Una de mis últimas lecturas del año 2015 ha sido una decepción considerable. Stephen King estira y estira una historia simple y absolutamente predecible, sobre un policía jubilado que investiga por su cuenta uno de los casos sin resolver que quedaron en la comisaría, en torno a un misterioso asesino de masas, que hace un par de años asesinó a 8 personas atropellándoles con un coche y dándose a la fuga. Alternando entre los quehaceres del policía y del chiflado delincuente, la historia apenas avanza mientras se nos presentan a los otros cuatro o cinco personajes que conforman la historia. Una página web de contactos, a través de la cual intercambian información, y bastante palabrería informática, y la historia de amor del protagonista con la acaudalada heredera de una de las víctimas, llevan el peso del parsimonioso desarrollo. Lo único que me sacó del tedio y me hizo sobrecoger y alimentar mis pesadillas, es el episodio en el que nos cuenta el pasado de Mr. Mercedes, todo lo que sucedió con su hermanito pequeño y cómo su desgracia va dando forma a la relación platónica del asesino con su madre. Por lo demás, es como un capitulito de una serie procedimental alargado y bastante desaprovechado.
jueves, 24 de diciembre de 2015
"Mr. Mercedes", Stephen King (2015)
Una de mis últimas lecturas del año 2015 ha sido una decepción considerable. Stephen King estira y estira una historia simple y absolutamente predecible, sobre un policía jubilado que investiga por su cuenta uno de los casos sin resolver que quedaron en la comisaría, en torno a un misterioso asesino de masas, que hace un par de años asesinó a 8 personas atropellándoles con un coche y dándose a la fuga. Alternando entre los quehaceres del policía y del chiflado delincuente, la historia apenas avanza mientras se nos presentan a los otros cuatro o cinco personajes que conforman la historia. Una página web de contactos, a través de la cual intercambian información, y bastante palabrería informática, y la historia de amor del protagonista con la acaudalada heredera de una de las víctimas, llevan el peso del parsimonioso desarrollo. Lo único que me sacó del tedio y me hizo sobrecoger y alimentar mis pesadillas, es el episodio en el que nos cuenta el pasado de Mr. Mercedes, todo lo que sucedió con su hermanito pequeño y cómo su desgracia va dando forma a la relación platónica del asesino con su madre. Por lo demás, es como un capitulito de una serie procedimental alargado y bastante desaprovechado.
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