viernes, 8 de abril de 2005

Dolores del juicio final

Hola, potxokis virtuales.

No, no he sido abducido, ni he sido detenido por hipnotizar a una vecina de carnes prietas. Llevo unos días sin dejar mi insulsa impronta en el ciberespacio debido únicamente a que he estado en cama resintiéndome de un terrible dolor en las muelas del juicio. Deglutiendo películas, leyendo blogs que tenía impresos por ahí y escuchando música. Viendo llover al otro lado de los cristales desde el diván de mi palacete victoriano, recibiendo la visita del doctor y medicándome abrazado al transistor. Bueno, no exactamente así, pero esta imagen mental creada es más bonita y agradable que la real. Sea como sea, mi rutina solitaria sólo ha sido interrumpida por la sagrada pachanga de mus, y por un tinto de verano en una terraza con las amistades, ayer por la noche.

La cosa es que tenía escritas las dos siguientes raciones del dossier de Hipnotismo (ya casi domino el arte de la auto-post-hipnosis, y ando creándome falsos recuerdos agradabilísimos de una vida pasada llena de opulencia y felicidad. Como Lobezno, pero al revés). Esos dos posts me parecían bastante redonditos y sobre todo con un montón de jugosos links. Pero desaparecieron por algún recoveco de un directorio compartido en el trabajo, y me pillé un cabreo considerable. No sé si los volveré a recuperar. De todas formas, ahora me parece un coñazo volver a escribir por tercera vez sobre lo mismo. No sé cómo lo hace J. J. Benítez.

De todas maneras, el absentismo laboral durante tres días me ha sentado de maravilla. Hoy estoy perfectamente, pero me he quedado en casa tan feliz haciendo limpieza, ordenando fotos y preparando unas lentejas. Y encima es viernes. En fin, que el prometido paseo por el lado pajero-pop del Hipnotismo tendrá que esperar, y este tonto texto es sólo una excusa como otra cualquiera.

Vengo, dándole un respiro a mi agonía, a colgar un par de tontadas sobre cine, y me encuentro con el blog hecho unos zorros, con todas las fotos iguales, con un texto de "Parental advisory: explicit fotos" que hace que todo esto parezca un sindiós. Eso me pasa por geek de palo. Photobucket me la ha jugado. Casi tanto como mis muelas o como los artículos sobre Hipnotismo Pop 3 y 4. Me voy a concentrar, a ver si consigo convencer a alguien mentalmente para que desfaga el entuerto, porque no tengo tiempo de cargar una a una todas las fotos en otro lado, ay qué pena.

Adios, potxokis virtuales.

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