Manic Street Preachers son una banda estigmatizada, imposible de desasociar de cierta tristeza y fatalidad a raíz de la misteriosa desaparición del carismático Richey James. Aquel trágico suceso les aportó cierta melancolía, abandonado el gamberrismo casi punk de primeros trabajos como
"Generacion terrorists" (1992, que yo tenía en casette), y pringándoles de épica y sobreproducción orquestal a partir sobre todo de
"Everything must go" (1996), uno de los discos que más veces he escuchado jamás, lo confieso. Resulta chocante que
"Rewind the film" suene tan positivo y popero ya desde el comienzo, con himnos como
The Sullen Welsh heart o
Show me the wonder, casi un anacrónico (y trompetero) exorcismo britpop. Sin embargo, las letras esconden una crueldad indecible, un cinismo cuarentón amargo y desolador. Pero, como digo, disfrazado de hermosísimas y alegres melodías casi navideñas al principio, que poco a poco se van sumergiendo en medios tiempos y baladas oscuras, con importantes colaboraciones vocales. No es su mejor disco, pero sí probablemente el que mejor comienza y termina, y me está acompañando mucho en estos días grises y moñas que me suceden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario