Me puse a ver esta película el viernes rondando las cuatro de la mañana, que no podía pegar ojo, y me contagió el poder de esta historia tremebunda, de la que es mejor no saber nada para disfrutarla. Y además, tiene que gustarte Tobey Maguire, que sé que a mucha gente le pone nervioso. A mí me encanta. La cosa va sobre esos pequeños detalles de los que no nos damos cuenta, que pueden destrozarte la vida: un bote de veneno para mapaches, una llamada a una línea erótica, una flor que le regalas a la vecina... Una serie de decisiones sin importancia que toma un buen día el pobre de Tobey, ponen patas arriba su idílica y colorista vida en el chalet residencial, y desencadenan la tragedia. Ray Liotta tiene un papel pequeño, pero que él solo merece que valga la pena ver esto. Qué mal ha tratado Hollywood a este monstruo de la interpretación.
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