Continúo esta ráfaga de posts rápidos poniéndome al día con algunas lecturas recientes y olvidadas de 2015. Hace un par de meses, estaba yo sumido en una compulsiva (re)lectura de la obra de RAW. Tengo en el tablet todo el Evangelio discordiano con sus evangelios apócrifos discordianos, el bhagavad-gita discordiano, el libro del mormón discordiano y el corán discordiano, gracias a un blog de no creérselo que está traduciendo por amor al arte toda la obra de RAW y alrededores, que nadie se ha atrevido nunca a publicar en formato noble en España. Pero, en realidad, solo he leído el "Principia discordia" y la primera parte de la "Trilogía ¡Illuminatus!". Pero no es momento de hablar de esto, no hasta que realmente sea un converso completo al discordianismo y empiece a ver al revés. Pero sí recuerdo que por ese mismo tiempo me llevé de una mierdulería otro libro de la Colección Iker Jiménez, que tengo muchos, éste de aquí arriba, y leerlo fue la única actividad que hice en todo el día. Estos ladrillitos de divulgación pop me gustan mucho, aunque me gustarían aún más si los vendiera un vagabundo al fondo de un callejón en formato fotocopias grapadas, pero tienen su aquél. Y yo en realidad de nazismo sé muy poco, y menos aún de nazismo de risa, paranormal, conspirulero y sensacionalista. Como digo, fue un día muy entretenido, alucinando con cómo Hitler y sus amigos recorrían el mundo en plan Willy Fog buscando la Atlántida, Lemuria, Oz, Nibiru, el Cetro de Al-Khaddib, la Dragonlance, mjolnires, el tercer cuerno de María Estuardo, esqueletos de venusiano, oop-arts bizarros y la fuente de la eterna juventud. Tan divertido como un episodio de Agentes de S.H.I.E.L.D. zurrándole a Hydra en otra dimensión.
jueves, 24 de diciembre de 2015
"Las claves esotéricas del III Reich" (José Lesta)
Continúo esta ráfaga de posts rápidos poniéndome al día con algunas lecturas recientes y olvidadas de 2015. Hace un par de meses, estaba yo sumido en una compulsiva (re)lectura de la obra de RAW. Tengo en el tablet todo el Evangelio discordiano con sus evangelios apócrifos discordianos, el bhagavad-gita discordiano, el libro del mormón discordiano y el corán discordiano, gracias a un blog de no creérselo que está traduciendo por amor al arte toda la obra de RAW y alrededores, que nadie se ha atrevido nunca a publicar en formato noble en España. Pero, en realidad, solo he leído el "Principia discordia" y la primera parte de la "Trilogía ¡Illuminatus!". Pero no es momento de hablar de esto, no hasta que realmente sea un converso completo al discordianismo y empiece a ver al revés. Pero sí recuerdo que por ese mismo tiempo me llevé de una mierdulería otro libro de la Colección Iker Jiménez, que tengo muchos, éste de aquí arriba, y leerlo fue la única actividad que hice en todo el día. Estos ladrillitos de divulgación pop me gustan mucho, aunque me gustarían aún más si los vendiera un vagabundo al fondo de un callejón en formato fotocopias grapadas, pero tienen su aquél. Y yo en realidad de nazismo sé muy poco, y menos aún de nazismo de risa, paranormal, conspirulero y sensacionalista. Como digo, fue un día muy entretenido, alucinando con cómo Hitler y sus amigos recorrían el mundo en plan Willy Fog buscando la Atlántida, Lemuria, Oz, Nibiru, el Cetro de Al-Khaddib, la Dragonlance, mjolnires, el tercer cuerno de María Estuardo, esqueletos de venusiano, oop-arts bizarros y la fuente de la eterna juventud. Tan divertido como un episodio de Agentes de S.H.I.E.L.D. zurrándole a Hydra en otra dimensión.
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