sábado, 30 de junio de 2018

PODCAST - Episodio 79: Música de Cine noventero (con MAT Scanners)


Esta semana ha vuelto a visitarme Miguel Ángel Tejero, MAT, responsable del podcast sobre actualidad cinematográfica Scanners, anti-motitor del Campamento Krypton y colaborador de Efecto Doppler. La primera vez que vino, trajo una estupenda selección de canciones relacionadas con el cine de los años 80 (episodio 62 de RdM), y hoy ha vuelto para esta especie de continuación, con un saco de canciones de bandas sonoras de películas de la década de los 90. Un recorrido por el rock, el grunge, el punk o el metal de aquella época, a través de su cine, de la mano de una voz muy autorizada.

Pulsa sobre las majorettes vintage para ir al PODCAST:

https://www.ivoox.com/79-musica-cine-noventero-con-mat-audios-mp3_rf_26821748_1.html

A continuación, la lista de bocados de realidad de esta semana:

01. Powermad - Slaughterhouse
[BSO "Wild at heart", 1995]

02. Combustible Edison - Vertigogo (Opening Theme)
[BSO "Four rooms", 1995]

03. Combustible Edison - Vertigogo (Closing Credits)
[BSO "Four rooms", 1995]

04. Alice Cooper - Feed my Frankenstein
[BSO "Wayne's world", 1992]

05. John Williams - Journey to the Island
[BSO "Jurassic Park", 1993]

06. Soundgarden - Outshined
[BSO "True romance", 1993]

07. John Carpenter - Beverly Hills surgeon
[BSO "Escape From L.A.", 1996]

08. Tesla - Last action hero
[BSO "Last action hero", 1993]

09. Slayer, Ice-T - Disorder
[BSO "Judgement night", 1993]

10. Beniamino Gigli - Care selve, ombre beate
[BSO "Funny games", 1997]

11. Danny Elfman - Jack and Sally montage
[BSO "The nightmare before Christmas", 1993]

12. Tito & Tarantula - After dark
[BSO "From dusk till dawn", 1995]

13. Love Among Freaks - Clerks
[BSO "Clerks", 1994]

14. Brad Fiedel - Tech Noir-Alley chase
[BSO "The Terminator", 1984]

15. Bush - Bubbles
[BSO "Mallrats", 1995]

16. The Primitives – Crash (The '95 mix)
[BSO "Dumb and dumber", 1994]

17. The Screaming Blue Messiahs - I wanna be a Flintstone
[BSO "The Flintstones", 1994]

18. My Life With The Thrill Kill Kult - After the flesh
[BSO "The Crow", 1994]

19. Graeme Revell - Birth of the legend
[BSO "The Crow", 1994

20. U2 - Hold me, thrill me, kiss me, kill me
[BSO "Batman forever", 1995]

21. Smashing Pumpkins - The end is the beginning is the end
[BSO "Batman & Robin", 1997]

22. Skunk Anansie - Selling Jesus
[BSO "Strange days", 1995]

23. Elastica - 2:1
[BSO "Trainspotting", 1996]

24. Gravity Kills - Blame (L.A. remix)
[BSO "Escape from L.A.", 1996]

25. Beck - Deadweight
[BSO "A life less ordinary", 1997]

26. South Park - Uncle fucker
[BSO "South Park: Bigger, longer & uncut", 1999]

27. David Bowie - I'm deranged (Edit)
[BSO "Lost highway", 1997]

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viernes, 29 de junio de 2018

Episodio 79: Música de Cine noventero (con MAT Scanners)


Esta semana tuve el honor de recibir por segunda vez en el programa a Miguel Ángel Tejero, más conocido como MAT, que nos vino a dar otra lección sobre cine, con la excusas de sus bandas sonoras. Más concretamente, fue un repaso por algunas de aquellas bandas sonoras que recopilaban un montón de canciones "inspiradas" en las películas (que no necesariamente tenían que sonar en ella), y que se convirtieron en la década de los 90s casi en un género. Un repaso estupendo al sonido genuino de la década de los naughties.


MAT es el responsable del imprescindible podcast de actualidad cinematográfica Scanners. También colabora siempre que puede en Campamento Krypton, y algunos jueves en el magazine de Radio 3, Efecto Doppler. Hace algún tiempo, MAT vino a Reunión de Majorettes a poner canciones de cine ochentero, y ya entonces nos prometimos una secuela adentrándonos en los años noventa. Aquel deseo se materializó por fin esta semana.


De fondo, sonó algo de música incidental; pero lo que interesaba a MAT era poner canciones. Muchísimas canciones, de esas que definieron el sonido de la década, y de las que estaban repletos todos aquellos recopilatorios por los que nos volvíamos locos, ya que tenían como reclamo uno o dos artistas conocidos, a menudo con composiciones inéditas o exclusivas, y de complemento mogollón de canciones de grupos poco conocidos, a menudo de una misma escena, a veces canciones que parecían al azar o de décadas anteriores, pero casi siempre puro sonido noventero que nos volvía loco.


Así, sonará mucho rock duro, en la línea de lo que podemos llamar (me lo estoy inventando) post-hair-metal o bald-metal; el clásico punk que se asoció a la órbita de Seattle; indie combativo; rock industrial; synth siniestro... Y en cualquier caso, temazos de aquella década fantástica en la que entraron en nuestras vidas Kevin Smith, Quentin Tarantino, los Farrelly o Jim Carrey.


El programa fue enlatado hace unos pocos días, a deshora, desde RadioELA.org, así que esta vez no sonará mañana sábado en directo. El podcast, en un rato, donde siempre.

jueves, 28 de junio de 2018

Una cosa que me avisa Facebook que escribí hace hoy 3 años:

Vengo a informaros de que me queda solo una semana más de trabajo en el bar en el que he estado los últimos años. No me busquéis allí más. Lo he dejado. No voy a seguir trabajando como camarero.

 Ando a la búsqueda de nuevos horizontes, pues creo que ya no puedo evolucionar más como camarero. No es que me haya estancado, o hastiado del sector servicios, del gracias por su visita, del repartir alegrías y viandas a amables, desprendidos y fascinantes desconocidos, no es eso; no es que sienta que cada día la barra es más alta y las cañas más largas, ¡qué va!, es sólo que creo que ha llegado el momento de emprender viaje en una nueva dirección, puesto que he cruzado el Rubicón de los camareros, he cazado el Leviatán de los camareros, he leído el Necronomicón de los camareros, he ascendido al Nirvana de los camareros, he tocado en los Nirvana de los camareros, he quemado el Windsor de los camareros. Ya di mi canto de cisne y mi salto de tigre como camarero. Ya conozco todos los secretos, todas las variedades de uva de aquí a Alfa Centauri, sé hacer fractales con la espuma del cappuccino. Tiro tan bien las cañas que haría llorar a un señorito andalú en fiestas. Domino la jerga. He trabajado tanto de camarero que soy capaz de llevar una bandeja con un zigurat de chupitos de jaggermeister coronado por un cimborrio de bocadillos de calamares en una mano y sacar brillo al Cáliz de Fuego con la otra y a la Orden del Fénix con la otra, mientras me abro paso a través de una horda de muyahidines en hora punta a la pata coja haciendo twerking mostrando la más espléndida de las sonrisas ante el mayor de todos los hijos de perra del séptimo infierno gritándome "cuando puedas", "perdona", "cuando puedas, jefe" o "perdona". Gran Venerable Caballero de la Orden del Temple Grado 32 de la Logia de la Mesonería, podría darme a la gran vida preparando daiquiris flameados con frutas prohibidas y especias arcanas a princesas de Oriente en sus aviones-piscina, pero he decidido que ha llegado la hora de colgar el delantal, desincrustarme el palillo de la comisura de la boca y entregar la pistola y la placa. No es que esté hasta las narices, no es eso, ¡no!

Así que he empezado a hacer un curridículum vitae, con la vista puesta en una nueva aspiración laboral en la que ascender profesionalmente mientras me labro el futuro en este apelotonarse los días uno tras otro todos igual de grises hacia el desenlace, y me he dado cuenta de que no sé si el c.v. tiene que llevar foto, o un avatar gracioso o un meme o si ahora es tendencia el membrete en 3D. Si debo incluir mi carnet de afiliación al partido de moda. No sé si imprimirlo en papel color hueso o color crema de espárragos o color cuarzo. No sé hasta qué punto se miente. No sé cuánto de lo que no suma, resta. No sé si el curriculum ya no se lleva y ahora hay que hacerse un vlog o un flash mob y colgarlo en Vimeo. Y no sé si ponerlo todo. No sé si, de todas formas, me acuerdo de todo.

Empecé tres carreras y empecé y acabé una efepé. Trabajé de buzoneador, de mozo de almacén, de peón de albañil. Despaché queso al peso y llené lineales de leche en dos supermercados. Monté todas las mamparas de un edificio en la Castellana. Cargué camiones y camiones de escombros por todo el Ensanche. Repartí montañas de paquetes y sobres puerta por puerta en Chamberí. Diseñé el logotipo de una cadena inmobiliaria. Vendí pulseras, pines y llaveros de nudos. Repartí fliers e intenté llenar alguna discoteca cada semana a cambio de peppermint con chocolate. Di tres conciertos con mi banda de instituto a cambio de licor 43. Fui portero de discoteca, dos veces. Diseñé las cartas de al menos 5 restaurantes, pinté las tinajas, carteles o paredes de al menos 3. Montaba un puesto de camisetas en los mercadillos de pulgas de Murcia, La Manga, Torrevieja y Alicante, y luego lo desmontaba y atendía en la tienda. Limpié miles de truchas y troceé cientos de salmones, envasé surimi y cangrejo kamchatka, despaché percebe a bastantes señoronas desconfiadas en otro supermercado. Llevé el control de las notas de gastos de los comerciales de dos multinacionales. Inflé servidores y más servidores con hojas de cálculo inútiles en demasiadas empresas inútiles. Ofrecí servicio post-venta de productos de imagen y sonido y tecnología. Colaboré en el lanzamiento a contrarreloj de dos medicamentos genéricos. Atendí llamadas telefónicas de clientes. Emití llamadas telefónicas a clientes. Actualizaba la web de venta online 1.0 de una multinacional importante para la que se supone que sólo debía emitir y atender llamadas. Preparé cafeses a demasiados burócratas, y hasta participé en sus reuniones y pisé sus despachos, después de ser el chico-del-correo. Redacté muchísimos blogs a destajo, sin tráfico ni interés alguno pero muy bien pagados, antes de que la burbuja estallara. Escribí también el blog de una empresa internacional muy grande y muy importante, antes de que mi burbuja estallara. Pasé a limpio o redacté apuntes, trabajos de evaluación o de fin de carrera a gente que veía mi anuncio en el tronco de un árbol. Corregí algunos exámenes de alumnos de Secundaria; aunque yo no era su profesor y no sé si estaba bien, pero lo hice. Pasé a limpio al dictado un libro de modelos matemáticos de la mente para un señor que no estaba en sus cabales, en su casa; también le sacaba al perro, le hacía la compra y los deberes del niño. Dibujé pancartas, dibujé carteles. Vendí casettes. Grabé un casette a la guitarra (esto lo hice gratis). Escribí y vendí fanzines. Organicé festivales. Escribí en panfletos y revistas de barrio, de asociación, de facultad, de colegas, de mí. Dibujé carteles y portadas. Pinché canciones en bares y fiestas privadas. Y una vez me encontré 20 eurazos en una acera, y aquello fue inolvidable.

Cuidé bebés a domicilio. Cuidé bebés en dos escuelas infantiles, donde también cambié pañales, pinté caras, hice pancartas, jugué a juegos, preparé números musicales, canté y bailé canciones, arrullé siestas, alimenté a bebés, animé a sus padres, animé a niños muy pequeños que no tenían padres. Fui a muchísimos, pero muchísimos campamentos de verano, y de invierno, otoño y primavera: campamentos Scout, campamentos de la Policía, campamentos municipales, campamentos privados, campamentos urbanos, campamentos deportivos, campamentos de inglés, campos de trabajo, acampadas de fin de semana, salidas de día a la nieve, a la Sierra Rica, a la Sierra Pobre, tardes de ocio en centros comerciales, fiestas de cumpleaños, actividades de tiempo libre municipales dominicales extraescolares, caminos de Santiago. Busqué campamentos, encontré campamentos, monté campamentos, desmonté campamentos. Participé en reuniones de padres, reuniones de monitores, asambleas con niños, con jóvenes, con adolescentes y post-adolescentes. Redacté bosques de circulares, cuadernos de actividades y hasta Programas Educativos. Hice juegos de pistas, gymkanas, rodé una película de niños con niños, canté canciones, jugué juegos, tendí tiendas, saqué sacos, estiré esterillas, conté cuentos bajo las estrellas, freí marshmellows, mordisqueé briznas, superé dificultades, enfrenté enemigos, crucé ríos, nadé lagos, rompí huesos, dormí poco, disfruté a mares...

Eso fue antes de los bares. Desde entonces solo sirvo copas en fiestas, teatros, Nocheviejas, y sobre todo en no sé ya cuántas terrazas, bares y restaurantes, pero sobre todo muchísimo tiempo lo pasé entre 3 bares, que es en lo que he echado el siglo veintiuno, mes arriba, mes abajo. Me lo gasté todo. Conocí a gente maravillosa a la que casi nunca veo, y no sé qué voy a hacer a partir de ahora ni si estaré animado para ello. Supongo que algunos días sí.

sábado, 23 de junio de 2018

PODCAST - Episodio 78: Bares de ficción


Acabo de publicar un libro que se llama "ENCICLOPEDIA DE BARES Y RESTAURANTES DE FICCIÓN", en la editorial Libritos Jenkins. Una guía larga y densa, que recoge miles de locales ficticios sacados del cine, la televisión, los dibujos animados, el cómic o los videojuegos. Aproveché esta semana para presentarlo en Reunión de Majorettes, como excusa para poner un montón de canciones chulas y variaditas, que tienen como único nexo en común que, aunque parece mentira, tratan sobre restaurantes o bares inexistentes. El libro ya está a la venta, y pronto dará mucho que hablar. O no. Entre tanto, me las arreglé para poner unas pocas canciones maravillosas de muy diferentes estilos.

Pulsa sobre las majorettes-barra-camareros-de-bares-de-ficción para ir al podcast:

https://www.ivoox.com/78-bares-ficcion-audios-mp3_rf_26693426_1.html

Y a continuación, la lista de la compra:

01. Gary Portnoy - Cheers theme (Full length record)
     [single 'Theme from "Cheers" (Where everybody knows your name) / Jenny', 1982]

02. Ennio Morricone - In un bar
     [OST "Revolver", 1973]

03. Thin Lizzy - The boys are back in town
     ["Jailbreak", 1976]

04. Duke Ellington - At a dixie roadside diner
     [single 'Duke Ellington presents Ivie Anderson', 1956]

05. Mad River - Paradise Bar & Grill
     ["Paradise Bar & Grill", 1969]

06. Tim Buckley - Hong Kong bar
     ["Greetings from L.A.", 1972]

07. Arlo Guthrie - Alice's restaurant massacree / Alice's rock & roll restaurant
     ["Alice's Restaurant", 1967 / single 'Alice's rock & roll Restaurant / Coming in to Los Angeles', 1969]

08. Rick Hicaro - Sports bar
     [BSO "Tapper", 1983]

09. Santo & Johnny - All night diner
     [single 'Sleep walk / All night diner', 1959]

10. The Robins - Smokey Joe's Café
     [single 'Smokey Joe's Cafe / Just like a fool', 1955]

11. The West Side Boys - Starlight, starbright
     [single 'Starlight, starbright', 195?]

12. Isaac Hayes - No Name Bar
     [BSO "Shaft", 1971]

13. Les Claypool's Frog Brigade - D's Diner
     ["Purple onion", 2002]

14. The Hollies - The air that I breathe
     [single 'The air that I breathe / No more riders', 1974 (Albert Hammond)]

15. Fiona Apple - Across the Universe
     [BSO "Pleasantville", 1998 (The Beatles)]

16. Electric Six - Gay bar
     ["Fire", 2003]

17. Tom Waits - The piano has been drinking (Not me) (An eevening with Pete King)
     ["Small change", 1976]

18. M.C.D. - Cargado de alcohol
     ["A sako Pako!", 1995]

19. Albert Pla - El bar de la esquina
     ["No sólo de rumba vive el hombre", 1992]

20. Alf Clausen, Dan Castellaneta, Hank Azaria, Yeardley Smith & Julie Kavner - Flaming Moe's theme
     ["Songs in the key of Springfield: Original music from the television series", 1997]

21. Aerosmith - What it takes
     ["Pump", 1989]

22. The Refreshments - Yahoos and triangles
     ["King of the Hill", 1997]

23. Nick Cave & The Bad Seeds - O'Malley's Bar
     ["Murder ballads", 1996]

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Episodio 78: Bares de ficción


Bueno, pues después de un pequeño descanso, esta semana retomo Reunión de Majorettes. El principal motivo (que no el único) por el que tuve el programa en barbecho, es porque he estado ultimando mi nuevo libro, autoeditado en mi micro-editorial Libritos Jenkins. Y ya que tengo un programa de radio musical, aunque sea "de culto", minoritario y bastante irrelevante, he decidido presentarlo por primera vez aquí. Porque, al fin y al cabo, el tema da mucho juego musical. Y es que el libro en cuestión es una "ENCICLOPEDIA DE BARES Y RESTAURANTES DE FICCIÓN".

https://libritosjenkins.blogspot.com/2018/06/enciclopedia-de-bares-y-restaurantes-de.html

Creo que el título es bastante explícito, y no necesita demasiada explicación; y además, en los dos links anteriores queda aún más claro. Pero sí, es exactamente lo que parece: una especie de "Guía del Ocio" o "Guía Michelin", pero en la que aparecen exclusivamente bares, restaurantes, discotecas, lupanares, tabernas, diners, cantinas espaciales o saloons del Oeste... que en realidad no existen, ni existieron ni existirán, ya que solo pueden ser visitadas por personajes de cine, la televisión, el cómic, los videojuegos, la literatura o los dibujos animados.


Estoy muy contento con el libro, que ya está disponible y podéis solicitar en los enlaces anteriores, o bien escribiéndome aquí, a mi correo personal, dejando un comentario en Ivoox o en el Facebook del programa, y dentro de muy poquito tiempo también en unas pocas tiendas, en principio en Madrid y Barcelona (aunque me ha escrito ya alguna librería interesada de otras ciudades).


Si no quieres comprarlo online y prefieres ir una librería, no tienes más que solicitarlo allí, y ellos me lo pedirán. Pero Libritos Jenkins es un proyecto chiquitito y poco ambicioso, que no puede permitirse una distribución normal.


Como sea, los bares de ficción también tienen relación con la música, aunque no he encontrado en las canciones tantas referencias a locales inexistentes e inventados ex profeso como en el resto de los ámbitos de la cultura pop. Pero hay bastantes ejemplos, sí, y escucharemos algunos de ellos.


Canciones en las que los autores rendían homenaje al BAR en toda su amplitud, a través de piezas en las que se inventaban un nombre, o bien música relacionada con aquellas películas, series o videojuegos de los que hablo en estas páginas. Me di cuenta enseguida de que este asunto daba para un estudio musical de los que suelo hacer en el programa, y era la excusa perfecta para retomarlo.


Será esta noche de sábado, a través de RadioELA.org.

miércoles, 20 de junio de 2018

"Enciclopedia de bares y restaurantes de ficción" (Libritos Jenkins, 2018)


Traigo novedades en mi micro-editorial unipersonal LIBRITOS JENKINS: ya está en imprenta mi nuevo libro, "ENCICLOPEDIA DE BARES Y RESTAURANTES DE FICCIÓN", un ensayo de más de 300 páginas, tan fascinante como divertido (e innecesario), que recoge toda la información inimaginable sobre ese rincón de la fantasía en el que transcurre gran parte de las historias de los personajes del cine, la televisión, los dibujos animados, el cómic o los videojuegos: LOS BARES.


Todos tenemos nuestros locales imaginarios favoritos: la taberna de Moe, la cafetería Central Perk donde se reunían los protagonistas de Friends, la tasca de los Hermanos Serrano, los bares de carretera de "Death proof", los saloons del Oeste de las películas de John Ford, la cantina de Mos Eisley, el Bar Reinols, el Restaurante del Fin del Mundo, las posadas de la Tierra Media, el Coffee Bean donde trabajaba la novia de Spider-Man... Tratar de recopilar todas las apariciones de locales ficticios que aparecen aquí o allá a lo largo de toda la Cultura Popular, ha sido un trabajo intenso, pero de este viaje ha surgido esta especie de Guía Michelin para el viajero interdimensional. Una auténtica enciclopedia, ordenada alfabéticamente, pero que también se puede leer como un ensayo corrido, para recordar o descubrir esas casas públicas donde se forjaron algunos de nuestros sueños y pesadillas.


El libro menciona más de 1.500 establecimientos imaginarios. No solo bares corrientes, sino también negocios de hostelería y restauración de toda tipología existente: karaokes, lounges, breastaurantes, maid-cafés, diners, dives, tascas, pafetos, abrevaderos en estaciones de servicio, pensiones intergalácticas, tugurios de planetas lejanos, food-trucks voladores... Solo la imaginación de los artistas sirve como límite para este glosario, cuya única regla es que los locales que vimos en todos esos productos culturales, no existan en el mundo real.


Entre estas páginas conoceremos muchísimas anécdotas. Locales que han aparecido, sin que nos hayamos dado cuenta, en más de una treintena de películas o episodios de series; viejas localizaciones encantadas, que provocaron terror entre el reparto; sets de rodaje con forma de cafetería que quedaron abandonados en mitad del desierto; escenarios simulando tabernas que se construyeron para un solo sketch de una serie de televisión; parodias en el cine XXX de los bares más famosos; marcas de cerveza o comida a domicilio inventadas y recurrentes en distintos productos audiovisuales; todo tipo de camareros de razas y especies imaginarias... Es imposible recoger absolutamente todos los locales que han aparecido en toda la ficción universal, pero esta es la aproximación más exhaustiva a ello que se haya hecho nunca.


Como siempre, el libro está obsesivamente ilustrado, incluye un índice onomástico (como las Páginas Amarillas), una somera introducción al tema, muchísima información, curiosidades para aburrir sobre cada serie, película o tebeo, y es un objeto rabiosamente pop, que no debe faltar en ningún hogar. Tira ya ese catálogo de IKEA de 2003 que tienes en el salón y hazte con una copia de "ENCICLOPEDIA DE BARES Y RESTAURANTES DE FICCIÓN", lo último de Libritos Jenkins, que es la lectura del verano, un libro único en el mundo, y sale al mercado de manera limitada.


Pide ya tu ejemplar desde la tienda de Libritos Jenkins.