miércoles, 17 de octubre de 2012

Efectivamente, tal y como creía recordar, la versión cinematográfica de "The running man" no tiene absolutamente nada que ver con la novela de Stephen King. Como suele pasar en estos casos, la adaptación (obra de Steven E. de Souza, escritor y screenplayer de todas las pelis de acción de los ochenta y noventa imaginables) es tan libre que apenas se parece tangencialmente a la obra original. Allí donde Stephen había imaginado un 2025 post-apocalíptico y una persecución a través de todo EEUU de la maquinaria estatal/televisiva (que culmina con un vuelo rasante con avión de pasajeros tratando de ocupar el mismo espacio que el edificio de la empresa audiovisual), "Perseguido" sucede en 2017 (¿?) y se reduce utilizar a los dos personajes principales (Ben Richards y el malvado jerifalte/magnate/presentador Killian) la idea de un tipo acosado por toda la maquinaria para reducirlo a un tv-show en plató en el que los cazadores son una especie de superhéroes jaleados por toda la población que se van sucediendo para tratar de ajusticiar a Arnold Schwarzennegger, y poco más. En la novela, el prota era un desgraciado moribundo, que decide participar en The running man, desesperado, para juntar algo de pasta y que su esposa pueda dejar de prostituirse para llegar a fin de mes. En la peli, al fornido y sanísimo Arnold no se le conocen familiares, y ha sido acusado falsamente de asesinato, por lo que cumple cadena perpetua y la participación en el concurso se le sugiere como alternativa a la prisión incondicional (esa escena inicial, con Arnold en trabajos forzosos y los collares que explotan si se aleja del perímetro, me ha devuelto muchos recuerdos).
A mitad de película, a Arnie le ofrecen convertirse en cazador-estrella, cosa que sucede en la novela al final del todo. La peli recuerda mucho más a un videojuego (de ahí que yo pensase tan férreamente en Flashback), con sus decorados brillantes y sus final bosses, que a la novela, a la que se parece como un huevo a una castaña. Sin embargo, por supuesto, la de Arnie con mono amarillo, los cazadores, la gente enfervorecida mirando la tele, jaleando y posicionándose poco a poco de parte del fugitivo, a lo "El show de Truman", hacen de "Perseguido" una peli memorable. Con ese tufillo impregnado e inherente que llevan todas las películas supuestamente futuristas de los ochenta, que dan un poco de cosa (la idea ochentera del entretenimiento del futuro era llevar mallas plateadas y calentadores, bailando a ritmo de un casiotone).

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