"Los asquerosos" (Santiago Lorenzo, 2018)

Mi novela favorita del año es "Los asquerosos", la sexta inmersión de Santiago Lorenzo en los sotanillos interiores de la soledad y el patetismo interior de cada uno. Después de sus tremendas películas "Mamá es boba" (1997) y "Un buen día lo tiene cualquiera" (2007; que a mí me chifla y la he visto tres veces, aunque Lorenzo quedase chamuscado y tras la experiencia decidiera dejar el cine para narrar historias él solo y que le dejasen en paz), desde 2010 ha decidido dedicarse a tope a la literatura, me imagino que cuando consigue limpiar el escritorio de piezas de puzzle, juguetes y masilla y termina algún diorama bizarro; lentamente, en solitario, y tras haber obtenido por metempsícosis lo que había dentro de Jardiel Poncela, Rafael Azcona, Eduardo Mendoza y Manuel Vázquez. Poco se habla todavía de Santiago Lorenzo, aunque tras ésta está saliendo en todos los medios y le he escuchado dos veces en la radio generalista de casualidad. Yo tengo un rincón en una balda para ir recolectando todo lo que siembra:

Mi santiagolorenzoteca tiene un cromo más desde que hice esta foto, porque me regalaron un ejemplar del librito de Blur Ediciones con detalles de producción, esquemas y bocetos de "Un buen día lo tiene cualquiera". Por cierto, que ahora recuerdo que también leí hace unos cuantos días "9 chismes" (2016, Autsaider Comics División Sesuda), ya que estamos, que es un compendio de 9 cositas breves que tenía escritas por ahí, no sé si publicadas o no; también faltan los dos o tres textos que escribió para el Butano Popular (la página tristemente ya ha muerto), y creo que alguna cosa para Mondo Brutto, además de la entrevista que juraría que le hicieron por allí, pero que no encuentro. "9 chismes" es un aperitivo menor, en el que no te sumerges, y el empaque que le hizo Mireia Pérez no es que me hiciera saltar a la calle en calzoncillos a abrazar a la gente pero cualquier cosa mejor que que Roberto Cavolo le pote encima de la cubierta a sus libros. Pongo la postalita de la portada de "9 chismes", ya que estoy haciendo acuse de lecturas a toda leche en el blog y es una de ellas, y si no la pongo no puedo respirar. Manías:

Como sea, y tal y como conté también en este blog en su día, "Los huerfanitos" (2012) y "Las ganas" (2015) me chiflaron, pero "Los millones" (2010) seguía pareciéndome insuperada. Siendo de mis lecturas favoritas, me gustaron un poco menos sus siguientes obras, la primera por demasiado coral, creo, y la segunda, creo, por demasiado, demasiado amarga (recordándola ahora, me viene a la cabeza que su punto de partida era el mismo que el de "My twisted world", de Elliot Rodger. Qué casualidades tan poco graciosas tiene la vida... es broma). Pues "Los asquerosos" es la más redonda que ha hecho, la más intensa, la más divertida y absorbente, creo también. Una zambullida en todas sus obsesiones desde el principio de su obra, poderosamente alegórica, que obnubila y fascina en cada frase, que te hace un truco y un retruécano en cada párrafo, que coloca las palabras con un arte que cada capítulo parece de un zoótropo más que de un libro. Mira que unas 100 páginas van sobre un millennial que está solo en el campo, en una aldea abandonada, haciendo el tonto... Pues yo las iba leyendo y mirando el canto del libro a ver si crecían en vez de reducirse las páginas que quedaban para terminarlo. La trama cuenta cómo el citado chaval, Manuel, tiene que huir de Madrid (esta vez vivía en Montera, aquí al lado, en vez de en mi misma calle como en "Las ganas") tras un encontronazo con la ley, y cómo se transforma en un tránsfuga aterrorizado por ser descubierto y ajusticiado, pero que a lo tonto le va cogiendo el gusto a la soledad. Básicamente, va de eso, de ese sueño que tenemos muchos de mandarlo todo a la mierda e irnos al monte a tener tiempo libre para hacer lo que te dé la gana; o parafraseando a Santiago (porque no encuentro la página exacta), hacer lo que le saliera de los cojones, y darse cuenta de que si tienes tiempo, te salen cosas de los cojones sin parar. No quiero contar mucho, porque en la segunda parte del libro la cosa se le anima un poco a Manuel (para mal) cuando aparece La Mochufa, pero hay que leerlo. Yo sospechaba que todo iba a acabar bien, por los precedentes, así que no sentí la penilla que con "Las ganas", y Manuel era mi ídolo desde la página 1, así que lo disfruté como un mochufa una gala de GHVIP. Una maravilla de novela; me encomiendo a Eris, una vez más, para que no le den un Premio Planeta y Santiago se rompa.