Título original: "Meet the Feebles" (Nueva Zelanda, 1989)
Director: Peter Jackson
Actores (doblaje): Donna Akersten (Samantha), Stuart Devenie (Sebastian / Dr. Quack / la vaca Daisy / Sandy el pollo), Mark Hadlow (Heidi / Robert / Barry el bulldog), Brian Sergent (Wynyard / Trevor / la Mosca), Peter Vere-Jones (Bletch / Arfur el gusano)
Web: tbhl.theonering.net/films/meet_the_feebles.html
Después de ejercitarse en la realización de cortometrajes, y de facturar dos joyas perennes del cine gore-psicotrónico como fueron “Bad taste” y “Braindead”, Peter Jackson se sacó de la manga otra historia paranoica repleta de vísceras, vómitos, sexo enfermo e incorrección política, esta vez rodada con muñecos de trapo, al más puro estilo de Jim Henson; un puñado de teleñecos yonkis, enfermos, putas, ladrones, asesinos y malvados.
Los Feebles es un espectáculo de variedades televisivo para niños, de muchísima audiencia, pero actualmente de capa caída. Su troupe de artistas la forman cantantes, bailarinas, contorsionistas, lanzadores de cuchillos o actores, todos ellos encantadores animalitos de peluche que no dudarán en matar y violar o que venderían a su madre por un huequecito en el show o por un pico de heroína, según el caso.
Por lo demás, Jackson nos cuenta las miserias de cada uno de los personajes, todos ellos interrelacionados y todos ellos a punto de tocar fondo. Desde la morsa dueña del espectáculo, capo de la droga e infiel marido de la principal estrella (la hipopótama ingenua, rechazada y con ataques psicóticos); el reptil politoxicómano lanzador de cuchillos; el ratón director de cine porno desesperado por encontrar rodar con nuevas actrices aunque ellas no lo sepan; los encantadores bichitos peludos de colores que se mean y cagan en todo lo que encuentran; o el ¿gato? presentador, una mariliendre que en secreto adora la sodomía por encima de todas las cosas, y vive reprimido al no poder gritárselo al mundo desde semejante espectáculo infantil.
Curiosa y única en su especie, pero que se queda en un desfasado ataque a la corrección y a los principios establecidos, y que únicamente destaca por estar rodada con muñecos de felpa, supuestamente infantiles, adelantándose así a las decenas de series de animación para adultos que nos innundan hoy en día, y que basan su razón de ser en esa supuesta transgresión del "dibujo infantil que dice burradas". También curiosa para quienes conocen a Jackson sólo por sus adaptaciones de “El señor de los anillos” y desconocen su faceta esquizoide.
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