viernes, 31 de julio de 2015
"Ant-Man" (Peyton Reed, 2005)
martes, 28 de julio de 2015
"Dr. Forrest's Cheeze Factory" compilations (2008)
jueves, 23 de julio de 2015
Mondo Brutto en la revista El Jueves (1999-2003)
Bien saben quienes me conocen que soy gran fan del Mondo Brutto; e incluso muchos sólo me conocen como "el que escaneó los Mondo Brutto", por aquellos escaneos de los 20 primeros números que hice hace bastante tiempo, que levantaron tantas pasiones como odio (los volví a subir aquí recientemente, porque me lo siguen pidiendo de vez en cuando al privado; algunos, y otras cosas que no son mías, circulan por eMule). Tesoro del underground nacional, reader's digest de lo bizarro y lo adiabolado, el fanzine MB sacó su número 43 hace unos días, continuando una larga aunque intermitente y mutante carrera que se inició en 1993, y sigue siendo una publicación interesantísima y única. El miércoles 2 de junio de 1999 (más o menos), los autores de MB comenzaron a colaborar en la revista El Jueves, con una columna semanal de texto con su inconfundible tono y estilo, y que trataba los habituales temas atemporales que interesan y caracterizan a los responsables de la publicación: la cultura popular, los fenómenos de masas más risibles, la televisón más rancia, lo bizarro y lo oscuro. Su colaboración duró casi 4 años, y calculo que publicaron alrededor de 185 entregas. Fue la época en la que yo compraba El Jueves más asiduamente, y de hecho arrancaba y guardaba mis secciones favoritas, como hacen las abuelas con los cupones y las esquelas. Años después, también escaneé bastantes de estas páginas, pero no todas. En el CRG (Comics Release Group, el gran imperio de la digitalización y conservación desinteresada de tebeos español) hay bastantes seguidores de El Jueves, y aunque parece increíble se puede encontrar casi toda la colección de El Jueves, o una enorme parte de ella. Y el año pasado, el miembro del CRG DIFyCUL se dedicó a hacer separatas de algunos autores, los más minoritarios, en una iniciativa a la que llamaron "Los Inéditos de El Viernes". Tomos recopilatorios digitales dedicados a honrar la memoria de grandes olvidados de la revista como Jvlivs, Guille, Mónica y Bea, Germán Meni, Carlös, Palomo, el trabajo que hicieron allí en exclusiva (probablemente nunca más reeditado) de maestros como Raf, El Perich, Forges o Gallego y Rey, y hasta compilaciones de secciones que no he leído jamás como "Galería de Piropos" o "Recortes de la prensa seria". Y uno de esos "retapados" contenía casi 100 páginas de Mondo Brutto. Con una portada (la de arriba) y dos páginas de introducción ad hoc (donde hasta me mencionan, ya que muchas de esas páginas las escaneé yo mismo, y es que en el CRG son así de atentos y agradecidos). Yo soy un depredador silencioso del CRG de toda la vida, y en los últimos años he seguido ampliando ese tomo de recortes con los textos de Mondo Brutto, de los números atrasados que de vez en cuando alguien sigue añadiendo a la causa, y hasta la fecha he podido juntar más de 170 artículos; más de 170 páginas en un tomo que considero imprescindible para los fans de MB y de este tipo de lecturas curiosas, inteligentes, instructivas y graciosas. No sabemos exactamente cuántas fueron en total, y además no tengo la correlación entre todas las páginas y el número de El Jueves en el que fueron publicadas, por lo que no sé si algún día podré juntarlas todas. Pero los coleccionistas compulsivos no nos damos por vencidos, y de vez en cuando sigo añadiendo alguna que otra. Es uno de los archivos que tengo siempre en la memoria del tablet, y una lectura esporádica, y además de contarlo aquí en el blog éste, he actualizado el enlace de descarga, por si a algún visitante le interesa. Se puede descargar, en formato .cbr, AQUÍ.
miércoles, 22 de julio de 2015
"Jurassic World" (Colin Trevorrow, 2015)
No entiendo muy bien las críticas negativas vertidas sobre esta película. Dos horas cómodamente sentado, disfrutando del aire acondicionado y viendo realistas monstruos y criptomonstruos gigantes, velocirraptores desatados, una jauría de pterodáctilos, un megalodón, una tía buena armada... Pues claro que es una chorrada, y que la historia se parece a "Parque Jurásico". Se trata de la reapertura del Parque Jurásico, y tiene que haber una fuga, un conflicto. Las principales críticas que he escuchado sobre esta actualización del mito de Spielberg se centran en cosas que ya sabíamos antes de ir a verla. Tal vez algún espectador más exigente esperaba ver a los dinosaurios discutiendo sobre Schopenhauer, un argumento complejísimo en forma de rayuela, un drama dionisíaco de proporciones épicas. Bastante tuvieron ya con cómo iba la Masa a estar todo el año comparando ésta con la original, y con sus propias dificultades para justificarse y homenajear a la primera, y a mí me gusta cómo lo hacen. "Parque Jurásico" me molestó bastante, es una de las películas más moñas que recuerdo haber visto, y "Jurassic World" me pareció más digna, más gamberra en ese sentido, y visualmente satisfactoria. Todo resulta demasiado frío y estereotipado como para identificarse con nadie, y que nadie te importe un carajo que sea devorado lo antes posible, y desconcierta el constante product placement. Y me gustó especialmente la elección del bobo entrañable de New girl como nuevo técnico freak.
martes, 21 de julio de 2015
"Holmes & Watson, Madrid days" (José Luis Garci, 2012)
Así como "Supernova" no me pareció tan mala como la pintan, y sí una tomadura de pelo autoconsciente y gamberra, por las mismas fechas (hace un par de meses) estuve viendo otro disparate anómalo de la filmografía española, a la que se vapuleó desde todos los ángulos posibles cuando se estrenó. Y en este caso estoy más de acuerdo, porque "Holmes & Watson, Madrid days" da bastante penita, y la acabas mirando de reojo, avergonzado, apretando el paso, como cuando vas por la calle y un heroinómano se te acerca para pedirte suelto. Probablemente todo se explica con una reunión apresurada en la cafetería del Congreso, en la que Gallardón, a cambio de todo el tráfico de influencias ejercido durante tantos años para mantener a Garci en las pantallas del ente público autonómico, a precio de platino, le dijo a Garci que quería tener su ficha en el IMDb, que tenía una sobrina muy aficionada al cine a la que le hacía ilusión y guardaba una barba de broma cogiendo polvo. Y a raíz de eso, y que a Garci le había molado la primera temporada de Sherlock de la BBC, es decir, del TeleMadrid británico [risas] al que tanto debe, y quería intentar imitarlo, escribieron ahí al momento un guión en una servilleta. Emulando a Alan Moore, decidieron crear su propia Liga de los Hombres Extraordinarios, en un trepidante pastiche steampunk que mezclara a Sherlock, Watson, Jack el Destripador, Benito Pérez Galdós, Isaac Albéniz, un torero bizarro y un flamenco, repleto de acción, romance y aventura a raudales. Una vez puestos en faena, la cosa resultó parecerse más a un episodio raro de El secreto de Puente Viejo con toques de matrimoniadas de José Luis Moreno, iluminado como un Estudio 1 de los setenta. Con fallos de ráccord, interiores de corchopán, barbas postizas que se mueven, actores desganados y que se nota mucho que les da cosica que les enfoquen, chistes localistas cuando se supone que hablan en inglés, chistes privados trasnochados como los que cuentan Garci y los colegas en su podcast Cowboys de medianoche, y un ritmo absolutamente inexistente. Da la sensación de que a partir del puñado de ideas que apuntaron Gallardón y Garci en la servilleta delante del tercer solisombra, se pusieron a rodar, y se dieron cuenta de que no había guión cuando ya casi se acababa el presupuesto y el alquiler de atrezzo cedido por el Museo de Cera. En su momento estuve viendo "Tiovivo C. 1950", otra película reciente de Garci, y allí quedaba claro que no había guión, ni ninguna necesidad artística de expresar absolutamente nada, sino únicamente obsesión por producir y hacer caja, y por repetir una y otra vez que "cualquier tiempo pasado fue mejor". Aquella, tal como revelaba su título, solo era un carrusel de imágenes y cameos de gente famosa hablando, sin ton ni son, como una especie de cuadro en movimiento en honor a la nostalgia. Pues con ésta pasa exactamente lo mismo, salvo que no te avisan. No hay guión, no hay historia, y todo se reduce a señores trasnochados y petulantes hablando sobre cosas. De vez en cuando se menciona un asesinato, o a una suripanta o a un político bribón, pero estás deseando todo el rato a que uno de esos señores se quite la careta y todo haya sido un sketch surrealista de broma. Pero no. No llega ni a humor involuntario. Es como contemplar una partida de brisca a través de unas gafas tintadas. Una cosa fascinante.
"Supernova" (Juan Miñón, 1993) / "Minority report" (S. Spielberg, 2002) / "Lucy" (Luc Besson, 2014)
"La fiesta de despedida" (Tal Granit, Sharon Maymon, 2014)
Una amiga, que debía de estar extraordinariamente aburrida, me invitó al cine la semana de estreno de esta película hace unas cuantas semanas, cuando ya picaba el sol e ir al cine es una excusa para bañarse en el aire acondicionado, un auténtico viaje en el tiempo, pero el atmosférico. Estuvimos dudando de en cuál meternos, pero tenía que ser cine lo menos comercial posible, porque ella es así, y acabamos viendo esta comedia israelí sobre gente mayor que se cachondea, con mucha finura, de su pronto desenlace. O más bien, de cómo acelerar su desenlace. Una especie de "Club de los suicidas" de Dumas, pero con viejos que hablan raro. Probablemente no fuera yo su espectador más indicado, tal vez dentro de setenta años... Aunque es curiosa, simpática, amable, muchas risas la verdad es que no, y se me hizo un poco incómoda y espesa, por lo larga y timorata, y porque el tema del alzheimer me desagrada bastante. Y porque no pillé.
"Project Almanac" (Dean Israelite, 2014)
Una recomendación diáfana y (creo que) sin riesgo, de ciencia-ficción "doméstica", entretenida y sin pretensiones ni sofisticaciones, ni la carga intelectual que suele chafarme este tipo de aproximaciones verosímiles a los viajes en el tiempo. Creo que es mejor no saber nada de la película y que te vaya sorprendiendo sobre la marcha, pero como soy un bocazas, diré que cuenta cómo unos chavales aficionados a la ciencia y las maquinitas, nerdazos del MIT, descubren una vieja grabación de video al internarse en la buardilla de casa como unos goonies, que muestra el 8º cumpleaños del protagonista, grabado el mismo día que su padre falleció. Y en un par de fotogramas de la cinta, aparece el protagonista, con su edad actual, y con las mismas ropas que lleva puestas en ese momento. Un comienzo estupendo e inquietante, que acaba diluyéndose a ratos en absurdas paradojas y amoríos, pero llena de grandes momentos y terriblemente entretenida.
"Los mordiscos del alba" (Tonino Benacquista, 2001)
En mi afán por ponerme al día apresuradamente con el acuse de lecturas, me he acordado de esta novelita que leí hace algunos meses, que me entretuvo bastante y me duró un par de días. Narra la historia de un par de buscavidas y sinvergüenzas, alimañas de la noche que viven del desempleo y se dedican a colarse en las fiestas, en las discotecas y las inauguraciones, para beber gratis e inventarse un estatus social que no les corresponde. Noches de desenfreno parisinas que recuerdan a la peripecia urbana de "El odio (La haine)", o a esas películas norteamericanas de excesos y desventuras (valgan "Jo, qué noche" o "Todo en un día"), pero con la Torre Eiffel de fondo y un argumento de novela negra. Al cabo de media novela, el noir va dejando paso poco a poco a la trama paranormal que desvelaba el título. Sin ser una maravilla, sino un divertimento posmo, me gustó esta novelita, aunque me dejó bastante frío en contraste con los cuentos breves de Benacquista, a quien conocía por "La máquina de triturar niñas", un libro que me fascinó en su momento.
"Monstruos en el Oeste" (Curtis Garland, edición de Alberto López Aroca, 2015)
Igual que sucede con el ensayo hermano de éste, de casi idéntico formato, la última obra traída al mundo por Alberto López Aroca es un mamotreto de pulp absolutamente hermoso, confeccionado con un cuidado y un cariño apabullantes. Alberto andaba detrás de la idea, y empezó a lanzarla en preventa para algunos ansiosos aficionados a los bolsilibros. Y antes de darnos cuenta, lo teníamos en casa a precio reducido, y ya es una realidad al alcance de cualquiera. Las más de 600 páginas de "Monstruos en el Oeste", envueltas en la preciosa portada de Sergio Bleda, se abren con un ensayo impecable de Andrés Peláez Paz, sobre todo lo relacionado con el weird western internacional, desde los primeros seriales bizarros o los relatos de Lovecraft, pasando por las pocas películas del asunto hasta las novelas de Curtis Garland que nos ocupan. Porque el resto del libro reproduce nada más y nada menos que 7 novelas completas del Maestro Juan Gallardo Muñoz (alias Curtis Garland, alias Donald Curtis, alias Kent Davis). 7 bolsilibros, novelas de a duro de vaqueros de las se vendían en los kioskos españoles en décadas pretéritas. Garland es un icono para muchos de nosotros, los aficionados a esta literatura popular (en este blog le he mencionado un montón de veces), y algunos de los westerns paranormales aquí recopilados son absolutamente inencontrables (aunque yo ya tengo leída una...), y no serían jamás reeditadas y caerían en el olvido, de no ser por gente valiente y apasionada como López Aroca. El tomo es precioso, la edición no podría ser más cuidada, bonita y explicativa, y contiene lectura para muchas noches polvorientas. De todas las iniciativas que están consiguiendo volver a poner en circulación, con permiso de sus herederos, las fantásticas novelas de Garland (yo tengo "La tumba del vampiro" y los 4 tomos de novela policíaca de Akal, pero hay más), "Monstruos en el Oeste" es el más cuidado, el más original y el que se centra en el rincón literario más curioso y extraño del autor. Una maravilla.
"Sherlock Homes en España" (Alberto López Aroca, 2014)
"Tomorrowland: El mundo del mañana" (Brad Bird, 2015)
Me encantan estos subtítulos que les ponen en España al traducir los blockbuster: "Tomorrowland El mundo del mañana", parece un homenaje a Héctor del Mar y los nombres que les ponía de cachondeo a los luchadores de Pressing Catch, como "Terremoto Earthquake", "The Snake El Serpiente", "Roddy Piper El Gaitero"... En fin. Fui a ver esta película a los Ideal la semana de su estreno, y no recuerdo exactamente su argumento, pero salí entusiasmado. Tampoco sabía nada sobre ella, salvo que la había hecho Brad Bird, ese superhombre detrás de la primera animación de Los Simpsons, "El gigante de hierro", "Los Increíbles", el guión de "Nuestros maravillosos aliados"... y esto era suficiente garantía para mí. Me echaba un poco para atrás que fuese un largometraje del moralista emporio Disney, y que tuviera que ver también en ello el pesado (y aún más moralista) Damon Lindeloff, pero tenía muchas ganas de ver esto, fuese lo que fuese, en pantalla grande. Y fue una gozada. Un verdadero viaje en una montaña rusa, un hermoso homenaje a la infancia y a la ciencia-ficcón retro-futurista de los años 50. Aunque la cosa pase a la historia tan solo un spot largo y espectacular de una zona de Disneyland, y a pesar del extraño mensaje elitista y MK-Ultra que tira de espaldas, es una fábula preciosa y emocionante en la que no dejan de pasar cosas, con un montón de ideas brillantes, cgi absorbente y verosímil, y ese mismo halo de las películas de fantasía artesanal y entrañable de los ochenta que mi generación tiene en el inconsciente colectivo. Y luego está la niña, la fascinante androide que no me quité la cabeza en mis siguientes diez o doce pesadillas. Bravo.
"We steal secrets" (Alex Gibney, 2013) / "Deep web" (Alex Winter, 2015)
"Red Army" (Gabe Polsky, 2014)
Btooom! (Madhouse, 2012)
El otro día me dio por ponerme un poco al día en lo que se cuece en la actualidad del anime, el universo de las series de dibujos animados japonesas; una forma de arte con su particular idiosincrasia, tan inmensa que puedes pasarte la vida viendo única y exclusivamente anime, renunciando por completo al resto de producción cinematográfica, televisiva, artística o musical. En Japón se emiten (a ojo) unas chorrocientas catorce seis series de animación cada semana, y desconocía por completo qué se estaba haciendo, aparte de Naruto, Dragon Ball Super, One Piece o Fairy Tail, que sí, es imposible no saber que existen si uno es un poco curioso y abierto al audiovisual. Decidí empezar a seguir unas cuantas páginas y blogs, me vi unas cuantas recomendaciones de lomejorde en Youtube, y añadí algunos ingredientes nuevos a mi menú. El anime tiene algunas características y temáticas inamovibles, es una forma de cultura amplísima pero hasta cierto punto constreñida en modo, ritmo y diseño, al menos para el no iniciado. Y es tan inabarcable, que lo único que pude hacer fue anotar unos cuantos nombres y verme unas cuantas series: es lo que tiene estar en paro (me he ido al paro por primera vez en la vida, a ver qué se siente). Estuve viendo School days, una "dramedia de relaciones sentimentales entre adolescentes de colegio mayor con giro inesperado" (seguro que este género tiene un nombre de una o dos sílabas), pero me cansé enseguida y me fui directo a ver el final. Me enganché bastante a Tokyo Ghoul (casi he acabado la primera temporada), una historia de acción y épica sobrenatural en los bajos fondos de la gran ciudad, que mezcla vampirismo, noir, cyberpunk y cripto-mitología (cada "ghoul" tiene sus poderes y sus cosicas, como los Caballeros del Zodíaco, los Pokémon y todas esas series coleccionables que tanto gustan), y que está bastante bien (aunque la estructura y la obsesión por las mega-peleas desorbitadas me cansa un poco). Higurashi no Naku Koro ni es una historia bastante interesante de gore y terror, pero parsimoniosa y con una técnica que no me termina de enganchar, la tengo parada pero volveré. Tengo un montón más de series apuntadas o listas para ver, y he empezado a seguir una serie de actualidad, a capítulo semanal: Gangsta, estéticamente muy atractiva (los créditos son una pasada que a Tarantino se le tienen que poner como pasas), una historia de yakuzas, prostitutas y ex-combatientes que a ver hacia dónde va; también estoy siguiendo Kangoku Gakuen, que acaba de empezar, una chorradilla espectacular sobre unos chavales encerrados en un colegio mayor para señoritas (un Porky's raro y contemporáneo con chinos dando voces y mujeres con tetas como cabezas de crío); un cosa que se llama Bikini Warriors, pura sicalíptica a base de posados de 3 minutos semanales; y Monster Musume no Iru Nichijou, un culebrón para niñas que me está volviendo loco, sobre un tío normal que va por la calle y de repente empiezan a cruzarse en su vida seres mitológicos femeninos de grandes tetas (una lamia, una arpía, un minotauro, etc.), que por una cuestión burocrática y de acuerdos inter-especies, se ve obligado a acoger en su casa. Una comedieta de situación costumbrista con argumentos que bien podría haber escrito Mariano Ozores, pero con bestezuelas semi-desnudas y unos dibujos y cosas fascinantes. Placeres culpables de sobremesa todos ellos, que no van a ningún lado, pero que son tan fáciles de ver...
Pero la que sí me enganchó de verdad y disfruté muchísimo, fue Btooom!, una serie que parte del fenómeno del hikikomori que está encerrado en su casa jugando a videojuegos multijugador online de matarse todo el rato (y que supongo que es su espectador ideal), que de pronto es transportado a un first-person shooting de la vida real, en el que tiene que sobrevivir (seguro que todo esto también se define con una palabra nipona de una o dos sílabas). Creo que en los últimos años han proliferado los animes de este tipo, que llevan a la realidad el rollo de estar enganchado a un juego de matarse online que tanto gusta a las nuevas generaciones. Esta está hecha por el estudio Madhouse, que debe ser bastante prestigioso ya que hasta yo, que no tengo ni puta idea de cultura japonesa, me he visto o me suenan bastantes de sus creaciones (Metropolis de Tezuka, Monster, Death Note, Ninja Scroll, Cardcaptor Sakura, Trigun, Hunter X Hunter...), o que intuyo que deben llevar un rollo bastante más "occidental" que la mayoría, que todo esto del anime tiene unos códigos y unas maneras bastante marcianas y localistas en general. Btooom! es un videojuego de estos de matarse a saco, en el que todas las armas son bombas. El protagonista se llama Ryōta Sakamoto, y como suele pasar en estos casos, y a pesar de su hikikomorismo y de ser un nerd sin amigos, es un apuesto joven de rasgos occidentalizados que es de los mejores del mundo en lo que hace (en este caso, jugar online). Sakamoto es una estrella del rock del Btooom!, que de pronto despierta en una isla desierta del Caribe sin recordar qué ha pasado. Pronto entenderá que en la isla habitan una serie de personajes misteriosos, que tienen que matarse unos a otros para sobrevivir, en un cruel reality en el que participan involuntariamente engañados por la compañía Tyrannos Japón, los creadores del videojuego. El anime entero dura solo unas 5 horas (si pasamos en ffw las largas secuencias de créditos de apertura y cierre), repartidas en 12 capítulos de 24 minutos, y es una extraordinaria película larga de acción repleta de misterio, conspiraciones y peleas en un recóndito paraje selvático que quita el hipo de bonito, y que cuenta además con un personaje principal frágil, rubiaca y de gigantescas y bamboleantes tetas (es lo que tiene el subgénero seinen, es decir, el destinado a pajeros de taytantos como yo). La estructura puede sonar un poco claustrofóbica y floja, ya que todo se reduce a tirarse bombazos e ir avanzando en el arcade, pero el resto de elementos (las relaciones personales, los misterios que rodean al pasado de cada personaje, la palpitante isla y sus secretos) lo hacen terriblemente adictivo e interesante. El último episodio me lo pasé casi entero de pie, muy emocionado, sin entender cómo podía ser que todo terminara tan rápido, cuando habían dejado tantos frentes abiertos y más argumentos sin cerrar que en la Patrulla-X de Claremont. Y es que resulta que el manga en el que se basa está siendo publicado actualmente (en España también), y se supone que habrá una segunda temporada, o alguna ova o algo qué aclare todo, porque el final está completamente abierto y en su punto álgido. Espero que lo haya, porque me quedé en ascuas.
sábado, 18 de julio de 2015
viernes, 10 de julio de 2015
Invitados ilustres (87): Soundwave y Laserbeak
Me encanta esta viñeta. Está extraída de Futurama nº 31, de una secuencia en la que Fry y Leela van al veterinario a llevar a Mordisquitos, que tiene un problema digestivo. Y en la sala de espera podemos ver a Soundwave, clásico personaje de los Transformers, llevando a revisión al cóndor Laserbeak.No son dos Transformers cualquiera, formando un gag espacial, sino que realmente Soundwave y Laserbeak eran íntimos compañeros en la primerísima generación de los juguetes de Transformers, allá por 1982; tanto que el primero se transformaba en grabadora y el segundo en casette.
viernes, 3 de julio de 2015
Invitados ilustres (86): Carlos Santana
En Simpsons Comics 206 asistimos al curioso cameo que tenemos aquí encima, el del aclamado genio de la guitarra latina Carlos Santana. En la viñeta está corriendo en mitad de una carretera, aparentemente persiguiendo a un coche... A continuación os dejo la página completa, que es toda ella un gag bastante malo que explica esta situación:
jueves, 2 de julio de 2015
Parodias y referencias (84)
En el ejemplar especial gratuito publicado en 2014 con motivo del Free Comic Book Day, se incluía este pin-up de Futurama (es decir, que no es una portada real de la serie), que homenajea de forma clara a una cabecera de los clásicos tebeos de Archie (otra vez). Dicha portada no está inspirada exactamente en ninguna portada de Archie Comics, sino en muchas de ellas. El título de la cabecera ("Fry's co-workers Amy and Leela") deja claro que el homenaje se ha centrado en la serie Archie's girls Betty and Veronica, y en una de sus muchísimas portadas playeras en las que las chicas pasean en bikini dejando pasmados a los chicos de la serie: Archie, Jughead, Reggie y compañía. He decidido enfrentar el homenaje al número 201 de la serie original, por las similitudes formales. Pero, como digo, hay muchas otras portadas de B&V que basan el gag en las chicas luciendo poca ropa y los chicos babeando. Muchas. Tantas, que los tebeos de Archie son un auténtico muestrario de moda de baño (y de fiesta, y deportiva, y de temporada...) de las últimas 8 décadas. Os dejo algunas. Id por la sombra.