Más curiosa que la anterior me ha resultado esta otra pornoparodia de "Rocky Horror picture show", de cuya existencia tampoco sabía hasta esta tarde, y que también he estado mirando un poco por encima. Para empezar, estamos a mediados de los ochenta, paraíso del video desvergonzado. Y (insisto, no sé demasiado del tema) el humor en el cine obsceno de entonces era mucho más sano. Y había más pelo, menos silicona, más ritmo, menos pose, más hombres, menos hipsters ambiguos, más grumo y menos bronceados y artificialidad en general. En esta parodia, la fidelidad con el original brilla por su ausencia. Da lo mismo que los personajes no se parezcan en nada, ni exista maquillaje ni vestuario ni decoración alguna. Tommy y Tammy, que así se llaman aquí los recién casados, naufragan en la tormenta y entran por la puerta de lo que parece ser un bungalow de una zona residencial. Allí les recibe un jorobado con pelucón amarillo que no dice su nombre (tampoco he prestado toda mi atención), y un poco más tarde conocerán a la supuesta mad doctor libertina dueña de la casa, que haría las veces de Frank N Furter, y que aquí se llama Mistress Tantala y tiene dos ubres bien grandes. En la cena conocen también a dos troncos y dos troncas, con nombres tipo Euphoria, Pandora y así, y se van sucediendo escenas en las que se lo van montando en todas las combinaciones y permutaciones posibles, con todo el pelo, grumo y guarrería que corresponde a la época (están por ahí por cierto Tom Byron, Peter North y Marc Wallice, estrellones de la historia del cine para adultos). Hay incluso una escena en la que la Tantala se bebe el jugo vital que el jorobado deposita en una copa, hay anales, juguetes y cosas así. El parecido con el original se limita al cartel, a ciertos detalles minúsculos del argumento y... ¡a la música! Esto sí que me ha encantado de la parodia (y es de las cosas que más gracia me hacen del poco porno ochentero que conozco). La película porno, dentro de lo que cabe, tiene varios números musicales, y la música que suena durante las escenas de acción, en lugar de ceñirse a un deprimente wah-wah sobre casiotone, sigue la melodía de las canciones de RHPS o de los Munster. Y la cachonda canción inicial (que en realidad adapta Sweet transvestite, la quinta o sexta que suena en el original) es realmente simpática. Alguien debería hacer un recopilatorio con todas estas canciones, con letra y música, compuestas expresamente para el cine porno ochentero. Ah, y todo termina en una alocada orgía.
lunes, 13 de junio de 2011
The Rocky porno video show (Loretta Sterling, 1986)
Más curiosa que la anterior me ha resultado esta otra pornoparodia de "Rocky Horror picture show", de cuya existencia tampoco sabía hasta esta tarde, y que también he estado mirando un poco por encima. Para empezar, estamos a mediados de los ochenta, paraíso del video desvergonzado. Y (insisto, no sé demasiado del tema) el humor en el cine obsceno de entonces era mucho más sano. Y había más pelo, menos silicona, más ritmo, menos pose, más hombres, menos hipsters ambiguos, más grumo y menos bronceados y artificialidad en general. En esta parodia, la fidelidad con el original brilla por su ausencia. Da lo mismo que los personajes no se parezcan en nada, ni exista maquillaje ni vestuario ni decoración alguna. Tommy y Tammy, que así se llaman aquí los recién casados, naufragan en la tormenta y entran por la puerta de lo que parece ser un bungalow de una zona residencial. Allí les recibe un jorobado con pelucón amarillo que no dice su nombre (tampoco he prestado toda mi atención), y un poco más tarde conocerán a la supuesta mad doctor libertina dueña de la casa, que haría las veces de Frank N Furter, y que aquí se llama Mistress Tantala y tiene dos ubres bien grandes. En la cena conocen también a dos troncos y dos troncas, con nombres tipo Euphoria, Pandora y así, y se van sucediendo escenas en las que se lo van montando en todas las combinaciones y permutaciones posibles, con todo el pelo, grumo y guarrería que corresponde a la época (están por ahí por cierto Tom Byron, Peter North y Marc Wallice, estrellones de la historia del cine para adultos). Hay incluso una escena en la que la Tantala se bebe el jugo vital que el jorobado deposita en una copa, hay anales, juguetes y cosas así. El parecido con el original se limita al cartel, a ciertos detalles minúsculos del argumento y... ¡a la música! Esto sí que me ha encantado de la parodia (y es de las cosas que más gracia me hacen del poco porno ochentero que conozco). La película porno, dentro de lo que cabe, tiene varios números musicales, y la música que suena durante las escenas de acción, en lugar de ceñirse a un deprimente wah-wah sobre casiotone, sigue la melodía de las canciones de RHPS o de los Munster. Y la cachonda canción inicial (que en realidad adapta Sweet transvestite, la quinta o sexta que suena en el original) es realmente simpática. Alguien debería hacer un recopilatorio con todas estas canciones, con letra y música, compuestas expresamente para el cine porno ochentero. Ah, y todo termina en una alocada orgía.
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