viernes, 4 de noviembre de 2011

Dramáticas Aventuras Trimestrales Ilustradas nº 1 y 2


Dramáticas Aventuras Trimestrales Ilustradas es un fanzine de pequeño formato, a imagen de las viejos artefactos pulp de kiosko ("formato Novaro", podríamos decir) que venía sobrevolando sobre las cabezas de Scari Wó, unos cuantos colegas y yo mismo desde hace ahora más o menos dos años. En realidad todo tomó forma cuando se gestaba un proyecto diferente, un fanzine barcelonés de literatura pulp que no llegó a ver la luz, en el que se nos propuso colaborar, y para hacer algo diferente del relato hard-boiled que le vino a la cabeza enseguida a todos los colaboradores, se nos ocurrió hacer una fotonovela de 12 páginas. Quedamos unas pocas veces para hacer un script muy disparatado, en el que aparecía un luchador mexicano enmascarado como protagonista, El Ligre, sumergido en una aventura que le llevaría de Madrid al Vaticano, y donde sería acosado por nazis, robots gigantes (y de estatura mediana), mad doctors y otros enmascarados chingones. El principal referente de la fotonovela, que Scari supo mimetizar de manera más que profesional, fueron las revistas de El Santo.
Como decía, aquel proyecto pulp con epicentro en Barcelona nunca llegó a salir (en el cajón se quedaron unos cuantos cuentos), así que no tardamos mucho en decidirnos a publicarlo por nuestra cuenta. Y D.A.T.I. es el resultado. Un fanzine pequeño, barato y que huele a fandom que apesta, donde se dan cita portadas inspiradas por clásicos de la editorial Marvel, tiras cómicas ("Cuartel general para tres"), tebeos, relatos, entrevistas ficticias, cartas robadas a Hitler, fichas de personajes, anuncios de tinte para el pelo y tonterías surtidas. La idea es que poco a poco el invento vaya tomando forma, y que cada una de las páginas de los primeros números, que al principio pueden parecer un relleno sin pies ni cabeza, vayan cobrando sentido. En este aspecto, me gusta pensar en lo que hicieron Albert Monteys y el resto de La Penya a comienzos de los noventa con el fanzine Mondo Lirondo, donde un puñado de personajes que protagonizaban sus propias tiras y páginas autoconclusivas "Joso-style", acabarían moldeando una aventura deliciosa. Dentro de unos años habremos puesto en la calle veinte o treinta ejemplares de D.A.T.I., y empezaremos a distribuir retapados. Tendremos una pequeña oficina decorada con muñecos articulados del Profesor Mendoza, Comisario Mono, Tequila Vásquez, la Virgen de la Santa Mama o la Mujer que Compra Mucho en los Supermercados. De momento esto está siendo un divertimento muy guay y una excusa perfecta para quedar de vez en cuando en las casas de unos y otros para charlar y prestarnos tebeos y novelitas de bolsillo. Yo estoy inmensamente feliz colaborando con esto, aunque sea siempre el que entrega más tarde y al que tiene que perseguir el éditor todos los trimestres con una vara. El resultado final me maravilla, la edición es cuidadísima, las tipografías, la calidad del papel y de las impresiones, los dibujantes, los textos... En fin, a mí esto me encanta. No puedo opinar desde fuera, obviamente, pero supongo que los primeros lectores de Detective Comics también se extrañarían por los cabos sueltos y tardarían en coger cariño a los personajes. En esas estamos.

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