A continuación, más reseñas de películas que he visto recientemente. De todo tipo, porque uno no le hace ascos a nada y presume de una paciencia sin parangón. En forma de pildorillas menores con comentarios que tenía apuntados por ahí:
· "ROMA" (Adolfo Aristaráin, 2004): una española, la segunda que veo en lo que va de año (la otra ha sido "Tiovivo c. 1950"). Un novelista acomodado, a punto de retirarse, enfurruñado y sin motivaciones, narra a su ingenuo mecanógrafo/pupilo la historia de su vida, que intencionadamente ha sesgado en su memoria y se reduce a sus años de juventud en Argentina. Unos recuerdos de bohemia, polvos fugaces, primeros amores y las enseñanzas maternales.
Cine poético, lento, construido a partir de decisiones difíciles y pecados de juventud, que abusa de la nostalgia y aquello de que “cualquier pasado fue mejor”. Sorprendentemente no me disgustó, aunque al protagonista sea Juan Diego Botto, por quien siento un rechazo considerable. Me debió pillar en un momento sensible. Se la he regalado a mi madre, porque creo que es una película perfecta para regalar a las madres.
· “EL VENGADOR TOXICO” (Michael Herz / Lloyd Kaufman, 1985): ésta ya me la sé de memoria, que me la compré cuando la TROMA estaba más de moda, y después del enésimo visionado me sigue pareciendo bastante buena. Con ésta empezó todo. Después de aquella cinta germinal, se han hecho cientos de imitaciones, con presupuestos de risa: jolgorio universitario, un par de chicas desnudas, un personaje friqui y carismático y chistes tontos. Pero quizá por lo que representa me sigue gustando y me río de los chistes. Qué cosa tan cutre pero tan entrañable.
· “JESUS CHRIST VAMPIRE HUNTER” (Lee Demarbre, 2001): traducida aquí como “Jesucristo Superstar: el regreso del Mesías”, se trata de una de esas bromas juveniles rodadas con cuatro perras siguiendo la estela de la TROMA o las sexploitations de surfistas nazis, de las que hablaba antes. Mala, cutre y sin puñetera gracia, y con un resultado final granulado y lento, casi podría pasar por una película somalí de los años 60. Esta vez, los ingredientes son unos punks y unas starlettes vampirizadas que atacan de día y sólo pueden ser detenidos por Jesucristo, Nuestro Señor, en su segunda venida a la Tierra. No la salva de la quema ni la oportunista presencia de El Santo. Lo único que nos hizo cierta gracia es la pinta del protagonista, un cruce perfecto entre el Superagente 86 y Fito Cabrales; y que su novia, Maria, está riquísima.
· “OLA DE CRIMENES, OLA DE RISAS” (Sam Raimi, 1985): qué grandes fueron los ochenta, y qué poco conocida es esta maravillosa película, teniendo en cuenta que está dirigida por el mismísimo Sam Raimi, guionizada por los Hnos. Coen, y co-protagonizada por el mítico Bruce Campbell. Es una pieza casi teatral, que se desarrolla en una pequeña barriada durante una noche. Con diálogos chispeantes, mucho colorido y personajes caricaturescos, tópicos muy coenianos. Hay asesinatos, persecuciones y misterio por todas partes. Todo muy bonito y nada desagradable. Y te partes de risa.
· “EL CLUB DE LOS VAMPIROS” (Gilbert Adler, 1996): recuperamos también estos días un clásico de los 90, que homenajeaba en todos sus fotogramas a lo mejorcito de los 80's. Aquellos maravillosos años. Otra peli de culto sin desperdicio, prima hermana de joyas como “Jóvenes ocultos” o “Un hombre-lobo americano en Londres”. Sólo listaré los ingredientes, como hacen en el Canal Cocina, para poner los dientes largos (nunca mejor dicho): presentada por The Crypt Keeper. Situada en un pueblecito ranchero de la América profunda. Un burdel subterráneo repleto de vampiras. Pistolas de agua bendita. Humor de telecomedia políticamente (y religiosamente) incorrecto. Cachondeo adolescente. Desnudos gratuitos. Erika Eleniak como scream-queen invitada. Corey Feldman. Unos toques de gore salpicón. 100 gramos de gospel. Y como tema central, el “Ballroom blitz” de The Sweet... Si es que lo tiene todo... ¿Por qué ya no se hacen películas como ésta?
· “AUDITION” (Takashi Miike, 1999): ésta la tenía por casa, en VHS original, desde hace mucho, y acabo de descubrir hace unos segundos que también es de Miike; menos mal, pensaba que todos los cineastas asiáticos estaban igual de trastornados. Cuenta la historia de un cuarentón que, después de unos quince años de viudo, se plantea poner a otra mujer en su vida. Animado por su hijo y por un compañero de trabajo, no se les ocurre otra cosa que organizar un casting (de ahí el título) de mujeres, ofreciendo como tapadera un papel protagónico para una película que no existe. Así, conoce a la que cree que será la mujer de su vida, y todo es muy romántico, muy comedido y muy normal hasta la última media hora, en la que de pronto la película explota, se vuelve loca, se convierte en una espiral desquiciante de... Bueno, mejor que la veas.
· “DR. LAMB” (Danny Lee / Billy Tang, 1992): una obra hong-kongesa que también acumulaba polvo en una estantería. Si has visto “El silencio de los corderos” o “Ed gein”, o has leído algún libro de asesinos en serie perturbados, conocerás todos esos tópicos acerca de ejemplares padres de familia que ocultan una doble vida basada en el obsesivo desgüace humano, y ponen en jaque a la policía durante años. Pues esta versión japonesa, con un taxista de protagonista, nos lo cuenta todo todito todo, sin dejar ningún espacio para la imaginación, y con la frialdad, la frivolidad y la sencillez de quien cuenta un chiste de Lepe.
· “ZU WARRIORS” (Tsui Hark, 2001): y para hacer la decena (contando con las dos del otro post) , termino con otra asiática. Y muy brevemente. Porque pocas películas fantásticas, con tanta parafernalia, tanta leyenda, tanta épica, tanto heroísmo, tantas artes marciales, tanta tradición, tanto honor y tanta leche, me había dejado tan frío y me había interesado tan poco.
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