Voy a tener bastante más tiempo libre este verano, por las tardes. Las aguas han estado revueltas e incluso fangosas estos últimos días en el bar, y a punto ha estado todo de irse a tomar vientos, pero con un poco de paciencia y buen rollo con nuestro intoxicado jefe, hemos conseguido que, de momento, no despidan a A. ni a C. Así pues, hemos reorganizado las cosas de cara a un verano que se prevé duro y escaso en cuanto a beneficios (al menos, hasta las fiestas de
San Lorenzo), y yo que ando más o menos holgado últimamente he sacrificado algunas horas de trabajo a favor de las re-contratadas.
El caso es que este fin de semana voy a disfrutarlo como un trabajador mesurado, dejando pasar las horas entre paseos, copas y risas. Espero. Y el sábado va a ser una jornada de muchas risas. Coinciden en la
Castellana tres cabalgatas, si no me equivoco. Como un duelo de cuadrigas, parece que van a circular de norte a sur la manifa del
Orgullo Gay en comandita con el carrusel-batucada-putoinfierno de
Carlinhos Brown, mientras que en sentido opuesto se dirigirá la Derecha más rancia al encuentro de los alegres y festivos, en su reivindicación a favor de la salvaguarda de las buenas costumbres y las tradiciones familiares, bajo el lema
“Que no se casen los mariquitas”. Tal como nos enseñaron en la
EGB en esos problemas tipo
“si un tren sale de Barcelona a 150 km./h., etc.”, calculo que a la altura de la
Glorieta de Emilio Castelar coincidirán ambas procesiones, y si todo va según pronóstico lloverán yugos, flechas y bolsazos hasta bien entrada la noche. Las banderitas con el pollo acabarán bañadas de rimmel, y las arcoiris ocultas bajo montañitas de caspa. A esa misma hora, empero, creo que me voy a unir a una fiesta que he visto anunciada por ahí, para celebrar la reciente puesta en libertad sin cargos de otro de mis ídolos de todos los tiempos: el rey del Pop, el
Peter Pan de pico de oro,
Michael “Jacko” Jackson. Y de paso, me marco sobre a marcha un textito de fan devoto, que me apetece.
2. MICHAEL JACKSON La historia de
Jacko nos la conocemos todos mejor que la nuestra propia: nació en una familia de 8 hermanos negros como ébano, bastante humildes ellos, y con un padre que le atizó lo suficiente como para convertirle en el gañán pervertido que es a día de hoy. Con 5 añitos, los 5 varones
Jackson formaron un grupo al que ocurrentemente llamaron
The Jackson 5. Triunfaron descomunalmente, con alegres melodías bailongas de
soul chicloso y algo infantil. Por aquel entonces,
Jacko era igualito que
Webster, y tan negro
que tumbado en la carretera se hacía invisible. Sin embargo, al poco tiempo de superar la adolescencia contrajo una extraña enfermedad que le fue clareando los pigmentos de la piel, y antes de los treinta años era tan blanco, el pobre, como
Liz Taylor. Durante los ochentas, la carrera en solitario de
Jacko nos dejó dos de los mejores discos que he escuchado en toda mi vida. O al menos, que yo hubiera escuchado entonces:
“Thriller” y
“Bad” (grabó cinco discos más antes que estos, cuando todavía le carcomían los granos, pero no he escuchado más que las dos o tres canciones conocidas, y yo era muy cani, así que no cuenta; simplemente, decir que era el típico niño prodigio solete al que todos adoraban). Dos auténticas obras maestras del POP en las que
Michael ejerció de
Juan Palomo, y además de componer, cantar como un ángel y lucir su lozano cuerpo, acompañaba con impresionantes bailecitos, como el ‘
moonwalk’, el ‘robot’, el ‘720º
con una mano al sombrero y otra al paquete’ y demás espasmos marca de la casa, que hacían las delicias de toda la chavalería, y que todos intentábamos imitar pero nadie conseguía clavar con su mismo salero. Bueno, con las probables excepciones del delgado de
Cruz y Raya, y de un friqui de mi clase que era un fan de libro y que, lo juro, venía a menudo al cole con un sombrerito de gangster y los pantalones por encima de los tobillos, y al parecer le encantaba encajar las burlas de tropecientos crueles adolescentes cuando le pedíamos que bailara para nosotros antes de subir a clase.
En el primero de esos dos discos
MJ, ya todo un atractivo veinteañero, aparecía en la portada vestido de blanco satén, tumbado con sonrisita y hoyuelo, y cantaba hermosas baladas para amas de casa, salpicadas de sus inconfundibles gritos y jadeos. Pero entre esa colección de canciones en tonos pastel, destacaron por encima de todas, y por encima de casi todos los temas escritos por sus contemporáneos, tres peazo de canciones que se llamaban
‘Thriller’,
‘Beat it’ y
‘Billy Jean’. Y que en pocos meses se hicieron acompañar por impecables videoclips maravillosamente ochenteros que todos tenemos grabados a fuego en nuestras retinas: la pelicula de terror de 15 minutos, obra del mismísimo
John Landis con los zombies bailando tras abandonar sus tumbas, que sigue siendo probablemente el mejor ‘clip de la historia, o al menos uno de los más importantes; o las peleas callejeras de
‘Beat it’, que nos recuerdan inevitablemente a esa preciosa peli generacional que fue
“The Warriors”.
'Billy Jean', además, sigue siendo mi tema favorito del ex morenito.
Pero con
“Bad” Jacko sacaba a relucir una nueva imagen más macarra y mejor cuidada. Chaqueta de cuero, tachuelas, hebillas, botas chúpame-la-punta, tez blanquecina...
MJ era la respuesta negra al
George Michael de
‘Faith’... Bueno, no exactamente, porque no era negro ya, sino un poco gris, pero... Es igual. Creo que
“Bad” sigue siendo el disco más vendido de todos los tiempos. No pondría la mano en el fuego ni me apetece mirarlo, pero creo que sí. Aquí casi todas las canciones me encantaban de crío, inconsciente entonces de lo poco que molaba que te gustara
Jacko:
‘The way you make me feel’,
‘Man in the mirror’,
‘Dirty Diana’,
‘Smooth Criminal’, la propia
‘Bad’…
En los sucesivos videoclips,
Jacko aparece indistintamente ataviado como un
b-boy, como un
gentleman de los años cuarenta en traje de seda, como el agresivo
yonkarra de la portada, como un vagabundo... Y en los conciertos se ponía esos trajes de espándex dorado con hombreras y coderas que hacían que se nos cayera la baba a los críos. Su imagen tenía tantas aristas y sufría tantos cambios, más o menos, como
Lobezno. Claro que yo no tenía ni puta idea entonces de quién era
David Bowie, ni era consciente de la fama que habían alcanzado los
Beatles o
Elvis, que para mí eran unos mierdecillas para carrozas. Para mí, el
tío Jackson era un superhéroe. ¿Qué puede haber en la vida real, en el firmamento de estrellas musicales, más similar a un superhéroe, que este tío que parecía venir de otro planeta, era adorado por todos, vestía uniformes de colores, vivía en un puto parque de atracciones...?
Yo era bastante canijo cuando salió
"Bad", ya lo he dicho, así que no conocía muchas más cosas además de mi
Michael (a mí me entusiasmaba también
Queen, cosa que ya he confesado por aquí, así que puedes imaginarte el percal), pero hay que reconocer, aún hoy, que tiene canciones muy buenas. Unos arreglos impresionantes (que sus canciones han pasado por manos de
Phil Spector o
Quincy Jones, hombre), una perfección instrumental... Musicalmente creo que los discos de
Michael Jackson son muy defendibles. Al menos los que sacó en los ochenta, e incluso los más recientes. Pero lo fascinante de
Jacko no es que sea músico o fontanero, sino la aureola de rumores y datos sobre su vida privada. Yo todavía hoy amo y defiendo a
Jackson por esas cosas, por ser más raro que un pie, por vivir como le gustaría a más de uno, tener un zoo (¡el tío tiene un zoo!), poseer los derechos de canciones de los
Beatles, y sobre todo por creerse de verdad, ciegamente, que sigue siendo un adolescente, ahora que se acerca a los 50 años.
Porque luego está esa pinta que gasta, y esas cosas tan raras que hace. Paseándose con mascarilla y guantes, asomando peligrosamente a su bebé por el balcón, llevando siempre a un “portaparaguas” consigo para que no le de el sol, luciendo una naricilla con tantas operaciones que parece un altramuz... Y la catarata de rumores que se creaban y se crean a su alrededor: lo de los niños, lo de que tenía una flor en vez de polla, lo de que dormía en una jaula con leones, eso de que nació en un planeta fuera de este sistema solar, que murió y le sustituye temporalmente uno de sus dobles más jóvenes, y así se seguirá haciendo eternamente para que no envejezca nunca y perpetuar su leyenda... Si es que es el mejor, el tío. De pequeño yo era ajeno a todo eso, y simplemente le veía como un cantante buenísimo, un bailarín y un modelo de lo que era ser guay, admirado, buena persona y molón que te cagas. Con el tiempo uno se entera del resto de cosas, y el 90% de la gente deja de ser fan suyo y pasa a odiarle un poco, pero el 10% que queda son fans a muerte. Que matarían (matan) por defenderle. Yo no llegaría a tanto, pero le tengo un respeto mayúsculo, al ex mulato de las cabriolas.
En cuanto al
'caso Jacko' que nos ha tenido en vilo estas últimas semanas a sus fans, me alegro de que haya sido considerado inocente. No tengo ni idea de si es un pederasta o no lo es. Bueno, salta a la vista que sí, pero él insiste en que simplemente duerme con niños y niñas porque le gusta, como quien duerme con un peluche. Asegura que no juguetea ni penetra a esos peluches. En cualquier caso, yo, fijaros lo que os digo, se lo perdonaría, por la ingente cantidad de cosas que ha legado a la historia de la música, de la infamia, del papel couché, de la rumorología, del disparate, de la opulencia llevada al extremo, de la zoología, de la criminología, del incesto, del friquismo, de los videoclips molones... Es necesario que exista gente como
Michael Jackson, hombre. Y que se les de libertad creativa, que no se les toque tanto los cojones. Creo que el mundo sería muchísimo más soso sin un pollo como él. Por eso yo le adoro, y si se hubiera podido votar por correo yo habría dicho que es inocente. Pues anda que no hay gilipollas por ahí que se merecen pudrirse en la cárcel y que están en un despacho, o soltando burradas desde un escaño o un papamóvil...
Michael, si lees esto, quiero que sepas que te quiero, tío. Que si hubieras abusado sexualmente de mí, yo no te habría denunciado. Y que aunque cada vez te parezcas más al monstruito que representabas en
'Thriller', sigues siendo el rey del POP, un imborrable icono de los ochenta y un ejemplo para todos nosotros. Cuídate.