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Ayer fue otro sábado glorioso, de esos que me gustan tanto, delicioso y primaveral como él solo. Resulta que a mi hermano pequeño, con 16 añazos ya, le ha dado por los tebeos. Mira que yo intenté aficionarle desde pequeñajo, animándole a leer montañas de tebeos... Le regalé mi colección entera de Superlópez (confieso que me alivia que la rechazara), le regalé todos los tebeos de Bone, le fui comprando varios coleccionables Marvel, dejaba mis tebeos tirados por su cama para que tuviese que manipularlos y familiarizarse con ellos antes de acostarse... Pero nada. Mi hermano lee casi tan rápido como Johnny 5, devora libros como si fuesen kikos, pero no le llamaban nada la atención los colorines de mis estanterías. Y no sé cómo ha sido la cosa, que de repente, ahora que no vivo con él, está viniendo a mi casa regularmente para llevarse colecciones enteras.

Buena parte de la culpa la tiene el foro Vagos.es que le recomendé, y otra gran parte las películas de Spiderman, claro. Spiderman es ahora su mejor amigo, y se aparece en casi todos sus sueños. Se ha leído absolutamente todos los tebeos de Spiderman que yo tenía, y también se leyó en una semana más de 50 números de The New Warriors, y está hambriendo de más y más aventuras de tipos en espándex. Le fascina tanto como a mí en su momento el personaje de Speedball, ese panoli con el pelo gomoso y bolitas de colores a su alrededor. Simpre fue uno de mis personajes favoritos. También le encanta Nova, y los dos tomos de Ultimates (uno de los últimos saqueos que hizo esta semana de mi tebeoteca) le han maravillado. Y a quién no. Ahora los dos estamos entusiasmados con el inminente aterrizaje de la macrosaga Civil War.

Total, que ayer le convencí para hacer nuestro primer paseo juntos por las tiendas de tebeos de los alrededores de la plaza de la Luna (por cierto, no os lo vais a creer, pero se han empeñado eliminar a los yonquis y las putas, y la plaza de la Luna ahora es bonita), y lo pasamos de puta madre. No hacemos muchas cosas juntos, y lo de ayer fue muy importante, supongo que para ambos. Un momento cumbre del día fue cuando en Metropolis (qué maravillosa y sugerente es la fachada de la tienda Metropolis; si alguna vez ruedo una película, habrá una larga escna en la puerta. Si llego a un acuerdo con la dependienta, que es bastante boba) nos encontramos con docenas de viejos tebeos Forum del Spiderman de los 80. Menudo alegrón nos llevamos los dos, cuando vimos que tenían a 3 € el Especial Verano de 1989 de Spiderman, relacionado (tangencialísimamente) con la saga del Alto Evolucionador. Su cumpleaños es dentro de un mes, pero me sentía generoso y aproveché la coyuntura para empezar a dar forma a su propia colección a golpe de mi propia VISA: uno de los tomos del Spiderman de Straczynski, otro del Spiderman de McFarlane, el impresionante volumen apaisado con todas las tiras de prensa de Spiderman de Stan Lee + JR Sr. (me hablan hace cinco años de que se iba a publicar esta Obra Maestra y no me lo creo... ¿y por qué practicamente nadie habla de esta joya en su blog?) y el tomo de The New Warriors preludio de la Civil War; que tiene pinta de ser una mierda descomunal, pero bueno; yo sigo teniendo en gran estima a los bizarros Nuevos Guerreros, y su regreso, aunque sea en forma de parodia cartoonesca, me parece muy entrañable. También compramos la segunda entrega del coleccionable de Ultimate Spiderman; y ya en otro orden de cosas me pillé el tomito de Carlitos Fax, que no lo tenía, el nuevo número de Carbon 14 (una revista de garage y pop-art yanqui; tengo casi todos los que pasaron por Madrid Comics) y el nº 1 de BD Banda, donde ¡¡¡POR FIN!!!, vuelve Calavera Lunar, y los números recientes de BM Motorista Fantasma, el surtido mutante de varios meses y Nuevos Vengadores.

No sabe la suerte que tiene mi hermano de haber cogido la afición en esta era viturtiana de saturación de clásicos. Yo lo siento por los especuladores y los que se compraban viñedos gracias a E-bay, pero que se estén recopilando absolutamente TODAS las viñetas habidas y por haber en ediciones de lujo es un sueño hecho realidad.

Después le invité a comer en el Frescco de la calle Silva, que es el sitio más parecido al comedor de una cárcel en el que he estado nunca. Por la tarde había quedado con unos amigos, y mi hermano se quedó en mi apartamento navegando por internet, copiándose cosas mías en su hdd externo y llevándose otra carretilla de tebeos.

Por la noche, por cierto, querido diario, salí un rato por ahí con dos parejas de colegas que se casan este verano, y contra todo pronóstico me lo pasé muy bien cenando en una terraza y luego tomando unos cócteles. Antes de las dos, por supuesto loa cuatro desaparecieron entre una nube de azufre, a casa corriendo a hacer uso del pre-matrimonio. Y yo a dormir la mona acariciando al gato y pensando en mi media naranja, que está a dos océanos de distancia de todo esto.

Hoy también está siendo un día muy bonito. Mi vertiente pajera está como siempre ordeñando la teta de Rapidshare, paseando los ojos por el museo de los Micro Machines, pescando tebeos de Camelot 3000, buscando un vendedor de todas las revistas Fuera Borda de los 80, que la echo de menos, y vaciando la bandeja de Bloglines, que la tenía abandonada. Mi otra faceta ha quedado para tomar unas cañas con una amiga en Olavide, tiene que salir a cubrir huecos en la alacena de la cocina y por la tarde tiene partida de mus. Esta mañana he visto la última entrega de pelis de karate del Marca, "Bruce Lee el invencible" que, aunque salen tetas y un clown de Bruce lucha contra un tipo con traje de gorila, es una mierda.

Está siendo un día muy productivo, porque aunque he dormido poco el gato me ha despertado a las nueve y es uno de esos extraños domingos sin resaca.

Y no quiero perder la oportunidad de decir que estoy orgullosísimo de mi hermano pequeño. Es un chaval normal que cae bien a todo el mundo, inteligente, despierto, curioso, sanote, alegre, divertido e infinitamente menos pusilánime que la mayoría de adolescentes.