Koby Israelite es un músico judío, nacido en Tel Aviv pero residente entre Londres y New York. Niño prodigio, multiinstrumentista y productor, es un nombre bastante conocido dentro del círculo del klezmer y el jazz de ascendencia balcánica en Occidente. Como muchos de los compositores contemporáneos que se están dedicando a actualizar la música judía, era inevitable que tarde o temprano su destino se cruzara con el de John Zorn, el indiscutible Rey Midas de la materia, y se uniera a la gran familia del sello Tzadik. Allí ha publicado 4 discos en los que da rienda suelta a todas sus inquietudes: un klezmer tradicional pasado por el tamiz del pop-rock, el metal e incluso el drum and bass. Su primer disco en Tzadik, "Dance of the idiots", es un catálogo de sonidos y escalas árabes repleto de virtuosismo, donde destaca el acordeón (instrumento con el que se obsesionó tras un concierto de la superbanda de gypsy-punkTaraf De Haidouks), la percusión y los inevitables vientos de este tipo de música en su vertiente más tradicional (clarinete, flauta), y por supuesto esos giros melódicos y veloces adornos en la melodía tan característicos y exóticos (dreydlekh). Pese a estar hablando de un músico que parte de la más estricta tradición judía, en realidad su música nos remite inmediatamente al caos lisérgico de Mr. Bungle o a las composiciones más complejas de Frank Zappa:
La pieza que da nombre al disco, Dance of the idiots, suena hacia el final del conjunto, y ya hemos pasado por un viaje repleto de contrastes y ruido, y se trata de un medio tiempo alegre para desembocar en la calma final. ¿Y qué pinta todo esto en un blog dedicado a los Simpson y la cultura pop? Pues que el afán de acercar la tradición hebrea a las masas de este tipo de músicos es tal, que Koby se permite homenajear a la sintonía creada por Danny Elfman para la serie de los Simpson, como una broma que casi pasa desapercibida, hacia el minuto 2 del tema.
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