Hace unos meses compré y leí esta novelagráfica, una asfixiante historia de adolescencia y descubrimiento en la América Profunda, narrada por un tipo (Derf Backderf) que en los años setenta compartió pupitre con otro chaval llamado Jeffrey Dahmer; joven extraño, introvertido y algo
borderline éste, que crecería para pasar a la historia como "El Carnicero de Milwaukee". Como aficionado a este tipo de personajes, esta obra me interesaba mucho y la devoré durante un par de noches. El dibujo de Backderf es algo sucio, aparentemente apresurado, pero correcto y efectivo, en la línea de Joe Matt o Chester Brown. El tono es lúgubre y nostálgico, y la historia se ciñe a la cotidianeidad de un instituto de provincias y a un geek solitario e incomprendido y que hacía cosas raras. Sin moralina de ningún tipo, el autor reflexiona sobre el sistema educativo, la culpa, el bullying, la amistad y los demonios interiores. Una historia magnífica, adictiva y desasosegante como pocas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario