lunes, 21 de mayo de 2007
514. New Warriors
Contaba en un tuíter que me compré el tomo de los Nuevos Guerreros que se editó el mes pasado por puro completismo y nostalgia, porque había que apoyar el resurgir de "los héroes de los 90" que tanto me gustaban hace década y media, y también un poco por curiosidad. Pero estaba convencido de que el mentado tomo (una miniserie de 6 episodios escrita y dibujada por dos perfectos desconocidos) sería una bosta infumable. Cuán equivocado estaba.
Me he leído la historia en una sentada (en el WC), y a cada nueva página me iba sorprendiendo más y más de lo original que es el planteamiento (los NW, relegados a grupete de superhéroes de segunda regional, acceden a firmar un contrato con una productora de TV para protagonizar un reality, luchando en directo para la TV contra villanos sin carisma por pueblecitos de la América profunda), de lo simpático de los dibujos (una mezcla exacta de amerimanga y moderno trazo Cartoon Network), de la fidelidad con el original y el dominio de los personajes por parte de los autores, y del sentido del humor que despliega cada bocata de texto, que podría calificarse de "inteligente", con perdón.
Para los que desconozcan la historia de este grupo de superhéroes de Marvel (todos, supongo), resulta que fueron una idea del guionista Fabián Nicieza y el editor de la serie (que ahora no recuerdo), que consistía en recuperar a un sexteto de secundarios olvidados de la Marvel. Como Speedball, un chaval bastante insoportable y con un poder ridículo (tener bolitas de colores flotando alrededor; bueno, y rebotar contra todo, una especie de gominola con patas), Namorita, la olvidada prima del príncipe Namor, Nova, un superhéroe galáctico que tuvo su propia serie en los setenta (igual que Speedball, por cierto, sendos efímeros momentos de gloria), el telekinético Marvel Boy, un descarte de los Guardianes de la Galaxia del que nadie se acordaba, y Firestar, la mutante del grupo, una pelirroja con poderes solares que había formado parte de los Infernales del Club Fuego Infernal que aparece de higos a peras en los X-Men. El cabecilla del grupo, el tipo que los juntó, era el personaje nuevo, creado para la ocasión: Night Thrasher. Un afroamericano multimillonario, propietario de la Fundación Taylor, cuya fortuna justificaba de paso la existencia de fondos económicos para el grupo, base de operaciones (un edificio en Manhattan), etc. Sin poderes, es un remiendo del caballero Tony Stark (Iron Man) venido a menos, que cabalga en monopatín metido en una armadura abarrotada de armas de fuego y gadgets. Una mezcla entre Iron Man, el Castigador y Batman, bastante chorra, por cierto.
Los 6 componentes juveniles del grupo venían a ser un revival del espíritu adolescente teen-titaniano que tantos éxitos cosechó en el público. Jóvenes con problemas reales, amoríos, suspensos en la uni, castigos en casa, víctimas de sus recién contraídos poderes y al mismo tiempo de la moda, mucho sentido del humor, y todo el pack completo. Los aficionados a Spiderman saben a qué me refiero. Además, todos tenían trajes muy molones, y una frescura que no podían con ella. El título fue un éxito absoluto, pero progresivamene fueron cayendo en el olvido.
Atendiendo a la publicación española por parte de Forum, la serie tuvo unos sesenta y tantos episodios, con Nicieza a los textos y los correctísimos dibujos de un novato llamado Mark Bagley, recién contratado a partir de un concurso de talentos organizado por Marvel. Todo el mundo leía a los NW, y Bagley se convirtió en una estrellaza de los lápices y en el autor de la colección de más éxito de la empresa, nada menos que Amazing Spiderman (ahí ha estado en los últimos diez o doce años, actualmente en la versión remozada y cool de la cabecera, Ultimate Spiderman). Tras su marcha, fue sustituido por Darick Robertson, que igualmente dibujaba tan bien que acabó desarrollando gráficamente las ideas de todo un Grant Morrison en la que posiblemente sea su obra maestra y uno de los mejores tebeos de los últimos 30 años, Transmetropolitan.
Después de los +60 tebeos de grapa que decía, poco a poco la serie se fue desinflando y dejó de publicarse en España, para ser recuperadas apenas unos meses después en forma de tomos; y unos meses después en un vol. 3 a cargo de unos desconocidísimos Pepoy, Skolnik o Zircher, que finalmente hicieron desaparecer del mapa, por falta de ventas, a los "héroes de los 90".
En mi opinión, parte de la culpa de la pérdida de interés por parte de los lectores fue debida al poco gancho del nuevo equipo creativo (Nicieza también se encargaba de series con más tirón, como X-Force o algunos títulos vinculados a los Vengadores, y por eso acabó delegando), pero no sólo por eso. Nicieza era un guionista magistral, pero demasiado psicoanalítico. Su obsesión por dotar de personalidad a cada uno de los personajes le llevaba a plantear argumentos demasiado complicados y carentes de acción, como sus repetidos encuentros con el Pensador Loco, la continua búsqueda de "sí mismos" y de "un lugar en el mundo" de los personajes y cosas así, como muy intelectuales y absurdas, que no calaban muy bien mezcladas con las historietas de coña y acción que era lo que buscaba la audiencia. Otro posible motivo de la caída de la serie fue sin duda la saturación. En su momento de mayor apogeo, casi todos los personajes, si no todos, tuvieron su propia colección. Desde la recuperación, treinta años después, de la serie de Nova, pasando por miniseries de Marvel Boy (convertido en un ridículo presidiario romanticón e insoportable llamado Justicia; qué cosa más boba), de "Destructor Nocturno" (a los traductores les daba por adaptar periódicamente y de diferentes maneras el nombre de Night Thrasher) o de Firestar. Hubo una época que entre la serie regular, los spin-offs, las apariciones en macrosagas o en Spiderman y los especiales, te volvías del kiosko con una carretilla de tebeos de los Warriors. Y además, bastante mediocres.
Otro de los motivos de la decadencia de NW fue, también en mi opinión, la nueva llegada de personajes absurdos. Se les unió Darkhawk, otro viejo olvidado de Marvel (esta vez un secundario de Rom, ahí es nada...). Un chaval Afro llamado Rabia, apadrinado por Thrasher, una especie de Rapael De La Ghetto con mala leche y un disfraz de espantapájaros, verdaderamente horrible. Otro que se llamaba Turbo, que era una tia japonesa que se ponía un traje ajustado y volaba. En algunas sagas se les llegó a unir algún viejo enemigo volador, del que ya ni me acuerdo. De Silueta (la novia de N. Thrasher, una tía con muletas que se teleportaba... pero sin ropa) no quiero ni acordarme, porque la odiaba.
En los poquísimo episodios (o apariciones fuera de colección) que han quedado inéditos en España, otros personajes, esta vez sí algo más carismáticos, se afiliaron al grupo tratando de insuflarle nueva vida. Personajes históricos y queridos como Capa y Puñal o uno de los mocosos de Power Pack. Estrella de Fuego y Marvel Boy están fuera, en los Vengadores (pre-Vengadores Desunidos).
Personalmente, el motivo que me llevó a estar hasta las narices de los NW fue tantísimo cambio. Yo soy terriblemente conservador para con el universo Marvel (si es que esto se puede expresar así), y me jode que los personajes cambien. Siempre ha habido una guerra interna en Marvel, por todo aquello de la continuidad. La evolución de los personajes. Por eso Spiderman sigue siendo un chavalín con problemas en clase (aunque ahora es profesor, mira tú qué cambio tan sutil) y la Antorcha Humana sigue teniendo ligues con universitarias, aunque como personaje tiene ya más de cincuenta años de vida. Cosas de la continuidad, ya digo. Pues a mí me gusta que esto sea así. Y que si algún personaje muere, o cambia de traje o de nombre, que sea por un motivo justificado. Eso de inventarse clones, resucitar a los mismos de siempre y todas esas cosas es una mierda, y una forma pueril de ganar ventas y/o justificar un argumento basura. Los personajes Marvel no tienen por qué crecer ni evolucionar. A sus fans nos la repampinfla. Sabemos que no son reales, y que las personas no pueden convertirse en piedra. No nos aburrimos, o al menos yo no lo hago, de un personaje cuando éste está bien hecho y se le trata con cariño. Por lo tanto, el hecho de que en cosa de veinte episodios todos los miembros de los Warriors hubiesen cambiado (de traje, de nombre, de vida y hasta de color de piel... uno en la cárcel, otra casada, otro muerto, otro que se hace villano, etc.) a mí me produjo bastante rechazo. Creo que todo ese guirigai de cambios tan poco tiempo después del nacimiento de la serie hizo que perdieran fuelle. Había miles de historias más que contar. Parece contradictorio, parece que lo interesante sería ver cómo evolucionan los personajes, pero en mi caso no es así, y creo que a la mayoría de lectores de tebeos de superhéroes no nos mola que los toqueteen demasiado. Menos aún, como decía antes, cuando sabemos que en el universo Marvel todo volverá a estar como estaba en los años cincuenta al cabo de unos cuantos episodios.
En resumen, no ocultaré que la colección de los NW fue bastante irregular, rozando en ocasiones la mediocridad. Pero también tuvo atisbos de genialidad, y yo siempre me acuerdo de los episodios buenos, y los episodios buenos son MUY MUY BUENOS. Algunos de sus villanos supongo que no tendrán futuro, pero están muy bien concebidos y podrían tener tirón. Como Psionex, Tigre de Bengala ("¿respiraba la jungla?"), Ladrón de Estrellas o la Fuerza de la Naturaleza. En algunos arcos argumentales, Nicieza incluso se adelantó unos cuantos años a una de la macrosagas más importantes de la historia de Marvel: La Era de Apocalipsis, con aquella historia de "Futuro del ayer", donde todos los personajes Marvel y el mundo entero había sido transformado a placer por La Esfinge; incluso, los superhéroes habían tenido que cerrar filas a un lado u otro en función de su forma de pensar, y no de su tradicional "alineación", cosa que veremos ahora en "Civil War". Creo que fue una saga muy buena. Por los NW aparecieron otros héroes de primera fila que propiciaron episodios bastante memorables. Me refiero a los cruces con los 4-Fantásticos, X-Force, la Patrulla-X, los Infernales o el Castigador. También aprovechaban para sacar a los viejos enemigos de la "Silver Age" de cada uno de los miembros. Y me parecía genial también la aparición puntual y mirándoles por encima del hombro de alguien de los Vengadores. Pero a mí los New Warriors me gustaban más que los Vengadores, y tengo un magífico recuerdo de sus treinta o cuarenta primeros episodios.
Y el caso es que el tomo que se ha publicado este mes (con un subtítulo de "Preludio de Civil War" que es, directamente, una mentira como un piano) me ha gustado mucho. Otra vez los personajes han cambiado de aspecto y se han unido otros dos bastante gilipuertas (qué manía), pero el espíritu está ahí. Es más, han vuelto a los NW de los primeros años, y el argumento que se han sacado de la manga para resucitarles me parece tan bizarro, tan verosímil y tan brillante, que ojalá dure. Leído el nº 1 de Civil War, en cuya página 3 muere Speedball (por lo visto es un personaje que incomoda a Quesada, éditor in chief de Marvel, desde que alguien se inventó la droga Speedball), puede que no. Pero supongo que al final será que sí. Ojalá que sí, y no que no.
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- Como no quiero hablar sólo de tebeos en todos los posts del blog, aprovecho éste para contar que estoy leyendo también Y, el último hombre, una historia impresionante de la línea Vértigo sobre un mundo de mujeres con un único superviviente varón, repleta de conspiranoia y acción. En descarga aquí.
- Otro gran momento tebeíl que me tiene en un brete y que creo que gustará a todo aficionado es 52, la saga del siglo en DC en respuesta a la Guerra Civil de Marvel, donde los grandes superhéroes (Batman, Superman y Wonder Woman) han desaparecido y los secundarios olvidados tienen que ocupar su lugar para detener a miles de villanos desatados. Al estilo de la teleserie 24, 52 transcurre en "tiempo real": durante un año aparece un episodio semanal, que cuenta la vida de una semana en el universo DC). Aunque acaba de salir en las tiendas españolas (Planeta DeAgostini va a respetar la edición semanal), también se pueden leer de una tacada en plan filibustero pulsando aquí o aquí.
- Y otro tebeo curioso y muy interesante, una colección de leyendas urbanas y conspiraciones de internet recopiladas por el monstruoso Warren Ellis, para que os descarguéis en 5 minutos: Bad World.
Buaaah, no me deja registrarme, no debo ser suficientemente vago (y eso que me decían que me buscase un trabajo).
ResponderEliminarPero en Vagos.es, al menos de momento, no hace falta registrarse, ¿no? Yo no estoy registrado y llevo meses bajándome cosas de ahí.
ResponderEliminarInténtalo, porque también hay libros, y series, y películas. Es una mina. Y precisamente me gusta por ser libre y abierto, y por los links en dscarga directa.
http://vagos.es/showthread.php?p=509164
ResponderEliminarEsto es lo que me sale
Joder, pues es verdad, han cerrado el acceso libre...
ResponderEliminarHace un par de semanas también salía ese mensaje, pero luego dejó de aparecer, y ya te digo que yo llevo al menos dos meses entrando sin estar registrado ni nada. Pues qué putada... A mediodía sí se podía.
Yo creo que los administradores deben poner ese mensaje sólo temporalmente, cuando hacen ajustes en el foro o se saturan sus servidores. Si es que han decidido cerrarlo para lurkers definitivamente, ha sido en el plazo de tiempo que pasó desde que yo puse el post hasta que tú entraste...
De todas formas, supongo que los miembros sí podrán invitar a gente, y si es así ya te daré noticias, porque mi hermano (el recién nacido al mundo de los tebeos) sí es miembro de derecho y participa, y ya le pediré que le pregunte a los moderadores cómo podemos entrar.
Me temo que Vagos.es se ha puesto más de moda que nunca...