El campo del arte en el que la tecnología especulativa obtiene su máxima expresión es en el de la ilustración y el cómic. Las "máquinas del Doctor Andreu", los inventos del padre de Eduardo Manostijeras o de Data, las miniaturas letales de James Bond o la cacharrería marca ACME se quedan en sencillas y patéticas nimierías, comparadas con los grandes profesionales en esto de inventar máquinas de especulación científica. La crême de la crême del universo de los inventos fantacientíficos está en las páginas del cómic. Porque dibujarlos es más sencillo que crearlos mediante efectos especiales.
No me refiero a la genial creación absolutamente tebeística, esa protomáquina que consiste en poner un yunque encima de una puerta entreabierta; ni voy a glosar esta vez las apariciones de máquinas fantásticas en tebeos de Anacleto, Astérix, Mortadelo o la editorial Marvel. En este caso, todo girará en torno a unos cuantos creadores de la ingeniería especulativa hecha arte:
LAS INVENCIONES DE RUBE GOLDBERG
Por fin, ha llegado el momento de hablar del autor cuya aura e influencia han estado sobrevolando todo este artículo. El norteamericano Reuben Lucius Goldberg (1883 - 1970) fue probablemente el primero en desarrollar el subgénero tebeístico de las máquinas imaginarias, dibujando centenares de artefactos imposibles cuya finalidad era, en sus propias palabras, «desplegar el máximo esfuerzo para alcanzar los mínimos resultados». El efecto cómico de su trabajo no se encontraba en la asombrosa genialidad de lo elaborado de la maquinaria, sino en la futilidad de la misma. Rube se consideraba un escéptico del avance científico, por lo que llenaba sus máquinas de animales, plantas y seres vivos, que después de un largo proceso de interactuación con un entramado de poleas, raíles, vielas, bujías, pelotas y cuerdas culminaban con resultados tan tontos como pegar un sello, encender un interruptor o sacar punta a un lápiz. A menudo la participación animal o humana era totalmente involuntaria, de forma que las máquinas imposibles facilitaban incómodas tareas domésticas sin siquiera proponérselo. Casi desconocido en nuestro país, Rube Goldberg fue uno de los fundadores de la National Cartoonist Society (origen de las asociaciones de dibujantes y las tiras sindicadas) llegó a ganar un Premio Pulitzer en Estados Unidos, y sus seguidores se cuentan por miles y se siguen reuniendo anualmente para idear extravagantes máquinas inútiles. Pero veamos algunos ejemplos, (traducidos) sacados de su página oficial:
Cómo mantener limpios los escaparates:
El peatón (A) resbala en la piel de plátano (B) y cae sobre el rastrillo (C).
El mango de éste se levanta y lanza la herradura (D) contra la cuerda (E),
que sacude la regadera (F). El agua de ésta (G) impregna la escoba (H).
El terrier (I) creyendo que llueve, empieza a correr hacia la casa y choca
contra el cartel (J) lanzándolo contra el tentetieso-cenicero (K), que oscila
adelante y atrás y sacude la escoba contra el cristal del escaparate, limpiándolo.
(Si el peatón se rompe la cabeza debido a la caída, retíreselo antes de que llegue el guardia).
Sacapuntas (simplificado):
Desde la ventana abierta (A) vuela la cometa (B). La cuerda (C) levanta la
portezuela (C) permitiendo escapar a las polillas (E), y éstas se comen
la camisa de franela (F). A medida que el peso de ésta disminuye,
el zapato (G) presiona el interruptor (H), y se conecta la plancha
eléctrica (I), cuyo calor agujerea los pantalones (J). El humo (K)
entra en el agujero en el árbol (L), humo forzando a salir a la
zarigüeya (M), quien salta a la cesta (N), tirando de la cuerda (O)
y levantando la jaula (P), lo que permite al pájaro carpintero (Q)
picar la madera del lápiz (R), sacándole punta. El cuchillo de emergencia
(S) está siempre a mano para el caso en que la zarigüeya o el pájaro
carpintero se cansen y no puedan trabajar.
Evíte olvidar escribir a su mujer:
Al pasar por delante del taller del zapatero, el gancho (A) golpea la bota
supendida (B), haciendo que ésta chute contra el balón de fútbol (C)
a través de la portería (D). El balón cae sobre la red (E)
y tira de la cuerda (F), balanceando la regadera (G), con lo que
ésta moja la cola del traje (H). Al encogerse ésta, la cuerda (I)
abre la puerta (J) de la jaula, permitiendo al pájaro (K) salir por
la percha (L) y comerse el gusano (M) que está atado a la cuerda (N).
Esto tira de la cortina (O) en la que está escrito: ¡Bobo, escribe!.
(Un remedio simple para evitar todo esto es casarse con una mujer analfabeta.)
Para evitar que le reconozca el cobrador de facturas:
Cuando el sastre (A) toma las medidas del cliente (B) y las canta al ayudante (C),
éste las toma por tanteos de fútbol y hace una carga al maniquí (D).
La cabeza de éste golpea la maza (E), haciendo desequilibrar la
percha (H) y derramando la botella (G) sobre la el plegador de
sombreros (H), que se pliega y empuja la col (I) dentro de la red (J).
El peso de la col tira de la cuerda (K), haciendo que las tijeras (L)
corten la cuerda (M). El saco de arena (N) cae sobre la balanza (O)
y empuja la escoba (P) contra el cubo lleno de pintura (Q), y ésta
cae sobre uno dándole el aspecto de una estatua de mármol y haciendo
imposible que le reconozca el cobrador.(No hay que preocuparse mucho
por posar adecuadamente como una estatua histórica, ya que los
revisores no entienden mucho de arte.
Disparador de máquina de fotos:
Mientras se está sentado sobre el cojín neumático (A), se fuerza el aire a través
del tubo (B), lo que pone en marcha el bote de vela sobre el hielo (C),
haciendo que el cigarro encendido (D) haga explotar el globo (E). El
dictador (F), al oír la explosión, piensa que ha sido herido y cae
sobre la pera (G), lo que toma la foto.
Instrumento de seguridad para andar sobre pavimentos de hielo:
Al resbalar sobre el hielo, el pie golpea la palanca (A), bajando el dedo (B).
La tortuga (C) estira el cuello para morder el dedo, abriendo las
tenazas (D), que dejan caer el cojín (E), aliviando la caída.
No permita que el jefe sepa que usted ha llegado tarde:
A las nueve, el cuco hembra (A) se dispara y besa el cuco macho (B).
Éste, temeroso de una propuesta de matrimonio, se marcha volando
y la cuerda (C) tira del brazo (D), liberando la mano (E) que
lanza el sombrero de repuesto (F) sobre la percha (H). El peso
de ésta levanta la funda (I) de la máquina de escribir (J), y así
el jefe cree que el empleado está en alguna parte en la oficina.
Haciendo que la bola de golf quede situada en el tee:
El golfista aprieta el gatillo (A), disparando el tee contra el suelo al final
del tubo. El ruido del disparo impulsa a la marmota a esconderse
en el agujero (C), tirando de la bala de cañón (D), que cae
sobre la pera de goma (E). El atomizador (F) impregna la camisa
(G) y ésta encoge, abriendo las tenazas (H) y haciendo que la
pelota del golf (I) caiga en el tee (J).
LOS INVENTOS DEL TBO
Una de las historieta más recordadas y seminales del tebeo patrio, ejecutada durante más de mil entregas por el perito mecánico y dibujante catalán Ramón Sabatés i Massanell (1916 - 2003; aunque desarrollada al principio por otros autores, como Nit, Tur, Tínez, Benejam o Muntañola, que merecen compartir los honores, aunque dedicaran menos páginas a los inventos). Los Inventos del Profesor Franz de Copenhague mostraban máquinas imposibles complicadas, muy elaboradas y absolutamente geniales, cuyo autor aseguraba que podían construirse en tres dimensiones. Al igual que en los ejemplos que hemos visto de Rube Goldberg, las creaciones del Prof. Franz tenían como principal cometido hacer reír, mostrando una manera complicada de obtener una finalidad sencilla. Pero su intención era también algo más realista y funcional. Veámoslo mejor con los siguientes ejemplos:
Aerosinfónico:
Borrador mecánico:
Gafas antivaho para motoristas:
Multibarca (obra de Nit):
Reparto sin embotellamientos:
Casco termostático:
Ver también aquí y aquí.
FORGES Y SUS FORGENDROS
El historietista de prensa celtibérico más gracioso, personal, imaginativo e infatigable es sin duda Forges (n. 1942) Algún día nos daremos cuenta de lo que vale este señor, y nos pirraremos por dejarnos crecer gafotas, injertarnos narizotas y quedarnos calvorotas en honor a su vasto legado. Con una surrealista y única visión de la actualidad, una incomparable empatía social y una mordaz y engañosamente sencilla exposición de la vida cotidiana, puede presumir de haber participado, y seguir haciéndolo, en practicamente todas las cabeceras de éste y otros países. Antonio Fraguas "Forges" es un verdadero genio del humor en viñetas. No puedo simular mi pasión por sus infalibles chistes. Su aspecto más conocido es el de la crítica política y sobre todo el retrato social, pero durante un breve período de los años setenta y ochenta se sacó de la manga una serie de engendros mecánicos imposibles, a medio camino de los de Sabatés y los de Goldberg, a los que puso por nombre "Forgendros". Sus máquinas eran tan absurdas, y su trazo tan poco prolijo en detalles, que se quedaban en absurdos de humor (dis)funcional. Había dos tipos de forgendros: por un lado, aquellos que proponían variaciones surrealistas y cachondas sobre objetos ya existentes (pulsa para verlos en grande):
Y por otro, máquinas al más puro estilo del TBO, pero sin intención alguna de realismo, sino todo lo contrario: puro surrealismo, políticos o deportistas en miniatura que habitan en las máquinas, y mil y una piezas con nombres forgesianos, como en los siguientes ejemplos (pulsa en cada uno para verlos grandes):
OFICINA DE PATENTES
"Oficina de patentes" fue un cómic que intentó recuperar el espíritu de los Inventos del TBO, a base de viñetas que presentaban todo tipo de inventos para la vida moderna, disfrazados de Teletienda, humorísticos y nada realistas. Se publicó entre los números 332 (10/04/1988) y 436 (15/04/1990) del viejo y añorado Pequeño País (el suplemento infantil del diario de PRISA), sin faltar ni una sola semana, llegando a recoger 104 inventos. Su autor era Carlos P. Penagos (quien actualmente se dedica al óleo por encargo), aunque a partir del segundo año tomó el relevo Antonio G. de Santiago, chico-para-todo de dicho suplemento, imitando inicialmente el estilo inicial y posteriormente practicando sólo el suyo propio. Eran inventos ridículos y simples, que supuestamente facilitarían la vida a los humanos, tales como las "Manos despejacalles", la "Máquina anti-humo", el "Rescata-gatitos", el "Pelahuevos Samuray", el "Expulsa-perros", "Saludamigos", "Super Anti-tiestos", "Libro-roll", "Como zapatilla al pie", "Come-come", "Cucha-flac", "Blandicar", "Volisavio"... O los siguientes (pulsa en cada uno para verlo enorme):
ROWLAND EMETT
Rowland Emett (1906 - 1995) es un ilustrador de prensa británico de principio de siglo y constructor de "esculturas quinéticas", obsesionado con la maquinaria especulativa, el funcionamiento de los trenes y la ciencia-ficción victoriana. La escultura quinética consiste en piezas esculturales con piezas móviles, con las que el visitante puede interactuar. La mayor parte de su obra en tres dimensiones la realizaba para ferias y convenciones. Una de las pocas piezas que se conservan (desde 1951) y se pueden contemplar en su localización inicial en Gran Bretaña es el reloj del Guinness Collector's Club. Al estilo de ésta, tiene montones de esculturas en museos y exposiciones, como el Tractor, la aspiradora de alfombras Little Dragon, el reloj de nanas (Lullaby machine)... También es el autor de las máquinas que aparecen en la película "Chitty chittty bang bang" (1968), entre otras muchas cosas. Su importancia como escultor es mayor que la que tiene como ilustrador, pero le he dejado para el final (quizá debería haber aparecido en el apartado de las performances) por lo hermosamente retro de sus ilustraciones para periódicos (pulsa para verlas más grandes):
WILLIAM HEATH ROBINSON
Ilustrador todoterreno, Heath Robinson (1872 - 1944) solía decir que le enorgullecía que le consideraban un loco. Contemporáneo de M.C. Escher, se le asocia con él por su búsqueda de perspectivas imposibles en sus ilustraciones, si bien W. Heath está más cerca del cómic y el cartoon que de la ilustración científica, a pesar de su pasión por las máquinas imposibles y las soluciones ingeniosas y fantásticas a la problemática arquitectónica. Algunas de sus obras (pulsa para verlas más grandes):
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