Y también hay un puñado de cartas, no muchas, de colecciones particulares de impresionantes dibujantes que me fascinaban entonces, tales como Hayime Sorayama (de estas tengo casi todas), Boris Vallejo o los hermanos Hildebrandt. En fin, un hermanamiento entre pajerismo y nostalgia en forma de obras de arte en miniatura, que me han aparecido de repente, cuando no lo esperaba, después de tres o cuatro años sin saber de todo ello. Gracias, Amèlie, si lees esto.
miércoles, 29 de diciembre de 2004
Gracias, Amèlie Poulan, por alentar mi friquismo
Y también hay un puñado de cartas, no muchas, de colecciones particulares de impresionantes dibujantes que me fascinaban entonces, tales como Hayime Sorayama (de estas tengo casi todas), Boris Vallejo o los hermanos Hildebrandt. En fin, un hermanamiento entre pajerismo y nostalgia en forma de obras de arte en miniatura, que me han aparecido de repente, cuando no lo esperaba, después de tres o cuatro años sin saber de todo ello. Gracias, Amèlie, si lees esto.
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