sábado, 30 de mayo de 2015

Domingos con Pica y Rasca (31)

Hoy presentamos... THE LESION OF SUPER-HEROES

Apareció en Bart Simpson #48

Bart y Milhouse miran este tebeo digital con unos Rasca y Pica mutantes en la pantalla de un ordenador, en una historieta repleta de superhéroes en Springfield.

viernes, 29 de mayo de 2015

Los Simpsons en la revista 'El Jueves' (31)


A día de hoy, la revista El Jueves ha sido sometida al que probablemente sea el mayor cambio de su historia. Ni el relevo generacional que fue dando de lado a la vieja guardia (Óscar Nebreda, José Luis Martín, Já, etc.), ni la muerte de Ivá, ni la adaptación al papel satinado y en colores brillantes, ni la progresiva equidad y posterior eliminación de "la chica del Viernes", ni siquiera la imposición de lo digital, probablemente, afectaron tanto, y de manera tan inmediata, al estado de cosas de la revista, como la "espantada" de autores que tuvo lugar hace aproximadamente un año, cuando se produjo la penúltima acción censora sobre una portada de la revista en la que iba a ser retratado el Rey Don Juan Carlos, y el ultimátum de la empresa nacionalcatólica que aloja la revista. En aquel momento (mayo de 2014), un buen puñado de dibujantes y directivos de El Jueves, algunos de ellos entre los más valorados por los lectores (sobre todo los que podían permitírselo debido a sus microsueldos al margen de este trabajo; esto es así, o es la sensación que yo tengo), dijeron que "basta ya" y se bajaron del barco. Inevitablemente, la revista no ha vuelto a ser la misma. En mi opinión, sigue siendo una revista de cómic fantástica e imprescindible, un tesoro cultural español, y mantiene muchísimo el nivel, pero definitivamente ha cambiado.


De hecho, los números recientes que he ojeado, me encantan; pero es innegable que todo es diferente. Y hace un par de meses se han lanzado a una transformación total del aspecto y los contenidos, que principalmente se basa en más páginas "de leer" y más participación de famosos, a través de entrevistas y secciones nuevas. Como yo siempre he sido muy "leído", no tengo nada en contra de esta nueva etapa, aunque es imposible no echar de menos a los grandes artistas de mi generación que se fueron a montar Orgullo y satisfacción, que viene a ser un El Jueves suecado y posmo, pero que no se puede llevar encima, lo que da un poco de rabia.


Digo todo esto (aparte de porque quería decirlo), por insistir en eso de que siempre he prestado mucha atención a las secciones de más letra de la revista. Y una de mis favoritas, que desapareció durante este cisma, y que llevaba existiendo desde 2006, era el TeleTipo de Pepe Colubi (ilustrado por Javier Carbajo).


Pepe Colubi es un periodista especializado en televisión, experto en poner en su lugar a los caricatos absurdos que llenan horas y horas de la televisión española, y en encumbrar a los más importantes cómicos y actores de la pantalla norteamericana. Habitual en las tertulias y las galas de cine de Canal+, en los últimos años se ha convertido él mismo en una estrella mediática desde su rincón derecho de la mesa de Ilustres ignorantes, el debate más surreal, original e inteligente de la tele. Desde su columna en Cinemanía o sus artículos en La Vanguardia, Rolling Stone o mi queridísimo suplemento Tentaciones de comienzos de este siglo (donde muchos le conocimos), con sus exitosas novelas de pasión autobiográfica ("California 83" y "Chorromoco 91"), sus libros sobre cultura popular ("¡Pechos Fuera!", "La tele que me parió", etc.), su incansable labor sicalíptica en Twitter o su página hiperactiva de Facebook que funciona como punto de encuentro de entrañables degenerados, Colubi se ha convertido en una personalidad de culto contemporáneo. Y concretamente, su sección en El Jueves, siempre fue para mí una lectura refrescante y entretenidísima, que trasladada al paradigma digital de Orgullo y satisfacción, no es lo mismo.


Claro que parte de la culpa de que su columna se haya quedado un poco coja, es por la ausencia de su pareja y contrapunto visual, el dibujante Carbajo, uno de los mayores talentos que ha visto la revista en su historia, en mi opinión, con una habilidad para reducir los retratos de famosos a su mínima expresión y máximo esplendor, como Maestro del arte de la caricatura, que no tiene parangón. Las caricaturas de Carbajo, engañosamente simples y rudimentarias, son de las más fascinantes y poderosas que he visto, muy por encima, sin ir más lejos, del eterno Vizcarra (en su Facebook podemos ver una pequeña muestra). Y salpicando todas las columnas de Colubi en el TeleTipo, creo que conformaba una pieza de arte periodístico en píldoras. Aparte de esta sección, Carbajo ha colaborado largo tiempo en la revista, tanto en historietas de complemento como con caricaturas sueltas, alguna portada o colaborando con el misterioso (para mí) Rojo, en el tándem Carbajo&Rojo, que también ilustran en el diario ABC (por ejemplo, la columna de humor de la malvada Esperanza Aguirre).


Ojalá alguna vez se publicaran en un enorme tomo todas estas micro-crónicas de la caja tonta de los últimos 8 años, tal y como fueron creadas semanalmente. Yo creo que eso habría que mandarlo al espacio o conservarlo como una time capsule de lo más importante de la tele del siglo XXI, es decir, de lo más pedestre de nosotros los humanos.


Y a lo largo de todos estos años, como no podía ser de otra manera, estos dos inquisidores de Cangas de Narcea se han acordado de la importancia de Los Simpsons en las vidas de todo espectador, y estas grajeas que he ido recortando y coleccionando son algunas de las cosas que Colubi ha dicho sobre la serie, que quería traer tarde o temprano al blog. Os animo a uniros a mi petición de un Omnibus del TeleTipo para llevarnos a la tumba, y mientras tanto quedémonos con esta pequeñísima muestra de esas más de 400 entregas que pergeñaron juntos.


A continuación, las páginas completas de las que he extraído los recortes. Pulsar para verlas en grande:

 

jueves, 28 de mayo de 2015

Simpsons ectoplasmizados en 'The real Ghostbusters'

En 1986, y a raíz del éxito de la película de "Los cazafantasmas" (Ivan Reitman, 1984), se estrenó en ABC la serie de dibujos animados The real Ghostbusters (Los auténticos cazafantasmas, en España; el adjetivo se impuso por cuestión de derechos de autor), una explotación infantil para la franja de los sábados por la mañana, que se inspiraba bastante en la película aunque tenía protagonistas diferentes y un tono definitivamente más pop y de comedia ñoña, y lleno de música de sintetizadores. En esta versión, los cuatro protagonistas se inspiran en los actores originales, aunque la inspiración fue bastante libre, ya que los actores nunca participaron en su doblaje (quienes sí estuvieron fueron, por ejemplo, Maurice LaMarche, habitual en la serie de Futurama, o el cómico Arsenio Hall).

El protagonista sigue siendo Peter Venkman, el personaje de Bill Murray en las dos primeras entregas, aunque es el típico joven aguerrido y guaperas estereotipado de toda la ficción, y carece por completo de su encantador cinismo. Egon Spengler (Harold Ramis, qepd, en el original) sigue siendo el geek de los tecnicismos, pero por cuestión de derechos su pelo es rubio platino mezcla de mullet y pelucón Luis XV. El adorable personaje de Dan Ayckroyd, Ray Stantz, es aquí más gordito, bonachón y bobalicón de lo que apuntaba el cine, y viste el uniforme correcto en relación con las películas (en estos dibus, el mono de cada uno tiene diferente color). También están el negro haciendo de negro (Winston) y la secretaria cuatroojos (Janine); el ectoplasma Moquete (y mil variaciones suyas) es la mascota oficial y aparece casi permanentemente, e incluso en algunos de los episodios finales aparece el inolvidable personaje interpretado por Rick Moranis, el pusilánime vecino de Dana (Sigourney Weaver).

Este tipo de productos de finales de los ochenta y primeros noventa, además de tener un estilo de animación bastante encorsetado e intercambiable, creo que han envejecido bastante mal y no resisten demasiado la revisión de adultos. Y además, todo en esta serie parece un vehículo a medida para que desfilen cientos de fantasmas-moquete de todo tipo, que son casi los verdaderos protagonistas y quienes protagonizan casi un culebrón. El volumen de monstruitos y fantasmitos es de lo que más abusaron a lo largo de los 173 episodios repartidos en 6 temporadas.

No existe mayor relación entre esta serie y a la que rinde tributo este blog (salvo el citado actor Maurice LaMarche, o la voz de Ray, que la pone Frank Welker, quien también ha colaborado en los Simpson; y un par o tres de animadores de plantilla que también han compartido series), ni siquiera hay homenajes en los Simpsons a ésta (sí a la saga cinematográfica), y ni siquiera ambas series son producto de la Fox. Por lo que resulta aún más extraño el homenaje clarísimo que hicieron a los Simpson en uno de los episodios de la 5ª temporada, que es el que nos interesa ahora.

Estrenado el 24 de noviembre de 1990, el episodio 12º de la 5ª temporada, titulado "Guess what's coming to dinner" ("Adivina qué viene a cenar", título que parodia la polémica primera película de Hollywood que trató el asunto de las relaciones interraciales en EEUU) narra cómo, mientras los Cazafantasmas están de vacaciones, se instala en su cuartel general una familia de grotescos fantasmas, la familia Grungy, que destrozan todo para dejarlo a su (mal) gusto y comienzan una pelea con ellos por quién se queda con la vivienda, que deviene en un auténtico caos de fantasmas por todas partes al dejar escapar a algunos de los ectoplasmas que tienen "encarcelados" en las cámaras de contención (aquí asistimos a bastantes autorreferencias, ya que estos fantasmas son personajes que habían sido atrapados en anteriores episodios). Todo se resolverá [ojo, spoiler:] cuando los Cazafantasmas salven la vida al niño de la familia intrusa, en el cénit de la trifulca [fin del spoiler].

Como se puede ver en todas las imágenes de apoyo, a alguien se le ocurrió la idea de que el diseño de personajes de la familia de invasores ectoplásmicos se inspirase, de forma bastante clara, en los protagonistas de Los Simpson. El pelo y el vestido de (la bastate más monstruosa) Marge, el traje de Homer y sobre todo la ropa y el "pelo" de Bart y Lisa, dejan en evidencia el homenaje a la serie de animación más revolucionaria del momento. Incluso, en un momento dado el joven "Bart" dice el clásico latiguillo de Nelson, esa risa burlona ("Ha-haa!"), y al padre de familia se le escapa más de un "D'oh!". Aunque en lugar de al generalmente tranquilo Bontones de Santa Claus, los Grungy tienen por mascota a un asqueroso monstruo salvaje de color azul.

Curiosamente, existe un doble homenaje, ya que los nombres de los Grungy parecen así mismo un homenaje a los protagonistas de otra sitcom de éxito de la época, la familia Bundy de Matrimonio con hijos: Foul Grungy, Pig Grungy, Bug Grungy, Smelly Grungy y la mascota Yuck, tienen nombres que recuerdan mucho a Al Bundy, Peg Bundy, Doug Bundy, Kelly Bundy y el peludo y haragán perro Buck.

Un bonito (doble) homenaje que prácticamente pasó desapercibido para la audiencia original de una serie de animación que, igualmente, pasó prácticamente desapercibida al menos en nuestro país.
P.D.: Ya hablé del pequeño Bug Grundy en este blog hace mucho tiempo, pero quedaba pendiente una entrada completa como ésta; y los fans de los Simpson y los Cazafantasmas tienen otro momento a visitar en este blog.

martes, 26 de mayo de 2015

Parodias y referencias (80)

La historieta principal del número 28 de Simpsons Comics cuenta cómo el payaso Krusty decide crear su propio país independiente, Krustonia, para eludir las opresivas leyes sanitarias. La preciosa portada filo-comunista de aquel número, en realidad era una parodia directa de una pieza concreta de arte soviético modernista, concretamente un póster de la antigua URSS de los años 20, obra del considerado "pionero del fotomontaje" Gustav Klutsis. La fotografía experimental de aquella época, conocida como nouvelle vision, y aplicada a los pósters políticos que empapelaban las calles de la antigua Unión Soviética, son bellísimas formas de arte que han inspirado enormemente tanto el desarrollo posterior del collage, como a todo el colectivo de la cultura pop (probablemente el más explotado de este período sea Alexander Rodchenko). De hecho, podría decirse que la (preciosa, por otra parte) fotografía retocada en el cartelismo político, no ha evolucionado demasiado en los siguientes cien años.

Ah, por cierto, los dibujos animados de Trabajador y Parásito también son un homenaje a esta estética soviética de la primera mitad del siglo XX :)

(Dibujo de Nina Matsumoto, fanartist y actual colaboradora de Simpsons Comics)

La comida de Springfield hecha arte, por Joshua Budich

El estupendo artista de "realismo pop" Joshua Budich hace magníficos carteles de cine ficticios, retratos de personajes de ficción y otro tipo de juegos florales a costa de la cultura popular, que merecen mucho la pena. Se le puede seguir también en Facebook, Twitter, Instagram o Tumblr.

Pero lo que más nos interesa aquí es su serie FICTIONAL FOOD, actualmente en exhibición en California, en la que ofrece su colorida visión de distintos alimentos que salen en películas y series de televisión, tal y como serían si se pudiesen adquirir en el mundo real. Comida de mentira elevada a la categoría de retrato pictórico pop.

Y por supuesto, muchos de esos elementos que ha retratado, forman parte del universo de los Simpson y Futurama. Como toda esta galería que cuelgo a continuación, bien hermosa y que quedaría fenomenal enmarcada en mi cocina.