La segunda (y desgraciadamente penúltima) entrega de esta genial iniciativa por parte de 23 Escalones de rescatar el espíritu de la cultura popular española a través de sus novelitas de kiosko, remozadas y bien lavadas sus caritas para el siglo XXI, supone la primera novela de un (supuestamente) joven autor español oculto bajo seudónimo, como está mandado. Lamentablemente, la costumbre de ambientar la novelita en algún lugar ignoto de EEUU se ha perdido, y la acción tiene lugar en España, con protagonistas españoles. Ooooh... Pero eso sí: una joya. Lo ignoro absolutamente todo respecto a la literatura de terror contemporánea española, pero si esta novela es de algún modo representativa, he de decir que el nivel es extraordinario. Vale que el tal Damien Wake tendría más tiempo y menos competencia que Barby y compañía, en su momento, para contar esta historia (los autores de la novela pulp española llegaban a tener que escribirse cinco novelas al mes, todas debían enganchar al lector, ser distintas de las demás, etc.); y que hay un abismo de tres décadas de literatura y cine de terror en los que inspirarse; y que el lenguaje de ésta está actualizado, etc. Pero con o sin excusas, esta novela me ha parecido fantástica, entretenidísima, tremenda. La cosa va sobre una familia de chiflados con hacha al estilo Caracuero, pero en mitad de un bosque canario, que la toman con los visitantes casuales. Nada nuevo, pero narrado de una manera espeluznante y trepidante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario