera de Fruno que he vuelto a seguir la saga simpsoniana (me vi la peli y la puse en mi ranking shadowliner y, si estoy en casa, suelo ver las nuevas entregas que pone A3 por la noche los finde).
ResponderEliminarTal vez mi problema con LOS SIMPSONS sea parecido al que me ocurrió en su momento con la cuadrilla de Hannibal Smith (que seguía básicamente por Murdock -mi alter ego en la serie- y por la primera de las chicas -Melinda Culea-). Que a la billonésima repetición de los mismos episodios, la cosa empieza a cansar.
De ahí que aplaudiese la aparición en La Sexta de FUTURAMA, serie que tenía mucho menos trillada y donde hay un montón de personajes que me molan (mis sex symbols Leela y la oriental, el crustáceo llorón, el apergaminado Fansworth, el bloggero honorario Bender y mi alter ego el alien verde de melancólica faz, amén de mi dios Nixon, aún más Dios gobernando el planeta desde su frasco de cebolletas en vinagre).
Reconozco que me mosquea algo en las series de Mac Farlane que una me siga embelesando (aunque a la quinta reposición de cuando Stewie se encuentra consigo mismo de adulto en el futuro directamente cambio de canal -las series de Groening aguantan mejor la prueba del reencuentro-) y otra (AMERICAN DAD) sea algo infecto, architópico y claramente escrito sin más intención que sacar dinero a ver si cuela.
En cambio, tanto LOS SIMPSONS como FUTURAMA son dos series modélicas. Tras leer las diversas reivindicaciones de Fruno y también por mi creciente reblandecimiento emocional (si me trago LOS PUENTES DE MADISON o TOOTSIE con delectación ¿por qué demontres voy a criticar el nuevo sesgo de LOS SIMPSONS?), ya no veo tan mal la pérdida de causticidad en los guiones y ese toque slapstick ternurista de las últimas temporadas.
De cualquier manera, para mí FAMILY GUY siempre tendrá el hallazgo capital de Stewie y de esas dos hembras tan sumamente apetitosas como son Lois y Meg Griffin (justo las marsupialas que me encandilan y sulibeyan).
Y sigo odiando con irreversible furor SOUTH PARK. Ahí sí que la incompatibilidad es absoluta.
La duda me corroe: ¿me linka usted porque no me gusta Family Guy o porque me gusta South Park? Sin ánimo de entrar en banales polémicas: he aprendido a respetar a quienes adoran Family Guy, aunque no lo entiendo ni remotamente.
ResponderEliminarYo en realidad también lo respeto, y veo Family Guy, y me río con uno de cada ciento cincuenta sketches que salen, pero dista de los Simpsons más o menos lo mismo que los Serrano.
ResponderEliminarY te enlazaba porque me gustó esa frase de "no deja de darme la impresión de que la mayoría de los fans de Padre de Familia lo son porque aún no han superado el destete de ver un cartoon soez y procaz". A eso me refería con lo del cacaculopedismo, es lo que quería decir, pero tú ya lo habías dicho mejor. Y para quien no lo hubiera hecho se leyera también la ristra de comentarios, que tienen su gracia... ... Aunque también es verdad que espero explicaciones, ese post acerca de que South Park es mejor que los Simpsons... A mí sí que me gustan más que Padre de Familia, y superada precisamente esa fase anal creo que tienen episodios divertidísimos. Precisamente, ése en el que rinden cariñoso y humilde homenaje a los Simpsons es de quitarse el sombrero.
En definitiva, que te linkaba por la colleja a Family Guy, y sólo por eso. Conste.
ResponderEliminarPara no parecer un fóbico arbitrario, explicaré el origen de mi manía a SP.
ResponderEliminarEn este blog yo mismo he comentado lo erróneo de identificar un creador o una obra de creación con gente espantosa que la proclame, la recomiende y la difunda con ardor. En mi caso, entono el mea culpa por caer de bruces en ese error pero la impronta con que descubrí SOUTH PARK me resulta tan indeleble en mi psique como la poción mágica en el metabolismo de Obélix.
Durante una tarde bastante irritante con la Petí Clodén (justo cuando comenzaba a emitirse la serie) y un novio tontiloco suyo, ciberfreak y maltratagatos (fue por lo que lo dejó no mucho después, por maltratarla psicológicamente haciendo daño físico a sus gatos -vamos, de peli de Solondz-), pues me estuve tragando toda una serie de afirmaciones de snobismo indiepopy megatotal chupiguay (como de joven neoilustrado de los que salen en los anuncios del Metro del diario PUBLICO) que también me produjo otras fobias (a los Volkswagen escarabajo new look que parecen coches de juguete gigantes -el coche definitiiiiiivo-, o las librerías de libros en inglés -porque ellos sólo leían al parecer libros en inglés, como que el español está out y tal, por fa-). Durante un buen rato estuvieron cantando las excelencias de SOUTH PARK y creo que nunca podré obviar los ecos de aquella infausta tarde al mentar alguien la dichosa serie. No soporto la estupidez pero la mezcla de esnobismo + estupidez de gente muy cortita que se cree genial saca mis instintos más predadores y celinianos y clamo por un Karadzic justiciero que se lleve a toda esta gente a Serbobosnia y les muestre el sentido de la vida en plan HOSTEL.
Intenté, de todas formas, por un prurito de objetividad, ver un episodio cierta madrugada, en plan experimento científico. Salía una especie de rabino gigante o de Jehová gigante (como la madre de Woody Allen en "HISTORIAS DE NY") y se me acabó de atravesar. En aquel momento habían hecho los israelíes alguna putada especialmente gorda y mi tolerancia hacia las gracias autopromocionales judeoyankees era baja, muy baja.
No sé, si SP la hubiese descubierto en otras circunstancias o de la mano de alguien que no me cayese mal, la impronta sería muy otra.
Pero así es la vida.
Tarde de perros forma parte de las pelis setenteras sublimes sobre Nueva York: Serpico, Pelham uno dos tres, La serpiente emplumada, etc...esa imagen de ciudad presa del caos, a la deriva, generaba buen cine casi por si misma. Luego vino Giuliani, la higienización y... Sexo en Nueva York
ResponderEliminarVeo tus cartas (bueno, alguna tengo que verla; "La serpiente emplumada" ni me suena) y añado por supuesto "Taxi driver", "The Warriors" (y "Los guerreros del Bronx", etc.) y Canción triste de Hill Street, una serie que aunque no veo desde que tenía 8 años, marcó profundamente mi iconografía visual urbana y me convirtió en un fetichista de los callejones, las alcantarillas humeantes, las berlinas de policía de hojalata que salen volando y se estrellan unas contra otras, y sobre todo los "escalextrics" urbanos, los tamizados de autopistas repletas y esos hermosos puentes elevados que atravesaban plazas como la madrileña de Cuatro Caminos, y que me lo quitaron, los cabrones. Qué bonitas también las escaleras de incendio externas de los edificios cochambrosos. De esas tengo alguna cerca de casa. También esos pasillos que enlazan un edificio con otro, como trenes colgantes, son preciosos y los están eliminando. Queda alguno en la Avenida de Barcelona de Madrid...
ResponderEliminarLas novelas gráficas de Will Eisner y las pelis de Woody Allen también son fascinantes, aunque están a medio camino entre aquellos y el NY del medio-hombre de Giuliani.
Volviendo a South Park, yo sí he encontrado mucha diversión en la serie, una vez sobreseída y obviada su simpleza y sus chistes gruesos porque sí. Tiene momentos memorables. Personalmente, como siempre, me gustan más las pequeñas cosas y las historietas entrañables que cuentan a menudo, que sus mecagoendiós y en Saddam. Tiene su aquél, de verdad. Una pena que te llevaras ese trauma, tan comprensible por otra parte.
Os olvidais de PANICO EN ECHO PARK (con Pacino de drogota) y dos joyas lemmonianas (SALVAR AL TIGRE -dirigida por John G. Avildsen, que también haría, en un registro completamente distinto, el primer ROCKY- y EL PRISIONERO DE LA 2ª AVENIDA), todo muy representativo (junto con la magistral NETWORK) de la angustia con que los usacos vivían la crisis postWatergate que tan bien refleja Marvin Harris en su ensayo LA CULTURA AMERICANA CONTEMPORANEA y que no se solventaría hasta la inyección de autoestima letal que supuso la llegada de Reagan y los bonos basura.
ResponderEliminarSobre SP, La Petí Clodén es lo que tiene. Provoca traumas y eso. Por fa.
"Pánico en Needle Park", dirás, ¿no? Pacino chutándose y con esa venda roja en la cabeza, es todo lo que recuerdo. Esta la vi hace también como 20 años, y no era el momento.
ResponderEliminarXacto. Lo de ECHO PARK ¿de qué me suena? ¿Hay alguna canción famosa? Siempre que recuerdo esa peli se me va la mente a lo de ECHO.
ResponderEliminaroleeeeeeeeeeeeeee, como me ha molao la foto del mozo....tiene morbo y eso que ami no me van los tios repeinaos, pero, no voy a hacerle ascos a semejante preciosidad de hombre......me gustaaaaa...
ResponderEliminarPor cierto Los Simpson for ever......"Spider cerdoooooooo, spider cerdoooooooooooooooo"
Reconozco que a mí me pasó algo parecido a lo que denuncia Fruno: con el cambio de doblaje me llegó la desilusión ,y luego me daba la impresión de que la serie había empeorado. Como más tonta, como si hubiesen cambiado a los guionistas, como si fuera ya una tardo-explotación de la serie original. Pero tal vez sea, simplemente, que me empecé a cansar. Con esto pasa como en todo: uno se vuelve viejo y desencantado y cae en la trampa de los viejos y desencantados, eso de que "cualquier tiempo pasado fue mejor", y "qué buenos eran los comics antes y la televisión de antes y los fanzines de antes".
ResponderEliminarPor otra parte, Futurama sucedió por fortuna a Los Simpsons en mi podio de gemas televisivas, con un universo y unos personajes impagables.
Las dos series me siguen pareciendo de lo mejorcito que ha pasado por la televisión. Y de South Park nunca he visto un episodio entero...
Fruno, una cosa: tú lo de las descargas con rapidshare ¿cómo te lo montas? ¿Pagas cuota? Porque yo, que voy de pobre, tengo que hacer las consabidas esperas de 3 horazas entre descarga y descarga, y con tantas cosas jugosas que me voy encontrando es un sinvivir.
ResponderEliminarPago, pago. 7 € al mes, la VISA ni se entera.
ResponderEliminarEsas también, señor Márquez, la lista no era exhaustiva, esas también recogen esa impresión de herrumbre y bancarrota.
ResponderEliminarHechas las verificaciones pertinentes, Plataformax, la peli se llama Q, la serpiente voladora, y va de un bicho azteca escondido en el rascacielos Chrysler que se dedica a comer neoyorquinos. Así dicho resulta una sandez, pero hay paranoia, chorizos de medio pelo y burócratas pendientes del presupuesto con los que me identifico mucho
" Qué brasa me está dando hoy el gato..."
ResponderEliminar¿En qué consiste su brasez? Me has dejado con la curiosidad.
Es que tragarse 400 episodios de una serie, que además son autoconclusivos y repiten periódicamente gags (Homer hace una tontada, Bart una travesura, Lisa tiene un arrebato inteletualoide...) ya no es ser un fan de una serie... es estar obsesionado.
ResponderEliminarHasta los animadores que trabajan en la serie se acaban cansando. Es uno de los motivos por los que Groening creó Futurama, que permitía contar historias en un universo (nunca mejor dicho) mucho más amplio y con situaciones más fantásticas, que permitieran lucirse a los animadores.
"Family Guy" me parece una mierda. Acumulación de gags idiotas uno tras otro. Claro, alguno es gracioso de pura casualidad. Y muchos chistes son dificilmente entendibles por público que no sea estadounidense (ejemplo el famoso "Zas en toda la boca"). Pero tanto da. Logran que quede aún más mongólico el humor al doblarse al spanish, que parece ser lo que gusta.
el zurdo dijo...
ResponderEliminar" Qué brasa me está dando hoy el gato..."
¿En qué consiste su brasez? Me has dejado con la curiosidad.
El gato de Fruno debe de ser uno de esos "espíritus familiares" que acompañan a los brujos. Yo creo que le susurra al oído sus posts más anfetamínicos.
Gracias, Fruno, respiro más tranquilo. Lo de que South Park es mejor que los simpson es una boutade de las mías, no hay ni criterio comparativo ni nada que se le parezca, aunque si quiere algo más específico tiene en elitevisión una somera introducción a la serie y redundo un poco más en el inexistente conflicto Simpson vs. South Park
ResponderEliminarhttp://www.elitevision.tv/category/south-park/
Ahí espero ir poco a poco desvelando los porqués de mi fascinación por la serie.
Para los fans de Futurama, el lunes mismo comenzará el análisis en Elitevisión, episodio a episodio, de la serie.
Y perdón por el spam, pero creo que la cosa merece la pena, no?
Todavía no he curioseado casi por el proyecto ése de Elitevisión, esa especie de Wiki-blog colectivo.
ResponderEliminarY lo de mi gato, es que está muy pesado ultimamente. Me está todo el día rondando, y maullando, pero a todas horas, incluso se pone a gritar a las cinco de la mañana a mi lado, y no sé qué quiere. Yo creo que está bien, pero no sé si quiere jugar conmigo porque le tengo demasiado mimado, o que le tengo muy abandonado porque ultimamente estoy muy poco en casa, o qué demonios le pasa. Una amiga me recomendó que le busque un gatito para que le haga compañía, ya os lo dije, y yo creo que esta semana me voy a poner a buscar anuncios de gente que regale crías.
Joder, me han invitado a una obra de teatro amateur aburridísima dentro de una hora, y no me apetece nada. Yo creo que voy a fingir que estoy enfermo, y me voy a tirar toda la tarde en casa en gayumbos viendo películas, porque no he parado ni media hora despierto en casa en toda la semana. Se me acumulan en el E-Mule Upcoming las películas eróticas de nazis y los documentales seminales de cine que descargué como loco estos días.
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