lunes, 2 de febrero de 2009

672. Revista de prensa

Estoy completamente, patológicamente enganchado a la hemeroteca online de La Vanguardia. Creo que no tiene solución. Ni como ni duermo ni me aseo. Me pono un sombrero de hongo y un bigote postizo y me limito a dejar pasar las horas leyendo la prensa de hace cien años. Es maravilloso. Las grandes noticias de portada sobre un peón de albañil que se tuerce un tobillo o una marquesa que va de compras (es decir, más o menos como ahora) me resultan interesantes, pero lo que no puedo dejar de leer, ni una sola coma, son los anuncios por palabras. Hace un rato me hice un breve, brevísimo recorrido por los primeros años del periódico, observando una transición muy interesante. Como digo, será un recorrido muy breve y cogido con pinzas, una pincelada. Me dejo decenas de recortes en el cajón, y no tengo ganas de ser exhaustivo, no quiero perder tiempo, quiero seguir devorando La Vanguardia hasta que me ponga al día, y llevo 120 años de retraso.

Me llamó la atención el siguiente anuncio, que se publicaba casi a diario entre 1891 y 1898: las milagrosas Pastillas Bonald cloro-borosódicas a la cocaína, que curan todo tipo de enfermedades de boca y garganta:



Ya en 1900, el abanico se abre y para aliviar nuestros dolores de garganta podemos elegir entre las pastillas Amargós de cocaína cloro-boratada o las Crespo, de deliciosa cocaína-mentol:





Pero en los años 10, de golpe, empezamos a ver terribles noticias de primera plana, sobre desaprensivos que por un medio u otro se llevan la cocaína y la morfina sin pagar de los dispensarios, e incluso noveloscos fallecimientos de vecinos, que no salvaron la vida a pesar de los tratamientos médicos:





Por esta época, son innumerables las noticias relacionadas con hurtos de cocaína, opium y morfina en los dispensarios de drogas de Barcelona, así como la detención de alijos que provienen del extranjero. La vida en la Ciudad Condal parece que se está volviendo un auténtico caos, y el tráfico de medicamentos está a la orden del día. Voces muy autorizadas comienzan a condenar el consumo de cocaína y opiáceos terapéuticos, al mismo tiempo que los investigadores y descubridores de la cocaína reciben premios Nobel y felicitaciones por su gran aporte a la Ciencia y a la Humanidad. Los años 20 son un verdadero calvario tanto para los enfermos aquejados como para los fabricantes de cocaína. No obstante, todavía podemos encontrar anuncios como el siguiente:



Pero, también en 1920, lo más habitual comienza a ser que los anunciantes se esmeren en hacer saber al lector de La Vanguardia que sus ungüentos y revitalizadores NO contienen cocaína:



Y desde entonces, y hasta el día de hoy en que esta sustancia de principio de siglo ha desaparecido por completo de la sociedad barcelonesa, todas las noticias que he encontrado en el periódico son condenatorias o se encuentran en la página de sucesos. No quiero aburriros más, pero me ha parecido curiosa la historia de esta cocaína milagrosa.

10 comentarios:

  1. Buscando entre las viejas cajitas de hojalata en las que mi abuelo guardaba clavos y tornillos encontré una de... Pastillas Crespo para la tos, de mentol y cocaína, sí... Ay, qué tiempos aquellos...

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  2. Estimulante, excitante y fascinante...más, más y más.
    ¿No se imagina ese fin de siècle con un Pepe Carballo steampunk por la Barcelona modernista enganchado a los cocamelos?
    Magnífico blog y excelso blogger.

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  3. Joder es como si me hubiesen pillado infraganti haciendo algo íntimo o frotándome la lámpara mágica. Le dí a vista previa al primer comment y lo modifiqué, pero no se como se publicó y queda tope cutre...por favor Fruno borre el primero de los dos.
    Le reitero mi admiración y cariño.

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  4. La última persecución contra los fármacos "milagrosos" ha sido contra la codeina de los jarabes para la tos. Así como lo leen.

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  5. Borré el primero de tus comentarios, como pedías, B.L.A.S.

    Sí, yo llevo ya unos cuantos días fantaseando con todo esto, repasando la hemeroteca hasta casi el amanecer (trasnocho y tengo la suerte de no madrugar y poder permitirme cenar a las 4 y despertarme a las 12), y escuchando "Melodías Pizarras" y otros MP3s de la época, y es fascinante. De verdad que estoy enganchado a esta hemeroteca.

    El post en realidad no vale nada, y lo sé, me limité a extraer tres o cuatro recortes sólo, porque no sabía ni por dónde empezar. Cualquier titular al azar es maravilloso (lo del obrero que se esguinza es literal, de una página de sucesos de 1903, creo recordar), y los anuncios son increíbles. Anoche estaba tan entusiasmado viendo cómo iba evolucionando el asunto de la farla, que me dio por hacer rapidamente este post, y he dejado preparados un par de posts más, un con anuncios de estrenos de Santo el Enmascarado de Plata de los 60s y otro con un artículo sobre cine de terror del 73 que me pareció muy ilustrativo. Necesitaba abrir camino, y recordarle a la gente que tiene a su disposición casi 4.000 ejemplares en la maravillosa Hemeroteca de La Vanguardia, desde 1891! Me parece bellísimo. Estaba tan enmimismado, que ni siquiera puse el enlace a dicha hemeroteca, que es a lo que iba:

    http://www.lavanguardia.es/hemeroteca/

    Se puede buscar por palabras, por fechas, por autores, etc. etc. Hace tiempo preparé unos dossiers con extractos impagables de la sección de Cultura|s, y lo colgué en un foro, pero no lo dije aquí porque lo hizo Minchinela antes. Por si alguno os interesa, está contado en este post:

    http://minchinela.com/blog/2008/12/19/lecturas-de-fin-de-semana-reciclaje-en-el-suplemento-culturas/

    Minchi, que salta a la vista que estamos hermanados e ilusionadísimos con esto, también se hizo eco hace poco de que también está disponible, desde hoy, toda la hemeroteca del Mundo Deportivo, y desde hace mucho las de la revista Triunfo:

    Hemeroteca Mundo Deportivo
    Triunfo Digital

    Qué duda cabe que lo antiguo es mejor, como dice la Musical Geographic Society. En esas estoy, anclado al pasado, vía notebook y wifi.

    Pero en cuanto a lo de la Vanguardia, si el universo de los anuncios de fármacos es alucinante, yo casi me caí al suelo cuando se me ocurrió poner en el buscador, tímidamente, la palabra "Hitler". Desde finales de los años 20 podemos leer el diario de toda una IIGM. Desde que al chavalito del bigote ridículo le dio por organizar manifas y tirar piedras a los sindicalistas, hasta que armó la de San Quintín, las noticias breves, de medio parrafito, en la sección de Internacional, van dando forma, si se leen una por una, a la novela más terrorífica imaginable. En forma de capsulitas. Yo creo que es más interesante y más valioso que cientos de libros escritos a posteriori. A mí me estaba dando el corazón un vuelco. No puedo hacer un puto post de eso, porque no sé nada de Historia y se iba a quedar en un chiste tonto pero anoche a las tantas, a medida que leía y que se acercaba la señalada fecha de lo de Leipzig (que no he llegado, claro), me estaba acojonando, ya casi escuchaba sirenas y obuses, y me fui a dormir. Pero haced la prueba, sumergeros en esa Hemeroteca que nos han regalado, que ya no hay ni que ir a pedir permiso a un funcionario rancio y gastarse la pasta en fotocopias.

    Yo tenía que haber hecho biblioteconomía, cachis, estoy descubriendo mi vocación esta semana.

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  6. Ah, y se me olvidaba contar todavía otra cosa más: yo soy de ascendencia burgalesa, y a mi familia le dio nombre una aldeíta de la que hoy quedan dos chamizos abandonados, en mitad de la Sierra de la Demanda, y es un apellido poco común y que debemos ser 20 en España. Y el caso es que también hay más de 200 entradas con mi apellido en la Hemeroteca. Algún futbolista de renombre en los años diez, alguna nota de sociedad en aquello que entonces era un pueblucho de paso de ganado, algún amarquesado que llevaba mi apellido y que seguro que era familia, y en fin, apenas he empezado a leer, pero hasta voy a acabar descubriendo que al Cid le mató un tatarabuelo o algo peor.

    Ay, el día que onlineícen la hemeroteca del Diario de Burgos.

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  7. No se olvide de otras cabeceras burgalesas tanto o más añejas, como El castellano, Fruno. Hoy por hoy, todo todo debería estar informatizado. Pero es mucho trabajo. Recuerdo horas y horas dejándome las retinas en los asquerosos microfilmes de Conde Duque... una tortura.

    Para descubrir la difusión de su apellido le recomiendo esta página

    www.ine.es/fapel/FAPEL.INICIO

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  8. Qué curioso, que he buscado cuántos somos de mi estirpe, y salen... 666

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  9. Por cierto, mi abuelo, el que guardaba la cajita de las pastillas Crespo contra la tos (con mentol y cocaína) también era de Burgos... Aquí tengo la caja, qué mona es...

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  10. Fruno, Barcelona, desde la primera guerra mundial y hasta mediados de los 20 estaba efectivamente sumida en el caos, con bombas y tiroteos continuos entre los anarquistas y la patronal. Para que se haga una idea, hay una novela sobre esa época cuyo título en castellano sería "Cuando mataban por las calles"

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