Tía buena del mes (3): Liv
El mes pasado hicimos el post de la chavala del mes con la punta del pijo. De forma chabacana y repentina, dirigimos nuestras loas a unos cuerpos de plástico y unas mujeres más tontas que Pichote; esas cuatro chicas Fontaneda que habitan algunos de nuestros sueños húmedos. Pero este mes que hoy termina es el mes de ponerse meloso. El mes del amor, de las parejas, de regalar bombones, de San Valentín. Un mes en el que los pajaritos cantan y las nubes se levantan, los querubines bailan sonrientes a nuestro alrededor, pétalos de azucena se anticipan a nuestros pasos, una banda sonora de violines suena continuamente de fondo, y primosoros delfines rosita nos saludan al andar.
Así que no quería dejar pasar la ocasión para dedicar unos minutos públicos a Ella, la más bella, más bonita que una estrella, más rica que una paella. Alegre y divertida, inteligente y atrevida, bonita y soñadora, agresiva y seductora. O no. O todo lo contrario. Qué más da. Mientras exista yo la esperaré y no hay que perder la esperanza. Hay un 50% de posibilidades de que me quiere (es sí o no), sólo hay que hacer que la balanza se tuerza un poquita hacia mi favor.Perdón por el arrebato de soplagaitismo infantil, pero es que me gusta todo de esta chica. Me encanta.
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