miércoles, 5 de agosto de 2015
Agents of S.H.I.E.L.D. #1-4 (Mark Waid, vvaa, 2015)
Vaya tórrido y desocupado mes de agosto que estoy pasando, leyendo tebeos y viendo series de superhéroes como todo quisque en mi lugar de vacaciones. Hace justo un año, hablé de la primera temporada de Agents of S.H.I.E.L.D., y también he terminado de ver la segunda, que me ha gustado muchísimo. En este increíble Nuevo Orden Mundial, en el que las mejores películas de acción y aventuras las hace Marvel (que se lo cuenten a Bill Mantlo hace treinta años...), que no pasan tres meses sin que se estrene otra aventura de alguna de sus franquicias (ya sea producto de Marvel o de esas malvadas multinacionales que aún poseen resquicios de derechos de los personajes, y contra quienes Marvel Entertainment tiene abierta una encarnizada batalla), y que además se emiten por la tele tantísimas series protagonizadas por superhéroes, los espectadores aficionados vivimos una etapa gloriosa. Soy de los pocos que conozco a los que les está gustando mucho Gotham (la abandoné cuando tuvo el largo parón del "falso final de temporada"); Flash me pareció entretenidísima, una golosina pese a sus limitaciones (DC tiene sus propias normas, ese delicioso candor e inverosimilitud que hay que aceptar para disfrutarla); la miniserie de Daredevil es un disparate de buena y adictiva; Agent Carter también me chifló, a la altura de su estirpe contemporánea; sólo me queda acercarme a Arrow, que me daba en principio más pereza pero mi-amigo-el-de-ir-a-ver-pelis-de-superhéroes me insiste siempre, y lo mismo hasta le doy un tiento a las últimas novedades de animación (aunque nunca creo que desplacen del lugar que ocupan en mi corazón las series animadas de X-Men del '92 y Spider-Man del '94, a las que vuelvo de vez en cuando).
Y encima, hoy me he ido a una tienda de tebeos y me he comprado los 4 primeros números que ha sacado Panini de Agents of S.H.I.E.L.D., que suponen la traslación definitiva de los agentes televisivos al Universo Marvel en viñetas. Coulson me consta que ya había aparecido por ahí, pero poco a poco los agentes Fitz, Simmons, May y supongo que Skye y compañía (que todavía no han salido) irán reivindicando su espacio. No tenía ni idea de quién había hecho estas adaptaciones. Y me he dado de bruces con 4 historias entretenidísimas autoconclusivas escritas por Mark Waid, y dibujadas, respectivamente, por Carlos Pacheco, Humberto Ramos, Alan Davis y Chris Sprouse. Una gozada. Historietas sin mayor enjundia, donde la gracia está en la (casi) novedad de ver plasmados a actores como personajes de Marvel, en la resolución misiones sencillas y variadas, y en que saciará mi hambre de grapa. De momento hemos visto la solución a una crisis en Midgard, la defensa de un ataque en el instituto en el que estudia la nueva Ms. Marvel inhumano-mora, una inmersión en la impresionante mansión del Dr. Extraño de Coulson y Spider-Man (me chifla ver a Spidey dibujado por Alan Davis) y el sorprendente descubrimiento de que Sue Richards es un agente de S.H.I.E.L.D. en secreto, a espaldas incluso de sus compañeros de los 4-Fantásticos. Un complemento fresquísimo y heterogéneo, que a ver si no lo engulle y desvirtúa la dichosa Secret Wars III que me había alejado un poco de la actualidad Marvel.
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