Esta noche en la REUNIÓN DE MAJORETTES repasaremos el legado de algunos de los músicos más ajenos a la Industria Musical; y al Sistema en general: la música sin hogar. Mendigos armados con guitarras, pianos y saxos, que sobreviven interpretando música en plena calle. Músicos que perdieron todas sus posesiones, y la miseria o la enfermedad mental les llevó a vivir al raso. Indigentes que consiguieron superar la mendicidad y triunfaron en el mundo de la canción. Músicos callejeros a jornada completa, que son auténticos monumentos e instituciones turísticas en sus respectivas plazas y esquinas.
La música habita en el aire, y es un error considerar músicos solamente a los profesionales. En un altísimo porcentaje, los músicos que suenan habitualmente en las radios comerciales son una estafa. Carecen de talento, de pasión, de alma, y ni siquiera les importa un carajo la música. Solo están interesados en el dinero, y recalan en la Industria Musical como podrían haber terminado gestionando firmas de inversión en un despacho. Casi todos los músicos comenzaron tocando en las calles, y algunos de los más auténticos nunca abandonaron su hábitat natural. La Industria Musical es una patraña, una gran mentira. La Música no es más que combinación de sonido y silencio, cuerdas vibrantes, rasgadas o percutidas, metales soplados, y para crear belleza basta con la pasión y el talento. Los tiburones corporativos sobran, y también los estadios, y sobre todo los concursos de karaoke: la música se engrandece en las esquinas más mugrientas, su eco la empodera bajo tierra.
Mucha de la gente que vive en la calle tiene una historia increíble detrás; y algunos de los científicos, políticos, actores, activistas más famosos, tipos que salen en la lista Forbes, pasaron por malas épocas, obligados a mendigar en los parques. Y también muchos músicos. Profesores de música o profesionales del jazz que sufrieron un golpe de mala suerte, músicos callejeros obsesionados con ese público efímero e imprevisible que se arremolina al ponerse a crear Arte en plena calle, todo esto es fascinante. Y rara vez ha sido registrado para la posteridad; pero probablemente ahí está el Arte más auténtico.
Esta noche, a partir de las 20.30 en Radio Arrebato, les haremos de altavoz durante una insignificante hora.
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