Desde aquí quiero anunciar al mundo entero (me dice mi contador de visitas que a este blog, algunos días, llegan hasta ¡20! despistados, buscando sin duda otra cosa) que ya está a la venta, desde antes de Navidad, la tercera entrega de este fanzine maravilloso en el que colaboro. Ya conté una vez más o menos qué es, así que me limitaré a los contenidos de esta tercera entrega: preciosa portada homenaje esta vez al Sin City de Miller; la fotonovela que da mucha risa y donde aparecen por segunda vez el ligreplatillo volante, un hombre-pez torero o los entresijos de la conspiración nazi para destruir el Universo; la segunda parte de las cartas perdidas de Himmler a Hitler; un detallado estudio sobre los kraken del espacio exterior; y el resto, ahora que me doy cuenta, lo he hecho yo casi todo: la tira de "Cuartel general para 3" (dibujada por Fabulous Goat Boy), la primera ficha personajes, en este caso la exhaustiva ficha técnica de La Mujer Compradora (una señora que salía de fondo en una viñeta del número 1), unos extractos del diario personal del Comisario Mono, cuando apenas era agente de tráfico raso y, atención, el primer tebeo que escribo y dibujo en mi vida, dos páginas que revelan el origen secreto de la Chica Gato.
Obviamente, este tebeíto es una mierdecilla, pero lo hice yo de cabo a rabo, y le tengo mucho cariño. Le tengo mucho respeto al mundo de la historieta, y no he pretendido quitarle el puesto de trabajo a nadie precisamente, pero coño, ¿no hay karaokes, para que vayan los cantantes aficionados? Pues en este fanzinillo me he estrenado como dibujante de tebeos. Probablemente no lo vuelva a hacer. El dibujo es feo, y el guión absurdo y no sé si se pillará el chiste, pero me lo pasé muy bien haciéndolo y me gusta cómo quedó.
Tanto es así que, por si vuelve a pasar por aquí algún visitante más (que a estas alturas lo dudo mucho, y me alegro), voy a colgarlo en exclusiva, las dos páginas a color. Como soy un manazas, lo hice a color, y obviamente al reproducirlo en el fanzine en byn no se entendía nada, así que tuve que volver a rotularlo y cambiar todos los colores por tonos de gris. En el definitivo, en el fanzine, hay algún ligero cambio en el texto, cosas que quizá no se entendían bien. Pero el espíritu está intacto, y el coloreado que hice con el Paint es digno de todo un Steve Oliff. Atención a la tontería:
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