Niño o niña, lo seguro es que es mas bizca que Sabrina. El lagarto tambien tiene delito. Sobre todo, esos ojos ta naturales. Solo falta que se le salte y le quede colgando de un alambre tipo muelle. Lo que me tiene carcomido es el tocado que lleva que no se si es sombrero o pañuelo. Una foto excepcional, Don Fruno. Felicidades.
En esa foto se intuye un posible drama familiar de una truculencia inaudita. ¿Qué clase de padre le saca a su retoño una foto tan grotesca?. ¿Un Norman Bates socializado?.
Atentos coleccionistas compulsivos. Me he bajado todo de SHANGRI-LAS incluido el trabajo en solitario que sacó este año Mary Weiss, pero se me resisten estas canciones:
Twist & Shout
Shout
So Much In Love
Good Night My Love (Pleasant Dreams)
You Can't Sit Down
Si alguien las tiene en mp3 o en cd audio y las puede pasar a mp3 y mandármelas al privado en attachés, pues se lo agradecería.
En un vinilo tenía dos de ellas pero me gustaría pasarme todo a cd, porque así lo tengo clasificado cronológicamente y le saco más jugo con los plugins del Winamp.
En el siglo 19 no había tanta tontería con los niños: con doce años se era guardamarina si eras chaval y con la edad de esta cría te subías encima de un cocodrilín.
Y a la edad de ese cocodrilín, que se le ve todavía preadolescente, podías ser montado por una cría. En efecto, en el XIX no había tanta tontería con los menores en general, incluidos los escamosos.
Nada más cool que alguien disecado. Me estoy acordando de una escena de EL CLUB SOCIAL DE CHEYENNE cuando Henry Fonda está bebiendo unos tragos con un charlatán vendedor de tónicos y su reclamo, un viejo inmemorial, que no se mueve y que al final, resulta que pasó de la semivida en que lo mantenía el brebaje a la muerte definitiva, eso sí, ya medio embalsamado.
Esta foto deja a LOS OTROS a la altura de HEIDI.
ResponderEliminarEres tú, Fruno? digo el niño
ResponderEliminar¿Pero no es niña? O, al menos, Lovecraft impúber.
ResponderEliminarNiño o niña, lo seguro es que es mas bizca que Sabrina.
ResponderEliminarEl lagarto tambien tiene delito. Sobre todo, esos ojos ta naturales. Solo falta que se le salte y le quede colgando de un alambre tipo muelle.
Lo que me tiene carcomido es el tocado que lleva que no se si es sombrero o pañuelo.
Una foto excepcional, Don Fruno. Felicidades.
¿A que mola? No soy yo de Sailor Moon en parvulitos, no, pero no me iportaría.
ResponderEliminarEn esa foto se intuye un posible drama familiar de una truculencia inaudita. ¿Qué clase de padre le saca a su retoño una foto tan grotesca?. ¿Un Norman Bates socializado?.
ResponderEliminarEso s� que son zapatos de piel de cocodrilo y lo dem�s, mariconadas.
ResponderEliminar¿Bates? ¿Pero el bicho no estaba vivo? Menudo chasco... Y yo creyendo que el niño-niña y el lagartón estaban liados...
ResponderEliminarAtentos coleccionistas compulsivos. Me he bajado todo de SHANGRI-LAS incluido el trabajo en solitario que sacó este año Mary Weiss, pero se me resisten estas canciones:
ResponderEliminarTwist & Shout
Shout
So Much In Love
Good Night My Love (Pleasant
Dreams)
You Can't Sit Down
Si alguien las tiene en mp3 o en cd audio y las puede pasar a mp3 y mandármelas al privado en attachés, pues se lo agradecería.
En un vinilo tenía dos de ellas pero me gustaría pasarme todo a cd, porque así lo tengo clasificado cronológicamente y le saco más jugo con los plugins del Winamp.
¡Gracias, Fruno!
ResponderEliminarDe nada. Tú y yo tendríamos que hablar más, me cago en la mar... ...
ResponderEliminarEn el siglo 19 no había tanta tontería con los niños: con doce años se era guardamarina si eras chaval y con la edad de esta cría te subías encima de un cocodrilín.
ResponderEliminarY a la edad de ese cocodrilín, que se le ve todavía preadolescente, podías ser montado por una cría.
ResponderEliminarEn efecto, en el XIX no había tanta tontería con los menores en general, incluidos los escamosos.
Igual es uno de esos animalicos disecados del museo zoológico de Madrid, que ya no les viene de un abuso más o menos.
ResponderEliminarNada más cool que alguien disecado. Me estoy acordando de una escena de EL CLUB SOCIAL DE CHEYENNE cuando Henry Fonda está bebiendo unos tragos con un charlatán vendedor de tónicos y su reclamo, un viejo inmemorial, que no se mueve y que al final, resulta que pasó de la semivida en que lo mantenía el brebaje a la muerte definitiva, eso sí, ya medio embalsamado.
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