jueves, 29 de septiembre de 2011

Yoyoyo Acapulco - The pleumeleuc experience (2011)


Yoyoyo Acapulco son un cuarteto noruego de pop näif, delicado, de letras estúpidas y despreocupadas, embadurnados de indie, un grupo de esos a los que hubiese deseado una Mili e ignorado, de no ser porque me los recomendó hace poco mi amigo D.; y yo soy de esas personas que atienden a las recomendaciones y procuro escuchar cosas que a priori me repatean, sin prejuicios, en estos tiempos en los que todo el mundo es DJ pero nadie escucha música. El líder de Yoyoyo toca un ukelele blanco, y el resto del minimalista acompañamiento de las canciones de su disco de debut consiste en un ritmo pregrabado de casiotone por aquí, una línea de bajo por allá, un kazoo o una percusión estándar de vez en cuando. Pop facilón, antifolk colorista, simpaticote, ligeramente molesto pero que tengo que reconocer, con la boca pequeña ahora que no me escucha nadie, que no me disgusta. Al fin y al cabo son noruegos. Después de un atracón de Moldy Peaches y del moderado éxito con su single F-word, publican este disco largo que ya me he escuchado más de dos veces, y que contiene temas bastante majos como mi favorito, Strange word desire, que contiene un homenaje muy simpático a Chris Isaak y un ritmo irresistible. Lo mejor del grupo es la voz del cantante y ukelelista, Arne Martin, y las continuas referencias por el estilo a otras bandas como The Velvet Underground (Winter games), The Strokes (CK) o Pavement (Krooked). Otros temas destacables son Facial, un llenapistas post-new wave, o O.K., un experimento con ruido de once minutos y medio donde emulan a Sonic Youth con instrumentos de juguete.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por el blog es Sobresaliente alto. Cuando sea mayor quiero tener una página como esta aunque haría falta un Frunobulax detrás y no nos engañemos Frunobulax solo hay uno. ¡No cambies macho!

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  2. Muchas gracias, Glen! De momento me apetece seguir haciendo esto. No entiendo qué interés pueda suscitar, yo sólo me limito a comentar inocentemente cosas que veo y escucho, cuando siempre me he considerado un negado e incluso un detractor de la crítica ajena, pero la verdad es que engancha, y como dietario me gusta y me entretiene. Me alegra saber que alguien lo lee. Un abrazo.

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